Los despidos de Chris y Bill Polian han lanzado otra complicación a la ya turbia temporada baja de los Indianapolis Colts.
Jim Irsay
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Jim Caldwell, entrenador en jefe, y sus asistentes se encuentran trabajando en la incertidumbre mientras el equipo busca un nuevo gerente general. No hay más claridad acerca de la salud de Peyton Manning, mariscal de campo, y el propietario, Jim Irsay, finalmente ha reconocido que los Colts se encuentran en plena reconstrucción.
Las decisiones que se tomen en los próximos meses darán forma al futuro de la organización de los Colts por muchos años, pero ¿qué pasará? Eso es lo que todo mundo se pregunta.
"Nada oculta el hecho que hay áreas que necesitamos llenar de talento", declaró Irsay el lunes en la conferencia de prensa que anunció el despido de los Polian. "Las decisiones que vienen serán cruciales, y obviamente, cuando estás buscando un gerente general, un entrenador en jefe, teniendo la primera selección global del draft y conociendo que estás reconstruyendo algunas áreas, yo diría que es una reconstrucción bastante masiva".
Como siempre, todas las cosas en Indy comienzan con Manning.
Irsay deberá decidir si le paga en marzo al cuatro veces jugador más valioso de la liga un bono de 28 millones de dólares, si permite que se vaya como agente libre o si reestructura su contrato de cinco años por 90 millones para hacerlo más amigable con el tope salarial.
Manning se perdió la temporada completa después de someterse el 8 de septiembre a su última cirugía en el cuello, una operación que ha nublado su futuro en Indianapolis. Sin él, los Colts colapsaron, se perdieron de los playoffs por primera vez en una década y se ganaron el derecho a elegir a Andrew Luck con su marca 2-14.
A pesar que Manning ya ha comenzado a lanzar con sus compañeros de equipo y los jugadores creen en su mejoría, Irsay debe determinar si vale la pena invertir en reconstruir el equipo alrededor de un mariscal de 35 años de edad que ha necesitado tres cirugías de cuello en menos de 24 meses. Si se encuentra sano, Irsay ya prometió traerlo de vuelta y emprender otra carrera rumbo al Super Bowl.
"Creo que la clave para mí siempre ha sido, y particularmente desde la fusión, ¿si es sano para él permanecer en el campo? ¿Se encuentra lo suficientemente sano como para retomar su carrera, para salir al campo, jugar en un alto nivel y soportar el juego físico que tenemos? Dijo Irsay el lunes. "Lo que él significa para la franquicia, lo que significa para los Colts y la liga, [su salud] para mí siempre ha sido la decisión más importante".
Manning le confesó a Chris Mortensen de ESPN, estar "sorprendido" de escuchar que los Polian habían sido despedidos. Manning dijo que se había reunido con Bill Polian cuando éste fue citado para hablar con Irsay.
"Bill y Chris Polian y yo hemos estado aquí todo el tiempo, también hemos tenido un buen desempeño al nivel más alto y me pone muy triste que esto termine con una nota negativa", declaró Manning el lunes a ESPN. "Supe en cuanto los Colts contrataron a Bill que, con sus antecedentes en los Buffalo Bills y los Carolina Panthers, sería muy feliz por ser parte de una organización que dirigiera. Y resultó ser cierto. Supe que contrataría a los mejores entrenadores, nos daría los mejores entornos, me daría grandes compañeros de equipo y lo hizo, y siempre estaré en deuda con él".
Irsay dijo el lunes que planea reunirse con Manning en el transcurso de la próxima semana, y sus respuestas podrían dictar hacia qué dirección irán los Colts en 2012.
Manning tiene muchas razones para querer que Caldwell regrese. Aparte del mariscal de campo franquicia, Caldwell y el coordinador ofensivo, Clyde Christensen, entienden a esta ofensiva mejor que nadie, y Caldwell ayudó a Manning a lograr sus mejores éxitos. Antes que Caldwell se convirtiera en el entrenador de mariscales en 2002, Manning era un jugador de élite con marca negativa en los playoffs. Con Caldwell, Manning ganó todos sus premios al jugador más valioso, dos campeonatos de la AFC y su único anillo de Super Bowl.
Pero no existe ninguna garantía que alguno de los entrenadores estará de regreso la siguiente temporada. El receptor Pierre Garçon se sumó a la incertidumbre cuando escribió en su cuenta de Twitter: "¿Y ahora que pasará?".
Para Caldwell y sus asistentes, esto es normal.
"Me estoy moviendo hacia adelante. Estoy trabajando", expresó Caldwell en su última conferencia de prensa de la temporada. "Hay muchas cosas que yo pude haber hecho mejor. Estamos 2-14, ¿bien? Y me considero a mí mismo como el responsable de cada una de esas derrotas".
También, el momento es complicado.
Un tiempo largo buscando un nuevo gerente general podría hacer más difícil para Irsay encontrar un llamativo entrenador en jefe de alto perfil.
Sin embargo, al estar esperando, Irsay después pudiera ir por un entrenador o un ejecutivo de los equipos que lleguen al Super Bowl.
Eric DeCosta, de los Baltimore Ravens, y Reggie McKenzie, de los Green Bay Packers, son dos de los nombres que se ha rumorado podrían ser los posibles sustitutos de Chris Polian.
Quien sea que tome el trabajo como gerente general de los Colts estará ocupado.
Junto a Manning, Caldwell y los asistentes, los Colts deberán tomar decisiones sobre un trió de jugadores entrados sus '30s, quienes además tienen en su historial haber participado en el Pro Bowl: Robert Mathis, Jeff Saturday y Reggie Wayne. Todos están a punto de convertirse en agentes libres irrestrictos y Wayne quitó el nombre de su casillero el viernes pasado, una señal de que no espera volver a jugar con los Colts.
Si Indy entra en una total reconstrucción, el nuevo gerente general podría optar por la liberación de veteranos de alto precio, como los capitanes defensivos Gary Brackett y Melvin Bullitt. El tope salarial preocupa tanto a los Colts que podría incluso obligarlos a reducir el contrato del constante jugador de Pro Bowl, Dwight Freeney, quien está programado a recibir un salario base de 14 millones y cuenta 19 millones en contra del tope en 2012.
Eso podría llevar a Irsay a buscar a alguien quien esté familiarizado con encontrar formas creativas de lidiar con el tope salarial.
"Tenemos graves problemas con el tope salarial, no hay duda de eso", declaró Irsay el lunes. "Ahí hay mucho trabajo por hacer. Nunca se sabe cómo termina una era, cómo se inicia y no se puede decir con exactitud qué constituye el inicio y el final de una era. Pero claramente estamos en reconstrucción".
Dejando a los Colts con sólo un camino claro rumbo al éxito: hacer las cosas bien.
"Cuando ves algo que sabes que volverá grande a tu franquicia, vas tras de él. Esa es siempre la forma en que he sido", dijo el lunes Irsay. "Cuando he hablado de los pilares de una franquicia, mariscal de campo, gerente general y entrenador en jefe, si tienes la oportunidad de conseguir uno grande, lo traes, porque no hay muchos de ellos. Así que haces lo que debes hacer para tratar de conseguir algunos de esos pilares y ponerlos en su lugar".
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