Bernard Pollard está aportando su cuota de arrogancia a los Tennessee Titans.
El profundo que se unió a los Titans como agente libre luego de jugar con los campeones del Super Bowl, Baltimore Ravens, la temporada pasada, hizo algunas declaraciones atrevidas para la primera temporada con su nuevo equipo en una entrevista con The Tennessean.
"Nuestro objetivo es el Super Bowl, y nuestra misión es matar", señaló Pollard al diario, apuntando a su mensaje escrito con plumón en un pedazo de papel pegado a su casiller en el Baptist Sports Park. "Y si a alguien no le gusta, ¿a quién le importa? Realmente no podría importarme menos. No es nuestra responsabilidad hacer felices a los demás, complacerlos.
"Nuestra responsabilidad es proteger el LP Field, y nuestra responsabilidad es robar triunfos como visitantes. Nuestra responsabilidad es golpearlos como defensiva, y eso es lo que vamos a hacer en todos los partidos. Debes tener esa mentalidad porque nadie se preocupa por los Tennessee Titans. Nadie. Así que hay que tener respeto. Eso es lo que tenemos que hacer. Sí, este equipo puede llegar al Super Bowl".
Las palabras del profundo fuerte podrían ser un poco prematuras. Los Titans que están en reconstrucción, y que no han ganado un partido de playoffs desde el 2003, tuvo marca de apenas 6-10 la temporada pasada y permitió 471 puntos, la mayor cantidad en la historia de la franquicia.
Pollard también indicó al diario que no habría firmado con los Titans si no hubiese pensado que el equipo podía competir.
"No estoy tratando de perder el tiempo", sentenció.
En Tennessee, Pollard estará jugando bajo la dirección de un cuerpo de entrenadores defensivos que incluye a Gregg Williams, quien está regresando esta temporada después de su suspensión por su participación en el escándalo de las recompensas de los New Orleans Saints.
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