sábado, 2 de junio de 2012

Rams: operadora rechaza plan para el estadio

Este viernes la agencia que opera que Edward Jones Dome rechazó el plan propuesto por los St. Louis Rams para mejorar el estadio, que tiene 17 años de antigüedad.

Edward Jones Dome
APEl inmueble tiene 17 años en operación

La agencia, St. Louis Convention & Visitors Commission, dijo en un breve comunicado que cree que "es del mejor interés de la comunidad y de los Rams entablar un diálogo importante durante las siguientes dos semanas, y que esperamos la oportunidad de hacerlo a la mayor brevedad posible".

Bajo los términos del contrato de arrendamiento, ambas partes tienen hasta el 15 de junio para tratar de llegar a un acuerdo. De lo contrario, comenzaría el arbitraje. El proceso de arbitraje podría durar hasta el final del año.

"El público ahora ha visto ambas propuestas", declaró Jeff Rainford, jefe de gabinete del alcalde de St. Louis, Francis Slay. "Ambas son totalmente diferentes. Probablemente nos dirigimos a donde todos pensaron todo el tiempo, al arbitraje".

Bajo los términos del contrato de arrendamiento de 30 años entre la agencia y los Rams, el domo debe encontrarse entre los ocho mejores estadios de la NFL antes del inicio de la temporada del 2015. Si no, el equipo puede rescindir el acuerdo y potencialmente convertirse en el segundo equipo de la NFL que se va de St. Louis en los últimos 25 años.

Ninguna de las partes ha proporcionado detalles de cómo será evaluado el valor de la mejora del estadio, sin embargo Rainford ha dicho que la agencia simplemente debe probar que el domo es de excelencia en varias categorías diferentes. Mientras algunas son subjetivas, otras no, incluyendo el tamaño del marcador.

El domo, que abrió sus puertas en 1995, después de que el equipo se reubicó desde Los Angeles, fue construido con dinero de la ciudad, del condado de St. Louis y de los contribuyentes de Missouri.

El rechazo de la agencia no fue inesperado, dada la amplia discrepancia entre el plan de los Rams y uno que se presentó en febrero. Ese plan establecía 124 millones de dólares en mejoras, tales como un gran marcador y mejores asientos del equipo. También habría requerido que los Rams asumieran el 52 por ciento del costo. Los contribuyentes tendrían que aprobar el financiamiento para el restante 48 por ciento.

La contrapropuesta de los Rams, presentada el 1º de mayo, fue mucho más elaborada, planteando un nuevo techo con panel retráctil, reemplazando gran parte del exterior de ladrillo con una fachada de cristal, incluso le cambiaba el sentido a una calle cercana.

Los Rams no proporcionaron un costo estimado, pero Rainford declaró que el plan costaría cerca de 700 millones y el domo, que también alberga convenciones, tendría que ser cerrado para su renovación por espacio de tres años, costándole potencialmente a la ciudad 500 millones en ingresos por las convenciones.

Los Rams tenían la intención de que su propuesta no se diera a conocer públicamente. Pero el Ministro de Justicia de Missouri, Chris Koster, la dio a conocer el 14 de mayo en contra de los deseos del equipo, después de varias solicitudes de transparencia gubernamental realizadas por parte de los medios de comunicación, incluyendo a The Associated Press, que afirmaba que, toda vez que los contribuyentes están pagando 720 millones durante 30 años para financiar el domo, los registros relacionadas a la obra deben estar abiertos.

El propietario, Stan Kroenke, no se ha comprometido con el futuro del equipo si el domo no es mejorado. Él es originario de Missouri y se convirtió en propietario minoritario cuando Georgia Frontiere llevó a los Rams a su ciudad natal, en St. Louis.

Pero Kroenke tiene una propiedad en Malibu, California, e infructuosamente buscó comprar al equipo de béisbol de Los Angeles Dodgers, llevando a la especulación de que los Rams podrían dirigirse al oeste después de la temporada del 2014 sin una mejora importante en el domo.

St. Louis ya ha pasado por eso antes. El equipo de fútbol americano de los Cardinals se mudó a Arizona después de la temporada del 1987, cuando el propietario, Bill Bidwill no pudo conseguir un estadio propio. Los equipos de fútbol americano y de béisbol de los Cardinals compartían el viejo Busch Stadium.

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