miércoles, 31 de agosto de 2011

Se siente más estadounidense que alemán

Las recientes palabras de Philipp Lahm reflejadas en su biografía, en las que criticaba la labor como técnico de, entre otros entrenadores, la del seleccionador estadounidense, Jürgen Klinsmann, no han pasado desapercibidas. Su ex pupilo dijo que los jugadores tenían que reunirse a planificar las tácticas antes de los partidos con el Bayern de Múnich debido a la falta de esquemas y aspectos tácticos que desarrollaba el alemán y que las carencias de Klinsmann presagiaban una pronta marcha.


El DT comentó que el capitán del Bayern y de la selección germana verá las cosas con perspectiva dentro de unos años. "No hay ningún entrenador que sea perfecto para un jugador y viceversa. Llegará el momento en que vea las cosas con perspectiva. A mí me ha pasado, uno nunca está de acuerdo, pero con el paso del tiempo la cosa cambia. Aún recuerdo cuánta razón tuvo Menotti cuando me dedicó unas palabras en Genova".

Las líneas de la biografía de Lahm no sentaron bien al mundo futbolístico y el DT evitó ir más allá en sus declaraciones para no crear polémica. "A la prensa le gusta buscar reacciones para provocar el efecto espiral", comentó. A pesar de ello, sí comentó que esperaba que el jugador se hubiera disculpado con todos los técnicos que criticó.

El técnico optó por definirse como entrenador. "Considero que estoy aprendiendo en todas las áreas. Creo que soy un modelo de técnico más estadounidense que alemán. Creo en la fortaleza y en el poder que tienen los jugadores para resaltar", apuntó.

"Me gusta delegar y aprender de los que más saben. Por eso necesito a mi alrededor gente que sepa más que yo, en caso contrario no aprendo".

Razón que confirma que los asistentes de Klinsmann siempre han tenido un protagonismo especial. Sucede con la figura del mexicano-estadounidense, Martín Vázquez, o incluso con su segundo mientras dirigía a la selección alemana, Joachim Löw, quien se llevó gran parte de los elogios de la gran actuación del equipo en el Mundial de 2006.

Klinsmann admite que tiene carencias como técnico, pero que las suple rodeándose de los mejores. "Este concepto es muy distinto al de la cultura alemana y resulta difícil de entender. He tenido suerte de adaptarme a otros sitios que me han enseñado otras formas de pensar", comentó Klinsmann.

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