Manu Ginóbili, que este lunes anunció su retiro del baloncesto, compartió ayer una sentida carta en la que sostiene que estiró “bastante” su carrera y que está “convencido” de la decisión que tomó porque no se quedó “con las ganas de nada”.
“Estoy muy entusiasmado por la decisión tomada y por lo que se viene, pero también con bastante incertidumbre de no saber cómo me adaptaré al día a día sin pensar en el próximo partido. Es que hice solamente esto durante toda mi adultez”, dice el extenso texto publicado en el diario La Nación y compartido por Ginóbili en sus redes sociales.
“Además, tampoco puedo decir que fue una decisión apurada o inesperada. Tengo 41 años, lo estiré bastante el temita este del básquet, ¿no? No solo eso, en mi cabeza, la temporada pasada fue en todo momento “la última”. Nunca lo exterioricé porque no tenía ningún sentido limitar mis opciones, quería dejar la puerta abierta por las dudas que cambiara de idea”, añadió.
El mejor jugador argentino de la historia dijo que al regresar a los entrenamientos con los Spurs de San Antonio todavía le dolían golpes de la temporada anterior y que eso también contribuyó a que decidiera retirarse.
“Estoy convencido y feliz del paso que di. Es difícil de explicar todo lo que sentí. Inmediatamente después experimenté un gran alivio y pensé que me iba a poder desconectar, pero empezaron a llegar los mensajes y no pude evitarlo. Algunos realmente me emocionaron”, reveló.
Sin embargo, avisó que no se alejará totalmente del equipo y que intentará colaborar “desde afuera”.
“Mis hijos ya empezaron las clases y mientras esté en la ciudad voy a estar cerca del equipo y de la franquicia. Tal vez no pueda ayudar más sacando una falta en ataque o con algún robo o algo, pero trataré de sumar en lo que pueda. Si puedo ayudar desde afuera, lo haré con mucho gusto”, afirmó.
El campeón olímpico con Argentina en los Juegos de Atenas 2004 aseguró que no se quedó “con las ganas de nada”.
“Jugué hasta que tuve ganas, algunos se tienen que retirar por lesiones o demás cuestiones antes de tiempo, pero yo jugué hasta pasados los 40 años. La verdad es que no me quedó nada pendiente. Es más, me di el gustito en los últimos tres años de jugar como uno quisiera hacerlo con sus amigos, sin sentir la presión de ser el responsables exclusivo de lo que pueda suceder”, precisó.
El argentino remarcó que tuvo 254 compañeros y nueve entrenadores durante su carrera y que nunca se peleó con ninguno de ellos.
“También hay mucha gente que no está en primera plana y que se rompe el lomo para que nosotros estemos en condiciones de jugar. Insisto, no salen en los titulares ni son tan reconocidos, pero son fundamentales para cualquier organización”, sostuvo.
Ginóbili aprovechará su retiro para pasar más tiempo con su esposa y sus hijos, disfrutar de la comida y de tener “muchas menos responsabilidades”.
“En definitiva, voy disfrutar de tener tiempo disponible, porque es lo que todo el mundo persigue y yo ahora lo tengo a los 41 años. Gracias a todos por apoyarme en este largo viaje”, concluyó.
EFE
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