El escolta de Los Ángeles Lakers Kobe Bryant es el astro más famoso de la NBA relegado al banquillo, una condición que le cuesta asimilar pero dice entender por la lenta recuperación que demanda una grave lesión como la fractura del talón de Aquiles del pie izquierdo.
Bryant se mostró diplomático ante la prensa durante la visita de los Lakers a Houston, transmitió un parte de normalidad en su relación con el pívot Dwight Howard, la nueva estrella del equipo, y reconoció que es complicado recuperar el estado físico después de tanto tiempo. "Te cuesta lograr la condición física ideal y, como es lógico, luego volver a jugar al máximo nivel", declaró. "Si ya es difícil jugar 48 minutos, imagínate hacerlo después de una lesión", agregó el jugador de 35 años.
El objetivo de Bryant, que a diario se somete a dos sesiones de entrenamiento, es volver a la competición lo antes posible aunque ni el equipo médico, ha establecido una fecha provisional. "Pienso que para cuando nos volvamos a enfrentar a los Rockets de Houston, el 16 de febrero, ya esté listo, pero si logro llegar antes, entonces fenomenal", aventuró.
Bryant consideró positivo el comienzo del equipo sin su presencia a pesar de que la mayoría de los jugadores son nuevos y cumplen un proceso de adaptación. "Creo que vamos a tener un buen equipo, competitivo y ganador cuando todos estemos al máximo de nuestro nivel de juego", agregó Bryant, que cada día se encuentra de mejor humor, como reconoció su compañero y amigo, el ala-pívot español Pau Gasol
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