Sin ánimo de ofender al JMV ni a los Chicago Bulls, pero el campeón de la Conferencia Oeste, los Dallas Mavericks, todavía tienen algo pendiente con Dwyane Wade y el Miami Heat.
Como era de esperar, no les importó declarar públicamente cuál es su oponente favorito en las Finales de la NBA 2011. Así, después de ver a los Mavs recuperarse a tiempo de una crisis una vez más en una victoria por 100-96 en el Juego 5 sobre el joven y lleno de recursos Oklahoma City Thunder, los 21,092 fanáticos enardecidos con camisetas azules con la leyenda, "El momento es ahora", lo dijeron por ellos.
"¡Superen al Heat!". Se escuchó por todos lados mientras los Mavs levantaban el trofeo de plata de la Conferencia Oeste. "¡Superen al Heat!¡Superen al Heat!".
No importa que Dirk Nowitzki -- curiosamente el primero en dejar la celebración después del partido porque, como él diría después, "ya estaba pensando en la final" -- y Jason Terry sean los únicos sobrevivientes de las miserables Finales del 2006.
Cada jugador de los Mavericks entiende la seguidilla de decepciones que ha perseguido a esta franquicia desde entonces y cómo la misma ha formado, e incluso llegado a definir, la carrera de otra manera brillante de Nowitzki.
Terry, quien se tatuó el Trofeo Larry O'Brien en su bíceps derecho durante la pretemporada, nunca ha dudado de la creencia de que el trofeo del campeonato '06 del Heat por derecho le pertenece a Dallas. Nunca van a recuperar ese, pero final, notable e incluso incomprensiblemente, van a tener otra oportunidad de redimirse.
¿Hay alguna historia más jugosa que la de los Mavs? Han contemplado todos los fantasmas de los playoffs del pasado en esta postemporada dominante, desde sus fracasos de visitantes, los colapsos mentales y los maleficios de los árbitros.
Sólo queda uno.
No importa que sólo Wade y Udonis Haslem permanezcan en el roster del Heat o que Pat Riley ahora dirija la operación desde su asiento central en la cancha. O que LeBron James haya llevado su talento a South Beach en busca de su primer título. Sigue siendo el Heat, y lo que pasó hace cinco años aún duele.
Dirk Nowitzki
Matthew Emmons/US PresswireDirk Nowitzki sólo se concentra en la Final ante el Heat
"No importa a quien enfrentemos", dijo Terry rotundamente. "Quien sea que aparezca en esos uniformes sabe que vamos a dar pelea, porque vamos a entrar y dejar todo en la cancha. Sabemos lo que pasó la última vez, y nuestro trabajo en esta oportunidad será cerrar el trato".
Entonces Terry pensó por un momento y agregó: "Siempre lo he dicho, sin embargo, cada vez que enfrentamos al Heat, siempre ha sido algo especial, incluso en la temporada regular esos cinco años".
Disculpas a Derrick Rose y los Bulls. La final de la Conferencia Este terminó el jueves. Los Súper Amigos de Miami, percibidos no como los superhéroes de la NBA, sino como los malvados villanos, remontaron y vencieron a los Bulls para ganarse su pasaje a la Final.
Mientras tanto, los Súper Amigos de Dallas, una descripción totalmente precisa de este grupo que en su mayoría son veteranos de treinta y algo, se fijaron la meta del campeonato en el campo de entrenamiento, perseveraron en medio de las lesiones y la adversidad y nunca se apartaron de la unión desinteresada que se comprometieron respaldar en octubre, en más o menos el mismo tiempo que los Vigilantes de Texas hicieron su recorrido improbable hasta la Serie Mundial.
Los Mavs ganaron las finales del Oeste de la misma manera que barrieron a los dos veces campeones, Lakers, tomando medidas drásticas en la defensiva y con una ejecución casi perfecta de la ofensiva en momentos cruciales. Desde el colapso del Juego 4 en el Rose Garden en Portland, el último momento aquí-vamos-de nuevo, Dallas tiene una marca dominante de 10-1.
Los Mavs se recuperaron de un déficit de 16 en el Juego 1 en L.A. La remontada histórica en el Juego 4 en Oklahoma City fue otro momento brillante en la determinación endurecida de este equipo. Y en el Juego 5, con el Tunder dejando cada onza de energía en la cancha y amenazando con enviar la serie al norte del Red River, Nowitzki encestó el triple, pero sin embargo no sintió la desesperación de los últimos años de tener que hacerlo todo él mismo.
Shawn Marion igualó a Nowitzki con 26 puntos y una mejor defensa sobre Kevin Durant. Jason Kidd dirigió la ofensiva con 10 asistencias y una pérdida. J.J. Barea brindó una importante chispa desde el banco con 11 puntos en la primera mitad.
"Psicológicamente hubo cosas que podrían habernos hundido, pero nuestros muchachos no aflojaron", dijo el entrenador Rick Carlisle, quien dirigirá en las Finales de la NBA por primera vez. "Y el momento llegará [para el Thunder], pero no es ahora. Sentimos que es nuestro momento de salir adelante".
Cada serie ha tenido héroes diferentes.
Sin embargo, el carácter desinteresado y la camaradería de este equipo nunca fueron más evidentes que cuando se calzaron las gorras de campeonato y se reunieron alrededor del trofeo para la presentación. El propietario del equipo, Mark Cuban, literalmente tuvo que empujar a Nowitzki al frente. Kidd se deslizó sutilmente detrás de Barea y Terry, permitiéndoles pararse junto a Nowitzki detrás del trofeo, los tres Mavs de mayor antigüedad.
Uno de los miembros más recientes, el emocional centro Tyson Chandler -- quien se dirigió al público levantando cuatro dedos en el aire y gritando "¡Cuatro más! ¡Cuatro más!"-- dijo que desde el momento que llegó a Dallas mediante un aburrido intercambio en la temporada baja creyó que los Mavs podrían subir la montaña.
"La cantidad de talento que tenemos en estos vestidores, de arriba a abajo, y luego sentí cuando llegué aquí que podría darle una cierta ventaja al equipo", dijo Chandler, cuyo rebote ofensivo dio lugar al triple de segunda oportunidad de Nowitzki que los puso arriba en el marcador con 1:14 en el reloj. "Una mezcla de esa ventaja y todo el arsenal que ya existía aquí sería perfecto".
Como Nowitzki señaló más de una vez, esta postemporada aún no es perfecta.
"Ha sido un largo trecho aquí", dijo Nowitzki, tal vez el jugador más valioso de los playoffs promediando 28.4 puntos por partido. "Después del año que perdimos en las Finales, regresamos, ganamos casi 70 partidos, tuvimos una gran temporada y perdimos en la primera ronda. Hemos estado tratando de volver a esta instancia desde entonces y fracasamos varias veces".
Nowitzki y los Mavs están de vuelta. ¿No sería grandioso que el Heat lo esté también?
"Esperemos poder terminar el trabajo esta vez", dijo Nowitzki.
Terminar es algo que los Mavs han estado haciendo muy bien.
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