La figura del veterano ala-pívot Tim Duncan volvió a surgir de forma brillante y los Spurs de San Antonio se convirtieron en protagonista de la jornada de la NBA al ganar el segundo partido de la eliminatoria de playoffs ante Los Ángeles Clippers y empatar a 1-1 la eliminatoria.
Aún le queda tiempo. Duncan volvió a demostrar que a sus 39 años, que los cumplirá mañana, se mantiene como un jugador decisivo que sorprende a todos dentro del campo por la manera como la pasada noche lideró el ataque de los Spurs a los que aportó un doble-doble de 28 puntos y 11 rebotes, que los dejaron ganadores a domicilio, en tiempo de prórroga, 107-11 ante los Clippers. El veterano ala-pívot llegó al partido número 159 de playoffs en el que consigue un doble-doble, el mejor de la liga, y ya ha superado la marca de los 5.000 puntos en la competición de la fase final. La victoria tuvo triple valor porque los Spurs, actuales campeones de liga, recuperaron la ventaja de campo en la serie al mejor de siete, superaron a un rival que tenía el partido ganado a falta de 11 segundos y el triunfo llegó sin estar en el campo el base francés Tony Parker, lesionado en el talón de Aquiles derecho, y el escolta argentino Manu Ginóbili, eliminado por personales.
Pero en el banquillo de los Spurs se encuentran ocho jugadores listos para hacer mejor labor que los titulares y uno de ellos fue el base australiano Patty Mills, que surgió también como la gran figura y héroe de los Spurs al aportar 18 puntos, incluidos ocho en la prórroga que fueron decisivos.
cinco minutos más. Mills, con ocho segundos para el final del tiempo reglamentario tras robarle un balón al ala-pívot Blake Griffin, anotó dos tiros de personal que forzaron la prórroga. Los Spurs fueron más eficientes y se quedaron con el triunfo. Griffin consiguió el primer "triple-doble" de la fase final con 29 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias, pero tuvo un par de pérdidas de balón al final del partido que le pasaron factura a su equipo.
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