LeBron James y el Miami Heat no pudieron evitar que los Dallas Mavericks ganaran el último campeonato de la NBA, pero el domingo al menos lograron que la defensa de ese título comenzara de la peor manera.
James consiguió 37 puntos, 10 rebotes y seis asistencias para que el Heat iniciara su temporada con una victoria por 105-94 sobre los locales Mavericks.
El marcador final no reflejó la paliza que el Heat le dio a los campeones, que perdían por 15 tras el primer cuarto, por 21 al llegar al descanso y por 35 a los pocos minutos de comenzar la segunda mitad.
Quizás la ceremonia de izamiento de su bandera de campeones dejó a los Mavericks demasiado emocionados o, lo que es más probable, la plantilla aún no se combina bien tras los cambios de personal.
Miami hizo que el partido pareciera un paseo, al anotar 30 puntos o más en cada uno de los tres primeros cuartos. James hizo la jugada más espectacular al darle con la punta de los dedos un pase junto al aro a Dwyane Wade para que volcara la pelota.
Wade terminó con 26 puntos, ocho rebotes y seis asistencias y el Heat reforzó su estatus como uno de los candidatos a ganar el título. Udonis Haslem aportó nueve puntos y 14 rebotes.
Dallas no dio señales de vida hasta que su nuevo ala pivote Lamar Odom se fue expulsado tras discutir un fallo al final del tercer cuarto. Poco después, Jason Terry encabezó una remontada que llevó a los Mavericks a 17 puntos del Heat a mitad del último parcial.
Pero el entrenador de Dallas, Rick Carlisle, no creyó probable que su equipo se recuperara del todo y dejó a Dirk Nowitzki, Jason Kidd y Shawn Marion en el banco durante todo el último período.
Terry fue el máximo anotador de Dallas con 23 puntos. Nowitzki anotó 21 en tres cuartos. Marion hizo 12 y Delonte West aportó 10 en su debut con Dallas.
Otro recién llegado, Vince Carter, registró cinco puntos, dos rebotes y tres robos en 21 minutos.
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