La distancia política entre Cuba y Estados Unidos es abismal, pero en algunas cuestiones parecen tocarse, como en el béisbol, que fue en planos bilaterales precursor de transmisiones de TV por satélite ya en los remotos años 50.
Tras una apertura a cuentagotas tras semanas de transmisiones de jugadas extraordinarias y algunos momentos especiales de las grandes ligas estadounidenses de ese deporte, la televisión estatal en Cuba acaba de presentar, el domingo por la noche, un partido completo.
El choque entre Nacionales de Washington y los Bravos de Atlanta, en la actual temporada de la llamada Gran Carpa, fue ganado por el equipo de la capital de Estados Unidos el 2 de mayo pasado. Aquí se presentó con más de un mes de retraso.
La demora no lo hizo menos interesante. Ruperto Fernández, un jubilado de 83 años, dijo que “fue grato” ver otra vez un partido de las Major League Baseball (MLB), algo que, comentó, “fue lo único que extrañe por años del enemigo”, aseguró.
Fernández, que vendía automóviles en La Habana en 1957, nunca fue a Estados Unidos y por tanto jamás asistió a un partido de ese deporte en aquel país “pero sí vi muchos peloteros (jugadores) estadounidenses jugando en el torneo profesional cubano, con los equipos Almendares, Habana, Cienfuegos y Marianao”, dijo.
“También vi juegos completos de las grandes ligas por la televisión de aquí en esa época”, aseguró. “La señal no venía por satélite porque eso no existía. No sé como la traían”, narró.
El recuerdo no es una fantasía. En 1954 patrocinadores privados lograron transmitir directamente un juego desde EEUU a Cuba usando un avión equipado con antenas y transmisores, que permaneció en el aire durante todo el juego de la Serie Mundial entre los Indios de Cleveland y los Gigantes de Nueva York.
Desde el estadio se envió la señal televisiva a la sede central de la NBC en New York, y fue captada por el Canal 23 de Fort Lauderdale, Florida, que la retransmitió al avión cubano y desde este se envió a la sede de la emisora CMQ TV en La Habana.
Cuba “devino precursora de lo que se lograría mucho después, con las transmisiones de señales televisivas por vía satélite”, comentó una página en internet de la empresa estatal cubana ICRT, la cual administra actualmente la televisión y la radio cubanas.
Fernández, por su parte, dijo “no haber visto nada del otro mundo” en el partido reciente pasado aquí entre los Nacionales de Washington y los Bravos de Atlanta, pero, concedió, “juegan con elegancia y siguiendo estrictamente la técnica salvo, supongo, cuando pierden la paciencia”.
Desde que se acabó el profesionalismo en este país a inicios de la década de los años 60 , Fernández ha sido un “feroz” fanático de los locales Industriales, el equipo-símbolo actual del béisbol cubano. (ANSA)
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