Kobe Bryant afronta su vigésima temporada en la NBA con ilusión e incertidumbre, feliz de contar con una plantilla mejorada pero muy consciente de que, a sus 37 años, deberá sobreponerse a las dudas que suscita su estado físico tras haber sufrido tres lesiones graves en los últimos años.
"Físicamente me encuentro bien", fueron las primeras palabras del número 24 en su intervención frente a los medios de comunicación de Los Ángeles durante el Media Day de los Lakers, celebrado ayer en el Toyota Sports Center, de El Segundo (California).
Bryant apenas pudo jugar 35 partidos la temporada pasada por una lesión en el hombro. Anteriormente, sufrió una fractura en la rodilla izquierda y la rotura del tendón de Aquiles del pie izquierdo.
"No me preocupan las especulaciones sobre mi futuro, ni les presto demasiada atención. No pienso en los minutos que voy a jugar. Ya piensan mucho en eso ustedes. Todos hemos trabajado muy duro este verano y tenemos una buena mezcla de juventud y experiencia, aunque también mucha gente que no ha jugado junta", indicó el cinco veces ganador del anillo.
Bryant sabe que jugará con cierta restricción de minutos, pero aseguró que está preparado para disputar los 82 partidos de la temporada regular si fuera necesario.
Al respecto se pronunció Byron Scott, entrenador del conjunto, quien consideró que probablemente Bryant se ausentará cuando haya partidos en fechas consecutivas.
"Espero que juegue genial. No será el Kobe de hace 10 o 5 años. Pero el hambre está ahí aún, la pasión está ahí aún", recalcó.
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