Pocas veces se pudo decir que al gran partido del Súper Bowl, la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), llegaron los dos mejores equipos, y una de ellas será la de este año cuando hoy, domingo, los Patriots de Nueva Inglaterra y los Seahawks de Seattle disputen la 49 edición.
Campeones de la Conferencia Americana (AFC) y Nacional (NFC), respectivamente, con cuatro títulos combinados y diez viajes anteriores al Súper Bowl, llegan al undécimo con una constelación de estrellas que esperan ofrecer un gran espectáculo deportivo cuando salgan al cuidado césped natural del University of Phoenix Stadium, de Glendale (Arizona), escenario del partido.
Los protagonistas del mayor espectáculo deportivo del año en Estados Unidos a través de sus respectivos entrenadores confirmaron que están listos para el gran reto y lo mismo todo lo que gira en torno a la organización del partido que paraliza al país entero.
Desde el jueves ya no hay entradas a la venta y se batió la marca de todos los tiempos con un precio promedio de 6.500 dólares por cada una de las 73.000 que es el aforo del estadio.
La cadena de televisión NBC ya tiene vendidos todos los espacios de publicidad a un precio de 4,5 millones de dólares por cada segmento de 30 segundos e ingresos de 360 millones de dólares.
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