La legendaria competitividad de Kobe Bryant se pondrá a prueba esta temporada cuando a los 35 años de edad asuma lo que será el reto más difícil de su vida: regresar de una devastadora lesión en el tendón de Aquiles para seguir siendo la superestrella de Los Angeles Lakers.
No está claro el momento en que regresará, o el tiempo que va a jugar una vez esté recuperado por completo de la cirugía a que se sometió en abril para reparar la rotura del tendón de Aquiles de la pierna izquierda, una lesión que ha acabado con la carrera de muchos atletas.
Pero Kobe está hecho de la misma madera que labró la fama de los míticos Michael Jordan, Larry Bird o Bill Russell, a quienes las lesiones tampoco pudieron parar.
"Me falta ahora explosividad. Eso y la resistencia muscular que toma un poco de tiempo", afirmó Bryant a principios de octubre, cuando recién empezaba la recuperación. "Tengo que conseguir poner mi gordo trasero en forma también. Cuando esté listo, estaré listo", afirmó el llamado ‘Mamba negra’, que entrará en su decimoctava temporada de la NBA.
La incertidumbre en torno al futuro de la estrella de los Lakers sin dudas influyó para que en la encuesta anual que realizan los gerentes generales de los equipos de la NBA Bryant haya sido ubicado como el segundo mejor escolta de la Liga, detrás de James Harden, de Houston Rockets
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