Mark Sánchez, mariscal de los Jets, estará en la portada de la próxima edición de la revista GQ. La foto y el texto que siguen a continuación son parte de esa edición, correspondiente al mes de septiembre.
Mark Sánchez
Cortesía: revista GQ
La temporada pasada, después de que los Jets recibieran una paliza de los Patriots en la Semana 13, llegó otra derrota ante Miami, y luego una ronda de conjeturas. La prensa le preguntó a Rex Ryan, entrenador en jefe de los Jets, si consideraría sentar al mariscal Mark Sánchez. Ryan dijo que sí lo haría.
"Rex es súper honesto", declara Sánchez. "Me gustaría que no fuera tan honesto a veces, sobre todo para decir eso".
Antes de la siguiente práctica, el mariscal fue informado de que Ryan quería darle más tiempo de práctica al reserva y amigo de Sánchez, Mark Brunell. Sánchez asintió con la cabeza, como un buen soldado. Sin embargo, en el campo de la práctica, cuando Brunell se acercó a la reunión ofensiva, Sánchez lo empujó. El coordinador ofensivo Brian Schottenheimer se acercó. Le recordó a Sánchez que Ryan quería que Brunell participara más tiempo en la práctica.
"Yo respondí: 'Que venga él mismo a decírmelo", relata Sánchez. "Y [Schottenheimer] me dijo: 'Vamos, hombre, no hagas eso'."
Finalmente, la crisis pasó y Sánchez mantuvo su puesto. Pero el episodio sigue siendo algo así como un punto delicado para Sánchez. En un vestidor en el que todo es motivo de risas, Sánchez no ha bromeado aún con Ryan acerca de aquella vez en la que el entrenador casi lo envió a la banca. Y no espera hacerlo pronto. "Estaba muy enojado", comenta Sánchez. "Realmente quería pelear con él".
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