La combinación del alero LeBron James y el base Kyrie Irving, que anotaron 41 puntos cada uno, permitió a los Cavaliers de Cleveland vencer a domicilio por 112- 97 a los Warriors de Golden State y mantenerse con vida en la serie de las Finales de la NBA que pierden por 2-3 al mejor de siete.
En el Quicken Loans Arena, el jueves, jugarán el sexto partido y forzarán el séptimo y decisivo si vuelven a ganar los Cavaliers.
James consiguió un doble-doble de 41 puntos, incluidos cuatro triples, capturó 12 rebotes (12 defensivos), repartió siete asistencias, recuperó tres balones, perdió dos, y puso tres tapones.
"La realidad es que hemos conseguido ganar un día más de sobrevivir a la eliminación", declaró James al concluir el partido. "La labor ofensiva de Kyrie (Irving) ha sido espectacular y la clave de permitirnos seguir en la competición".
En cuanto a las críticas recibidas por su comportamiento en el cuarto partido con el ala-pívot Draymond Green, que le costó a éste la suspensión y el no poder jugar en el quinto partido, James dijo que no era su asunto lo que puedan pensar de él, lo único que hizo fue defender su honor. Los aficionados de los Warriors no cesaron en abuchearlo al saltar al campo, durante todo el partido y cuando lo abandonó con dirección a los vestuarios.
Irving anotó 41 puntos al encestar cinco triples de siete intentos, y repartió seis asistencias. "Estoy agradecido por lo que hicimos esta noche los dos como líderes, pero me hubiese gustado que la misma situación se diese en los otros partidos", declaró Irving. "Todos confiaron en nuestro liderazgo y eso fue lo que cambió la historia del partido en el cuarto periodo".
James e Irving se convierten en los primeros jugadores de un mismo equipo que consiguen al menos 40 puntos cada uno en un partido de las Finales de la NBA. El pívot Tristan Thompson, sin Green en el partido, dominó dentro de la pintura al capturar 15 rebotes y puso dos tapones.
Otro elemento negativo para el juego interior de los Warriors fue ver cómo en el tercer periodo el pívot australiano Andrew Bogut caía lesionado de la rodilla izquierda y tuvo que abandonar el partido. El equipo no ha dado a conocer el alcance de la lesión hasta que que sea examinado por los doctores.
El escolta Klay Thompson fue el líder del ataque de los Warriors al aportar 37 puntos, incluidos seis triples, mientras que el base Stephen Curry llegó a los 25, capturó siete rebotes y dio cuatro asistencias. El escolta Andre Iguodala, que salió en el puesto de titular de Green, aportó un doble-doble de 15 puntos, 11 rebotes y seis asistencias.
Sin embargo, el banquillo no respondió, ni tampoco lo hizo el alero Harrison Barnes por lo que los Warriors como equipo quedaron con un 36 (32-88) por ciento de acierto en los tiros de campo, y el 33 (14-42) de triples, respectivamente, comparados al 53 (44-83) y 42 (10-24), respectivamente, de los Cavaliers.
El signo más evidente de que los Warriors admitieron su derrota fue ver como los aficionados antes de concluir el partido ya comenzaron a abandonar sus asientos, algo que nunca había sucedido durante toda la temporada. Ahora los Warriors tendrán que volver a Cleveland a conseguir su segundo título consecutivo como hicieron el año pasado cuando ganaron el primero después de 40 sin haber tenido un campeonato nacional.
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