El proceso de búsqueda para fichar a un nuevo entrenador parece haber llegado a su final dentro de la organización de los Houston Rockets después de alcanzar un acuerdo de principio con el miembro de Salón de la Fama, Kevin McHale.
Varias fuentes periodísticas señalan que los Rockets le habrían ofrecido de manera oficial a McHale el puesto de entrenador, vacante desde que renunció el veterano Rick Adelman al concluir la competición de la pasada temporada regular y en la que el equipo, por segundo año consecutivo, no pudo estar en la fase final.
Aunque el ofrecimiento es oficial, ambas partes todavía se mantienen en plenas negociaciones y el contrato definitivo todavía no está cerrado.
Los Rockets se decidieron por McHale después de haber realizado entrevistas a varios candidatos como fueron Lawrence Frank y Dwane Casey, entrenadores asistentes con los Boston Celtics y Dallas Mavericks, respectivamente.
McHale, que actualmente trabaja como analista de televisión con la cadena TNT, dirigió a los Minnesota Timberwolves, organización en la que también ocupó el puesto de gerente general.
Por dos veces, McHale tuvo que encargarse de forma interina del equipo para sustituir al entrenador Flip Saunders y conseguir una marca de 39-55.
Su primera experiencia como entrenador fue la más positiva cuando sustituyó a Flip Saunders y logró marca ganadora de 19-12 en la temporada del 2004-05.
Pero ya no le resultó igual al ocupar el puesto de Randy Wittman, y en los 63 partidos de la temporada regular del 2008-09 consiguió marca perdedora de 20-43.
La elección de McHale deja todavía más en evidencia y cuestionada la decisión de los Rockets de no mantener al frente del equipo a un profesional como Adelman, uno de los mejores entrenadores que hay actualmente en la NBA.
El único acierto de McHale como dirigente fue seleccionar al ala-pívot Kevin Garnett, al que eligió siendo colegial, sin haber pasado por la universidad.
La decisión de McHale le generó todo tipo de críticas por parte de los seguidores de los Timberwolves para luego demostrar que fue todo un acierto, aunque su traspaso a los Boston Celtics fue un auténtico regalo que le hizo al equipo en el que triunfó como jugador profesional junto a Larry Bird y Robert Parish.
Los Rockets, que se han quedado sin estar en la fase final en las dos últimas temporadas debido a la ausencia por lesión del pívot estelar, el chino Yao Ming, tienen ahora el gran dilema no sólo del nuevo entrenador sino que hacer con el futuro de su jugador franquicia.
Ming ha sufrido graves lesiones en los tobillos y pies por lo que su futuro está en el aire al concluir este verano su contrato con los Rockets, que le pagó 17 millones de dólares en sueldo en la última temporada sin jugar.
El pívot chino ha declarado que desea seguir con el equipo tejano, pero los directivos de los Rockets y especialmente el equipo médico no lo tienen tan claro de que pueda volver a ser un jugador dominante bajo los aros.
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