La NFL cerró anoche un histórico partido en México entre los Raiders de Oakland y los Texanos de Houston disputado ante 76.473 aficionados en el estadio Azteca de la Ciudad de México que confirmaron a este país como uno de sus principales mercados a nivel mundial.
En el primer lunes por la noche fuera de Estados Unidos, los Raiders superaron por 27-20 a los Texanos en un encuentro marcado por el comportamiento cívico de los aficionados que apagó la falsa expectativa de que podrían abuchear el himno estadounidense.
La ceremonia se celebró sin contratiempos, con un grupo de 300 niños que formaron en mosaico las dos banderas y la interpretación sin pausa de los himnos, la cantante Becky G. el de EE.UU., y el de México por el cantante Julión Álvarez, con el coro de los hinchas.
El primer lunes por la noche de la NFL fuera de Estados Unidos comenzó con una visita de sus directivos al presidente mexicano Enrique Peña Nieto, quien dialogó con el comisionado en jefe, Roger Goodell.
El partido de los Raiders y los Texanos hizo que por unas horas los aficionados se olvidaran de la inminente liguilla de la Liga mexicana para demostrar porqué son el país con más fanáticos de la Liga estadounidense.
Remodelado y con el aforo disminuido, el Azteca tuvo una gran entrada de 76.473 aficionados, ya lejana de los 103.467 que lo llenaron para ver en el partido de los 49ers de San Francisco y Cardenales de Arizona en 2005.
El estadio, que sólo luce lleno cuando juega la selección mexicana de fútbol o cuando se enfrentan las Águilas del América y las Chivas del Guadalajara, como ocurrirá el jueves en la ida de los cuartos de final de la liguilla por el título, fue un auténtica fiesta.
A su máxima capacidad desde una hora antes del partido, el inmueble, dos veces mundialista en México 70 y 86, dejó a un lado el esférico y las porterías y las reemplazó por el ovoide y los postes del gol de campo, no tan comunes en este estadio.
En las afueras, el ambiente fue festivo, los mexicanos adoptaron y se adaptaron a la indumentaria y los disfraces de personajes que han visto por televisión y algunos en vivo en el estadio de los Raiders y se mostraron como auténticos seguidores del equipo de Oakland.
Rostros pintados de negro y plata y miles de "jerserys" de prácticamente todos los equipos de la NFL fueron el común denominador en el segundo partido oficial en México.
Pero aunque el partido intentó borrar y guardar toda relación con el fútbol "soccer", precisamente el famoso grito de "¡Eeeh puto!", que se ha arraigado en el balompié mexicano y que la ha costado dos multas de la FIFA, estuvo presente en el partido de la NFL en los despejes, puntos extras y goles de campo de Houston, el equipo visitante.
El partido entre Oakland y Houston ha sido el segundo juego oficial de temporada que se disputa en Ciudad de México después del que jugaron el 2 de octubre de 2005 los 49ers de San Francisco y los Cardenales de Arizona.
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