Como si no fuera suficiente presión el tratar de integrar el bullpen de los Tigres de Detroit, el lanzador venezolano Brayan Villarreal ha tenido otras preocupaciones más importantes que los bateadores rivales en los últimos días.
El viernes en la noche, la familia de Villarreal fue atacada por tres hombres que robaron su casa y amenazaron con secuestrar a todos en San Diego, Valencia, a 180 kilómetros (112 millas) al este de Caracas, la capital de Venezuela.
Los malandros golpearon fuertemente al padre de Villarreal y amenazaron con disparar a la madre y al hermano pequeño si hacían ruido. Para complicar la situación, la policía se presentó a la casa avisada por un vecino mientras los malhechores aún estaban en el interior de la vivienda.
Héctor Gómez, el agente de Villarreal, dijo a ESPNDeportes.com que la unidad de seguridad de Grandes Ligas en Venezuela ya está al tanto de la situación. También la directiva de los Tigres.
"Fue una situación realmente peligrosa, gracias a Dios que todos salieron ilesos, pero la familia tuvo que abandonar su casa e irse a otro lugar por temor a ser atacada nuevamente", dijo Gómez, de la agencia Suarez y Asociados.
"Los tipos pusieron una pistola en la boca del padre de Brayan y de su hermanito de 14 años, amenazando con volver y secuestrar a todos si decían algo a la policía. Cuando las autoridades llegaron a la casa para averiguar si pasaba algo, amenazaron a todos para que no abrieran la puerta", dijo Gómez.
Villarreal, de 25 años, tuvo marca de 3-5, efectividad de 2.63 y ponchó 66 bateadores en 54.2 entradas el año pasado. Ha trabajado en tres encuentros esta primavera y es uno de los candidatos del manager Jim Leyland para disputar el puesto de cerrador a su compatriota Bruce Rondón.
"Su familia no fue lastimada. Él se mantiene en los entrenamientos y su plan es permanecer en los entrenamientos", dijo el presidente, director ejecutivo y gerente general de los Tigres, Dave Dombrowski, el domingo.
Villarreal autorizó a su agente el contar la historia para que sirva de advertencia a otros peloteros sobre el peligro que enfrentan sus familiares en Venezuela.
La inseguridad ciudadana es uno de los problemas más graves que enfrentan los venezolanos actualmente. Los secuestros han aumentado considerablemente en los últimos años, superando los 600 en el 2009, de acuerdo a estadísticas de las autoridades.
En noviembre pasado, el secuestro y posterior rescate del receptor Wilson Ramos, de los Nacionales de Washington, mantuvo en vilo a la nación sudamericana. En noviembre del 2010, el padre del intermedista Alexi Amarista, de los Padres de San Diego, fue asesinado durante un atraco para robarle un costoso reloj en Barcelona, estado Anzoátegui.
"Brayan está bien y enfocado en la próxima temporada, pero en realidad no es fácil jugar pelota tranquilamente mientras tu familia ha pasado por algo semejante en casa", dijo Gómez.
Al ser cuestionado sobre si Villarreal permanecería en su itinerario normal ante los sucesos, Leyland dijo, "Vamos a tocar de oído, como se hace cuando tienes cualquier interrupción debido a una situación personal".
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