El ala-pívot LaMarcus Aldridge, en menos de 48 horas, pasó de estar listo a ingresar en un quirófano a volver a la competición por la puerta grande, y ser de nuevo el líder que guió ayer a su equipo de los Trail Blazers de Portland a un importante victoria en la jornada de la NBA.
Los Trail Blazers el jueves habían anunciado que este fin de semana, Aldridge, el líder encestador del equipo, se había roto el ligamento colateral del dedo pulgar de la mano izquierda durante una acción del partido que el equipo disputó contra los Kings de Sacramento, y necesitaba operación y perderse al menos entre seis y ocho semanas.
Nada de eso sucedió, sino todo lo contrario. A primera hora del sábado, el equipo, de manera oficial, comunicaba que Aldridge aplazaba el paso por el quirófano y jugaría por la noche contra los Wizards de Washingon, para quienes se convirtió en la pesadilla que los derrotó y dio el triunfo a los Trail Blazers por 103-96.
Aldridge, a pesar que tiene que jugar con dolor, respondió con 26 puntos, nueve rebotes y dos recuperaciones de balón que hizo poner de pie a los seguidores de los Trail Blazers que se encontraban en el Moda Center, de Portland, y vitorearlo al grito de "MVP, MVP, MVP".
El alero estrella de los Trail Blazers, nueve temporadas como profesional, todas en Portland, ya es el segundo en la lista de todos los tiempos del equipo en puntos (11.782) y rebotes (5.095), solo superado por Clyde Drexler que tiene 18.050 y 5.339, respectivamente.
La vuelta y el liderazgo de Aldridge hizo que de inmediato el base Damian Lillard también respondiese con 20 tantos, y los Trail Blazers rompieron racha de dos derrotas seguidas y siguen destacados al frente de la División Noroeste.
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