Cuatro años han pasado de la edición número 42 del campeonato de la NFL y, para sorpresa de muchos, nuevamente este día se repiten sus protagonistas de aquella ocasión: Gigantes y Patriotas.
Las condiciones en las que llegan no son muy distintas de las que tenían en 2008. Los Gigantes, dirigidos por Tom Coughlin, no fueron la mejor escuadra en la temporada regular, a pesar de que terminaron como primeros de la NFC Este con marca de 9-7, números que por mucho sobrepasa su rival en turno que se adjudicó el título de la AFC Este con un registro de 13-3, fue la mejor ofensiva de toda la conferencia al promediar 317.8 yardas, solo superados por los Packers de Green Bay, que cerraron la temporada con marca de 15-1.
La ofensiva patriota depende mucho del trabajo que realicen sus dos alas cerradas, Aaron Hernández y Rob Gronkowski, quienes consiguieron 24 de los 39 touchdowns por la vía aérea. Pero este último sigue siendo duda para el juego de hoy, luego de que el propio padre del jugador ventiló la lesión de este, el lunes recién pasado.
De resultar cierta la baja de Gronkowski, Tom Brady tendrá que hacer ajuste en sus jugadas de play-action o utilizar aún más a sus receptores abiertos Wes Welker y Dion Branch y combinar las jugadas de atracción y acarreo con sus otras dos armas que le quedan: BenJarvus Green-Ellis y Aaron Hernández. De lo contrario, los Patriotas deberán sacar a relucir su abanico de opciones en ataque.
Frente a esta poderosa metralla de los Patriotas habrá una gran defensiva neoyorquina. Su esquema de 4-3-4 le permite lanzar cargas a la bolsa de protección por conducto de sus alas defensivas Jason Pierre-Paul y Justin Tuck, quienes buscarán capturar a Brady, aunque esto generará espacios que deberán ser cubiertos oportunamente por los apoyadores Mathias Kiwanuka y Michael Boley y, así, cerrarles las trayectorias a los Patriotas.
El duelo se presenta, además, como un choque de variables. Los Patriotas con sus alas cerradas y los Gigantes con uno de los mejores receptores abiertos de toda la Liga, Víctor Cruz. Este ala abierta, proveniente de la Universidad de Massachusetts, es la nueva sensación de la NFL al conseguir más de 1,536 yardas y 9 touchdowns en temporada regular.
Junto a Cruz estará el running back Ahmad Bradshaw, quien no ha sido determinante en esta temporada pero tiene las condiciones para driblar cualquier defensiva y hacer la diferencia en el juego de esta noche. Por su parte, Tom Brady intentará ganar su cuarto anillo de campeonato, ponerse al nivel de Joe Montana, Chuck Noll y Charles Haley y así asegurarse un puesto en la historia de toda la NFL.
Hace cuatro años, los Gigantes habían terminado como segundos de su división mientras que los Patriotas culminaron una temporada de ensueños con marca de 16-0, situación que presagiaba un triunfo de Nueva Inglaterra, pero la historia fue otra en Glendale, Arizona, donde los Gigantes se coronaron tras ganar 17 a 14, con una remontada espectacular.
Hoy solo queda esperar a ver si los Pats son capaces de revertir esa historia negativa que tiene en enfrentamientos de Super Bowl frente a los “hombres G”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario