El exjugador de la NBA Dennis Rodman viajó hoy a Corea del Norte con el objetivo de "abrir la puerta" para el diálogo con este país, según anunció a través de un mensaje en su cuenta oficial de Twitter.
La controvertida exestrella de baloncesto llegó hoy a Pyongyang en un vuelo procedente de Pekín, según confirmó la agencia nipona Kyodo, en la que supone su quinta visita al país asiático y en un momento de especial tensión entre Washington y el régimen que lidera Kim Jong-un.
"Espero regresar con una actitud positiva y espero que la puerta pueda estar un poco más abierta", afirmó Rodman en un mensaje de vídeo distribuido en la citada red social, donde añadió que dará detalles de su "misión" más adelante.
Rodman también expresó su deseo de "hacer algo positivo" durante su visita que se prolongará hasta la próxima semana, y dejó entrever que podría reunirse con el líder norcoreano, en declaraciones a los medios a su paso por el aeropuerto de Pekín.
El exdeportista evitó responder a si había hablado sobre este viaje con el presidente estadounidense, Donald Trump, aunque dijo estar seguro de que el mandatario "está muy feliz" con una visita destinada a "conseguir algo que ambos necesitamos", según la citada agencia nipona.
Rodman viajó ataviado con una gorra y una camiseta publicitarias con el logo de Potcoin, una moneda digital destinada a comprar marihuana legalizada que ha patrocinado su viaje a Corea del Norte, según dijo el propio exjugador en Twitter.
Los medios oficiales norcoreanos no han informado por el momento sobre la visita del mítico ala-pívot de los Chicago Bulls, entre otros equipos de la NBA, mientras que el Departamento de Estado de EEUU ha señalado que está al tanto de la visita y precisó que no tiene cariz oficial alguno.
Se cree que Rodman tiene buena relación con Trump a raíz de compartir plató con el magnate neoyorquino en un programa televisivo y tras haber expresado públicamente su apoyo al líder republicano, y el pasado marzo, se ofreció a ejercer de mediador con Corea del Norte si se lo requería el nuevo presidente de EEUU.
De 56 años, es uno de los pocos estadounidenses que se han reunido con Kim Jong-un, y ha visitado el país al menos cuatro veces desde 2013.
El exdeportista recibió duras críticas por su amistad con el líder del régimen totalitario y tras una de sus primeras visitas en 2013 aseguró que buscaba un mayor acercamiento del mundo exterior a Corea del Norte a través de la llamada "diplomacia del baloncesto".
Su última visita fue en enero de 2014, cuando Rodman y un grupo de exjugadores de la NBA participaron en un partido de exhibición organizado como supuesto regalo de cumpleaños para el líder norcoreano.
La situación en la península de Corea atraviesa un momento delicado por los insistentes ensayos armamentísticos de Pyongyang y por el aumento de la retórica militarista con la que ha respondido Washington tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Además, Corea del Norte mantiene actualmente encarcelados a cuatro estadounidenses por diversos delitos, tras realizar dos nuevas detenciones de ciudadanos de este país en abril y en mayo.
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