La burbuja de la NBA, donde se concentra la competición tras el reinicio, está sirviendo para descubrir o confirmar las pasiones de algunos de los grandes protagonistas de la competición. Damian Lillard se ha llevado a Disney World un estudio de grabación portátil para cantar rap, al entrenador de los Raptors Nick Nurse se le ha visto con una guitarra, Meyers Leonard lo tiene todo para disfrutar de los videojuegos, Marc Gasol cogió hasta su propia cafetera... Pero nadie tiene una devoción por algo como la que siente PJ Tucker por las zapatillas.
El alero de los Rockets, de 1,96 metros y 35 años, se ha llevado a Orlando ¡60 pares! Si su equipo cae en alguna de las primeras rondas de playoffs, podría incluso lucir un calzado distinto cada día. Si no, tendría que repetir. O igual no, pues ha advertido que, durante el confinamiento, piensa comprar algunas zapatillas más por internet y que se las hagan llevar a la burbuja de Orlando.
Tucker es el mayor fanático de las zapatillas que hay en la NBA. Pese a que asegura haber regalado muchas, la última vez que contó las que tiene llegó a los ¡4.000 pares! Están repartidos entre su casa en Raleigh, en Carolina del Norte, y Houston, donde juega actualmente. Posee todo un museo. Y bien protegido, pues algunas de sus piezas más valiosas las esconde detrás de una puerta oculta. "No sé el valor que tendrán", dice el jugador, que llegó a gastarse 200.000 dólares en zapatillas en un año y 30.000 en un solo par.
En la temporada 2017-18, el alero lució 106 zapatillas distintas en sus partidos con los Rockets. Muchas veces incluso se cambió al descanso. Por ejemplo, el día de Navidad llevó un modelo con diseño especial valorado en 20.000 dólares en la primera mitad. "No tengo dudas: si las tengo, las uso para jugar", afirma Tucker, que después de su temporada de novato en los Raptors jugó en Israel, Ucrania, Grecia, Italia, Puerto Rico y Alemania antes de regresar a la NBA en 2012 y convertirse en un acreditado defensor.
Prácticamente la totalidad de sus zapatillas son de Nike y Jordan. El alero fue agente libre en 2019 para poder unirse a otras marcas, pero terminó renovando con esas firmas porque le permitían algo muy especial: poder llevar el modelo que quisiera y no de una línea específica. No es LeBron James, Kevin Durant o Luka Doncic, pero Tucker es un jugador muy especial para las empresas deportivas debido a la atención que despierta en los amantes de las zapatillas.
Además de las piezas que posee en sus casas, el alero suele tener más de una docena en sus taquillas en el Toyota Center de Houston. Con una sola no le vale y ha conquistado espacio en el vestuario de los Rockets. Las cajas se amontonan allí como ahora en su habitación de Disney World. No es extraño que esté pensando en montar su propia tienda en Houston. /(Marca-17 JUL 2020)
No hay comentarios:
Publicar un comentario