Scott Hairston revivió en su mente esas noches cuando su padre, Jerry Hairston Sr., regresaba tras finalizar el juego en el viejo Comiskey Park de los Medias Blancas de Chicago, preparándose para hacer maletas e irse con el equipo para cumplir con la parte del itinerario que incluía giras de por lo menos dos semanas.
Su ánimo bajaba un poco, pero al final entendía cuando el padre, quien tuvo una carrera de más de 10 años en Grandes Ligas, le aseguraba que todo era parte de la vida de un pelotero para tener la oportunidad de proveer para su familia.
"Lo primero fue duro. Algunas veces se me olvidaba. Fue difícil. Fue duro para mi mamá también, criando cinco niños mientras mi papá esta en la ruta por una semana", Hairston relataba durante una entrevista con ESPNDeportes.com.
"Esto fue su trabajo. Esto es parte de eso. Ahora yo lo vivo", señalo Hairston mientras los Cachorros de Chicago abrían una gira de siete partidos que comenzó en Citi Field contra los Mets de Nueva York y culminará en San Luis ante Cardenales.
Cada vez que sus hijos, Landon, de siete años, y Dallas, de cinco, se sienten triste al ver que su papi tiene que irse de casa por un período prolongado, le ofrece las mismas palabras de enseñanza.
"Le explico a mis hijos que esto es lo que yo tengo que hacer para jugar. Simplemente no me puedo quedar en casa todo el tiempo y jugar como el equipo local", dijo Hairston.
El jardinero de los Cachorros admitió que aunque esos viejos momentos entre padre e hijo fueron difícil para él, fueron algunas de las instancias de por qué en días como el de hoy, celebrado como el Día de los Padres, es el hombre que es gracías a todas las enseñanzas de su padre.
Desde niño y todavía hoy como un hombre de 33 años, sigue los pasos de sus papá.
"Es un día especial para reconocer lo que mi padre ha significado para mi. Tuvo una gran influencia en lo que yo hago ahora para ganarme la vida", afirmó Hairston.
La familia Hairston representa a tres generaciones que han llamado las Grandes Ligas su hogar. Su abuelo Sam Hairston jugó en la Negro League y por una temporada con los Medias Blancas. Su tio Johnny fue parte de los Cachorros y su hermano Jerry Hairston Jr. esta con los Dodgers de Los Ángeles.
Pese a que nació con un bate y un guante, su padre nunca lo obligó a jugar pelota.
"Nunca me puso presión para que yo jugara, pero siempre dispuesto para ayudarme para llegar adonde tuviera que estar. Siempre he estado muy agradecido", agregó Hairston.
Recordó los días cuando su padre lo llevaba a él y al resto del clan de los Hairstons para pasar el tiempo en el estadio, pero fue algo no lo dieron por supuesto, agradeciendo digna ocasiones.
"Papá se aseguro que nosotros entendiamos eso. Siempre me djio que muchos niños no tenían esa oportunidad de tener el chance de estar en un terreno de las mayores y estar alrededor de los jugadores", sentenció Hairston.
"A una edad joven, lo agradecí mucho. Lo tomé todo y eso realmente me hizo trabajar muy duro. Lo experimenté como niño y lo quise experimentar como un adulto siendo un pelotero", explicó Hairston, quien ha jugado para con Diamondbacks de Arizona, Padres de San Diego, Atléticos de Oakland y los Mets.
"Estoy muy contento en que pude tener la influencia que tuve cuando iba creciendo porque si no la hubiese tenido, no sé dónde estaría ahora mismo".
Como padre, para Hairston y el resto de sus colegas en la gran carpa de las Grandes Ligas, se le hace difícil estar lejos de sus hijos especialmente cuando van a su primer día escolar, una fiesta de cumpleaños, un partido de pequeñas ligas o sus primeros pasos o palabras.
A diferencia de Hairston y sus hermanos en los días cuando su padre jugaba, Landon y Dallas tienen la suerte de viajar mucho durante la temporada y visitar a diferentes estadios. Incluso, viajan con su padre y mamá durante este viaje.
Pero todavía no es suficiente.
"Es duro porque se viaja mucho y estas lejos de la familia. Algunas veces es difícil. Como peloteros perdemos mucho".
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