El piloto de los Rays, Joe Maddon, abordó en forma desapasionada las posibilidades que tiene Tampa Bay de consumar una remontada prácticamente inalcanzable contra los Rangers de Texas en la primera ronda de la postemporada en la Liga Americana.
Abajo por 2-0 luego de perder los dos primeros partidos de la serie en casa, los campeones de la división Este en la Americana se recuperaron y ganaron los dos siguientes de visita y forzaron el quinto y decisivo encuentro del martes en el Tropicana Field.
Cliff Lee abrirá por Texas con la esperanza de terminar lo que empezó con una actuación dominante en el primer encuentro.
Los Rangers empezaron con un triunfo de 5-1 y estaban a cinco outs de ganar su primera serie de postemporada cuando los balbucientes _en palabras de Maddon_ recuperaron el ánimo.
"La mentalidad de avanzar es un gran elemento en esta serie", dijo Maddon, quien pondrá en la lomita a David Price, que lleva 19 victorias, en una reproducción del enfrentamiento de los abridores del juego uno.
En los tres primeros encuentros simplemente no nos aparecimos. De pronto nos aparecemos, ¿para qué, un partido y medio? Definitivamente hay algo diferente en la caseta y dentro del equipo. Regresa adonde estaba, y es ahí donde necesitamos estar. Enfrentamos muy bien nuestras emociones internas, y no tuvimos ninguna".
Los Rays, que esta campaña tuvieron el mejor registro de la Americana, aspiran a ser el sexto equipo en la historia de las mayores que gana una serie de postemporada después de perder los dos primeros juegos en casa. Los Yanquis de Nueva York del 2001 fueron el anterior (y el único que remonta en una serie de playoffs a cinco partidos), al recuperarse ante Oakland.
Maddon está complacido con las posibilidades de Price de cumplir la misión, aunque el lanzador _de 25 años_ fue superado por Lee en el primer compromiso.
"No quedó satisfecho con lo que hizo en el primer partido. Lo conozco, asumió una gran parte de la responsabilidad por eso", señaló el piloto. "Pero sí creo que tiene la capacidad, mental y física, de corregir la situación, y eso es lo que veo en David. Veo una actuación muy, muy buena".
Los Rangers son a la fecha la única franquicia de las mayores que nunca ha ganado una serie de postemporada. Superaron en anotaciones por 11-1 a los Rays en los dos primeros encuentros y estuvieron al frente en la octava entrada del juego tres cuando Tampa Bay reaccionó.
Con un promedio de .123 (81-10) incluido un jonrón hasta el quinto inning del tercer partido, los Rays han bateado de .362 (58-21) con cuatro vuelacercas.
El manager de Texas, Ron Washington, tiene confianza en que Lee pueda volver a enfriar los bates.
"Mostraron que pueden derrotarnos en nuestro terreno; mostramos que podemos derrotarlos en su terreno. Ese es el meollo", dijo Washington al preguntársele si tenía un mensaje para su equipo.
Lee aseguró que no se siente muy presionado, pues tiene presente al historial adverso de los Rangers en los playoffs.
"He escuchado algo de eso, pero en realidad no me importa mucho, para ser honesto. Este es un equipo diferente", dijo. "Es un entorno de circunstancias muy diferente".
Price, por su parte, desea redimirse y espera hacerlo contra Lee.
"Con este tipo de situaciones se desarrolla uno, siendo niños que ven y crecen viendo todos los partidos, los partidos de postemporada y los partidos de Serie Mundial, y uno ve duelos como éste", expresó Price. "Ahora que llego a ser parte de uno, necesito aprovecharlo, controlarlo y darnos la oportunidad de ganar.
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martes, 12 de octubre de 2010
Filis 2 Rojos 0
Cole Hamels completó la obra que comenzó Roy Halladay con su partido sin hit, al llevar a los Filis de Filadelfia de regreso a la serie por el campeonato de la Liga Nacional.
Otro lanzador estelar de los Filis, otra actuación dominante.
Hamels ponchó a nueve rivales en un partido completo en el que espació cinco imparables, Chase Utley bateó de jonrón y los Filis derrotaron por 2-0 a los Rojos de Cincinnati para completar la primera barrida en postemporada para Filadelfia en su historia.
Filadelfia, que busca su tercer campeonato consecutivo de la Liga Nacional, recibirá al ganador de la serie entre los Gigantes de San Francisco y los Bravos de Atlanta en la serie de campeonato de la Liga Nacional a partir del sábado y a ganar cuatro de un máximo de siete partidos.
Los Gigantes vencieron el domingo por 3-2 a los Bravos para tomar ventaja de 2-1 en la serie divisional.
Halladay abrió la serie contra los Rojos con una actuación impecable sin permitir imparables. Con Hamels y Roy Oswalt también descansados y listos para la siguiente ronda, los Filis serán un rival muy difícil en la serie de campeonato.
"Tener tres abridores (estelares) definitivamente ayuda. La postemporada se basa en el pitcheo", explicó Hamels.
La ofensiva de los Rojos, la más poderosa de la Liga Nacional, sólo pudo conectar 11 imparables en tres partidos, la menor cifra de un equipo en postemporada, de acuerdo con la firma de estadísticas STATS LLC. La cifra más baja anterior había sido de los Vigilantes de Texas ante los Yankees de Nueva York en 1998.
Hamels obligó a Joey Votto a rodar la pelota para doble matanza después de que Brandon Phillips había abierto la parte baja de la novena entrada con sencillo y luego ponchó a Scott Rolen para ponerle fin al partido.
El zurdo hizo 119 lanzamientos al plato en su primer juego completo de la postemporada, de los cuales 82 fueron para strikes.
Después de que ponchó a Rolen por octava vez en la serie, Hamels apretó un puño y los Filis celebraron con algunos golpes en el pecho y una fila para intercambiar saludos antes de regresar al vestidor para un baño con champaña.
Ciertamente el resultado se vio bastante rutinario, pues el equipo de Charlie Manuel ha logrado dominar estos partidos en los dos últimos años.
"Creo que cuando ya tienes experiencia en postemporada y has tenido la oportunidad de jugar la Serie Mundial en los últimos dos años consecutivos, uno sabe lo que se necesita para llegar hasta esas instancias. No queremos dejarnos arrastrar, tenemos que avanzar y seguir exhibiendo el mejor béisbol que tengamos", agregó Hamels.
Utley, quien fue recibido con abucheos y gritos de "¡Tramposo, tramposo!" antes de cada turno al bate, conectó su cuadrangular al serpentinero dominicano Johnny Cueto en la quinta entrada para darle a los Filis una ventaja de 2-0. Fue su décimo cuadrangular de la postemporada, que lo colocó por delante de Jayson Werth en el primer lugar del equipo en la lista de jonrones en postemporada.
Utley inició la ofensiva del triunfo en el segundo partido de la serie cuando aparentemente fue golpeado por un lanzamiento del relevista cubano Aroldis Chapman en la séptima entrada.
El segunda base estelar de Filadelfia reconoció después del partido que no estaba seguro si la pelota lo había golpeado y por ello los 44.599 aficionados que atestaron el Great American Ball Park de Cincinnati lo abuchearon y le gritaron insultos.
Pero acá no hubo trampas, simplemente una ofensiva oportuna de los campeones actuales de la División Este y todavía campeones de la Liga Nacional.
Los Rojos nunca pudieron recuperarse desde que Halladay lanzó el segundo partido sin hit en la historia de las series de postemporada.
Para empeorar las cosas, los Rojos, campeones sorpresivos de la División Central de la Liga Nacional, tomaron ventaja de 4-0 en el segundo partido de la serie pero se derrumbaron al cometer cuatro errores y terminaron cayendo por 7-4 y eso los dejó a un paso de la eliminación.
Entones Hamels completó la obra.
Reconocido como el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 2008, Hamels mejoró su foja a 7-0 en ocho aperturas en su carrera ante los Rojos de Cincinnati, y en 11 partidos de postemorada ostenta un balance de 6-3.
Hamels sólo permitió que dos corredores de los Rojos llegaran hasta la segunda base, pero ninguno de ellos pisó la antesala.
Por los Filis, el dominicano Plácido Polanco de 4-1, una anotada. El panameño Carlos Ruiz de 4-2.
Por los Rojos, los venezolanos Ramón Hernández de 3-1 y Miguel Cairo de 1-0. El colombiano Orlando Cabrera de 3-0. El dominicano Johnny Cueto, con el bate, de 1-0
Otro lanzador estelar de los Filis, otra actuación dominante.
Hamels ponchó a nueve rivales en un partido completo en el que espació cinco imparables, Chase Utley bateó de jonrón y los Filis derrotaron por 2-0 a los Rojos de Cincinnati para completar la primera barrida en postemporada para Filadelfia en su historia.
Filadelfia, que busca su tercer campeonato consecutivo de la Liga Nacional, recibirá al ganador de la serie entre los Gigantes de San Francisco y los Bravos de Atlanta en la serie de campeonato de la Liga Nacional a partir del sábado y a ganar cuatro de un máximo de siete partidos.
Los Gigantes vencieron el domingo por 3-2 a los Bravos para tomar ventaja de 2-1 en la serie divisional.
Halladay abrió la serie contra los Rojos con una actuación impecable sin permitir imparables. Con Hamels y Roy Oswalt también descansados y listos para la siguiente ronda, los Filis serán un rival muy difícil en la serie de campeonato.
"Tener tres abridores (estelares) definitivamente ayuda. La postemporada se basa en el pitcheo", explicó Hamels.
La ofensiva de los Rojos, la más poderosa de la Liga Nacional, sólo pudo conectar 11 imparables en tres partidos, la menor cifra de un equipo en postemporada, de acuerdo con la firma de estadísticas STATS LLC. La cifra más baja anterior había sido de los Vigilantes de Texas ante los Yankees de Nueva York en 1998.
Hamels obligó a Joey Votto a rodar la pelota para doble matanza después de que Brandon Phillips había abierto la parte baja de la novena entrada con sencillo y luego ponchó a Scott Rolen para ponerle fin al partido.
El zurdo hizo 119 lanzamientos al plato en su primer juego completo de la postemporada, de los cuales 82 fueron para strikes.
Después de que ponchó a Rolen por octava vez en la serie, Hamels apretó un puño y los Filis celebraron con algunos golpes en el pecho y una fila para intercambiar saludos antes de regresar al vestidor para un baño con champaña.
Ciertamente el resultado se vio bastante rutinario, pues el equipo de Charlie Manuel ha logrado dominar estos partidos en los dos últimos años.
"Creo que cuando ya tienes experiencia en postemporada y has tenido la oportunidad de jugar la Serie Mundial en los últimos dos años consecutivos, uno sabe lo que se necesita para llegar hasta esas instancias. No queremos dejarnos arrastrar, tenemos que avanzar y seguir exhibiendo el mejor béisbol que tengamos", agregó Hamels.
Utley, quien fue recibido con abucheos y gritos de "¡Tramposo, tramposo!" antes de cada turno al bate, conectó su cuadrangular al serpentinero dominicano Johnny Cueto en la quinta entrada para darle a los Filis una ventaja de 2-0. Fue su décimo cuadrangular de la postemporada, que lo colocó por delante de Jayson Werth en el primer lugar del equipo en la lista de jonrones en postemporada.
Utley inició la ofensiva del triunfo en el segundo partido de la serie cuando aparentemente fue golpeado por un lanzamiento del relevista cubano Aroldis Chapman en la séptima entrada.
El segunda base estelar de Filadelfia reconoció después del partido que no estaba seguro si la pelota lo había golpeado y por ello los 44.599 aficionados que atestaron el Great American Ball Park de Cincinnati lo abuchearon y le gritaron insultos.
Pero acá no hubo trampas, simplemente una ofensiva oportuna de los campeones actuales de la División Este y todavía campeones de la Liga Nacional.
Los Rojos nunca pudieron recuperarse desde que Halladay lanzó el segundo partido sin hit en la historia de las series de postemporada.
Para empeorar las cosas, los Rojos, campeones sorpresivos de la División Central de la Liga Nacional, tomaron ventaja de 4-0 en el segundo partido de la serie pero se derrumbaron al cometer cuatro errores y terminaron cayendo por 7-4 y eso los dejó a un paso de la eliminación.
Entones Hamels completó la obra.
Reconocido como el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 2008, Hamels mejoró su foja a 7-0 en ocho aperturas en su carrera ante los Rojos de Cincinnati, y en 11 partidos de postemorada ostenta un balance de 6-3.
Hamels sólo permitió que dos corredores de los Rojos llegaran hasta la segunda base, pero ninguno de ellos pisó la antesala.
Por los Filis, el dominicano Plácido Polanco de 4-1, una anotada. El panameño Carlos Ruiz de 4-2.
Por los Rojos, los venezolanos Ramón Hernández de 3-1 y Miguel Cairo de 1-0. El colombiano Orlando Cabrera de 3-0. El dominicano Johnny Cueto, con el bate, de 1-0
Filis 2 Rojos 0
Cole Hamels completó la obra que comenzó Roy Halladay con su partido sin hit, al llevar a los Filis de Filadelfia de regreso a la serie por el campeonato de la Liga Nacional.
Otro lanzador estelar de los Filis, otra actuación dominante.
Hamels ponchó a nueve rivales en un partido completo en el que espació cinco imparables, Chase Utley bateó de jonrón y los Filis derrotaron por 2-0 a los Rojos de Cincinnati para completar la primera barrida en postemporada para Filadelfia en su historia.
Filadelfia, que busca su tercer campeonato consecutivo de la Liga Nacional, recibirá al ganador de la serie entre los Gigantes de San Francisco y los Bravos de Atlanta en la serie de campeonato de la Liga Nacional a partir del sábado y a ganar cuatro de un máximo de siete partidos.
Los Gigantes vencieron el domingo por 3-2 a los Bravos para tomar ventaja de 2-1 en la serie divisional.
Halladay abrió la serie contra los Rojos con una actuación impecable sin permitir imparables. Con Hamels y Roy Oswalt también descansados y listos para la siguiente ronda, los Filis serán un rival muy difícil en la serie de campeonato.
"Tener tres abridores (estelares) definitivamente ayuda. La postemporada se basa en el pitcheo", explicó Hamels.
La ofensiva de los Rojos, la más poderosa de la Liga Nacional, sólo pudo conectar 11 imparables en tres partidos, la menor cifra de un equipo en postemporada, de acuerdo con la firma de estadísticas STATS LLC. La cifra más baja anterior había sido de los Vigilantes de Texas ante los Yankees de Nueva York en 1998.
Hamels obligó a Joey Votto a rodar la pelota para doble matanza después de que Brandon Phillips había abierto la parte baja de la novena entrada con sencillo y luego ponchó a Scott Rolen para ponerle fin al partido.
El zurdo hizo 119 lanzamientos al plato en su primer juego completo de la postemporada, de los cuales 82 fueron para strikes.
Después de que ponchó a Rolen por octava vez en la serie, Hamels apretó un puño y los Filis celebraron con algunos golpes en el pecho y una fila para intercambiar saludos antes de regresar al vestidor para un baño con champaña.
Ciertamente el resultado se vio bastante rutinario, pues el equipo de Charlie Manuel ha logrado dominar estos partidos en los dos últimos años.
"Creo que cuando ya tienes experiencia en postemporada y has tenido la oportunidad de jugar la Serie Mundial en los últimos dos años consecutivos, uno sabe lo que se necesita para llegar hasta esas instancias. No queremos dejarnos arrastrar, tenemos que avanzar y seguir exhibiendo el mejor béisbol que tengamos", agregó Hamels.
Utley, quien fue recibido con abucheos y gritos de "¡Tramposo, tramposo!" antes de cada turno al bate, conectó su cuadrangular al serpentinero dominicano Johnny Cueto en la quinta entrada para darle a los Filis una ventaja de 2-0. Fue su décimo cuadrangular de la postemporada, que lo colocó por delante de Jayson Werth en el primer lugar del equipo en la lista de jonrones en postemporada.
Utley inició la ofensiva del triunfo en el segundo partido de la serie cuando aparentemente fue golpeado por un lanzamiento del relevista cubano Aroldis Chapman en la séptima entrada.
El segunda base estelar de Filadelfia reconoció después del partido que no estaba seguro si la pelota lo había golpeado y por ello los 44.599 aficionados que atestaron el Great American Ball Park de Cincinnati lo abuchearon y le gritaron insultos.
Pero acá no hubo trampas, simplemente una ofensiva oportuna de los campeones actuales de la División Este y todavía campeones de la Liga Nacional.
Los Rojos nunca pudieron recuperarse desde que Halladay lanzó el segundo partido sin hit en la historia de las series de postemporada.
Para empeorar las cosas, los Rojos, campeones sorpresivos de la División Central de la Liga Nacional, tomaron ventaja de 4-0 en el segundo partido de la serie pero se derrumbaron al cometer cuatro errores y terminaron cayendo por 7-4 y eso los dejó a un paso de la eliminación.
Entones Hamels completó la obra.
Reconocido como el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 2008, Hamels mejoró su foja a 7-0 en ocho aperturas en su carrera ante los Rojos de Cincinnati, y en 11 partidos de postemorada ostenta un balance de 6-3.
Hamels sólo permitió que dos corredores de los Rojos llegaran hasta la segunda base, pero ninguno de ellos pisó la antesala.
Por los Filis, el dominicano Plácido Polanco de 4-1, una anotada. El panameño Carlos Ruiz de 4-2.
Por los Rojos, los venezolanos Ramón Hernández de 3-1 y Miguel Cairo de 1-0. El colombiano Orlando Cabrera de 3-0. El dominicano Johnny Cueto, con el bate, de 1-0
Otro lanzador estelar de los Filis, otra actuación dominante.
Hamels ponchó a nueve rivales en un partido completo en el que espació cinco imparables, Chase Utley bateó de jonrón y los Filis derrotaron por 2-0 a los Rojos de Cincinnati para completar la primera barrida en postemporada para Filadelfia en su historia.
Filadelfia, que busca su tercer campeonato consecutivo de la Liga Nacional, recibirá al ganador de la serie entre los Gigantes de San Francisco y los Bravos de Atlanta en la serie de campeonato de la Liga Nacional a partir del sábado y a ganar cuatro de un máximo de siete partidos.
Los Gigantes vencieron el domingo por 3-2 a los Bravos para tomar ventaja de 2-1 en la serie divisional.
Halladay abrió la serie contra los Rojos con una actuación impecable sin permitir imparables. Con Hamels y Roy Oswalt también descansados y listos para la siguiente ronda, los Filis serán un rival muy difícil en la serie de campeonato.
"Tener tres abridores (estelares) definitivamente ayuda. La postemporada se basa en el pitcheo", explicó Hamels.
La ofensiva de los Rojos, la más poderosa de la Liga Nacional, sólo pudo conectar 11 imparables en tres partidos, la menor cifra de un equipo en postemporada, de acuerdo con la firma de estadísticas STATS LLC. La cifra más baja anterior había sido de los Vigilantes de Texas ante los Yankees de Nueva York en 1998.
Hamels obligó a Joey Votto a rodar la pelota para doble matanza después de que Brandon Phillips había abierto la parte baja de la novena entrada con sencillo y luego ponchó a Scott Rolen para ponerle fin al partido.
El zurdo hizo 119 lanzamientos al plato en su primer juego completo de la postemporada, de los cuales 82 fueron para strikes.
Después de que ponchó a Rolen por octava vez en la serie, Hamels apretó un puño y los Filis celebraron con algunos golpes en el pecho y una fila para intercambiar saludos antes de regresar al vestidor para un baño con champaña.
Ciertamente el resultado se vio bastante rutinario, pues el equipo de Charlie Manuel ha logrado dominar estos partidos en los dos últimos años.
"Creo que cuando ya tienes experiencia en postemporada y has tenido la oportunidad de jugar la Serie Mundial en los últimos dos años consecutivos, uno sabe lo que se necesita para llegar hasta esas instancias. No queremos dejarnos arrastrar, tenemos que avanzar y seguir exhibiendo el mejor béisbol que tengamos", agregó Hamels.
Utley, quien fue recibido con abucheos y gritos de "¡Tramposo, tramposo!" antes de cada turno al bate, conectó su cuadrangular al serpentinero dominicano Johnny Cueto en la quinta entrada para darle a los Filis una ventaja de 2-0. Fue su décimo cuadrangular de la postemporada, que lo colocó por delante de Jayson Werth en el primer lugar del equipo en la lista de jonrones en postemporada.
Utley inició la ofensiva del triunfo en el segundo partido de la serie cuando aparentemente fue golpeado por un lanzamiento del relevista cubano Aroldis Chapman en la séptima entrada.
El segunda base estelar de Filadelfia reconoció después del partido que no estaba seguro si la pelota lo había golpeado y por ello los 44.599 aficionados que atestaron el Great American Ball Park de Cincinnati lo abuchearon y le gritaron insultos.
Pero acá no hubo trampas, simplemente una ofensiva oportuna de los campeones actuales de la División Este y todavía campeones de la Liga Nacional.
Los Rojos nunca pudieron recuperarse desde que Halladay lanzó el segundo partido sin hit en la historia de las series de postemporada.
Para empeorar las cosas, los Rojos, campeones sorpresivos de la División Central de la Liga Nacional, tomaron ventaja de 4-0 en el segundo partido de la serie pero se derrumbaron al cometer cuatro errores y terminaron cayendo por 7-4 y eso los dejó a un paso de la eliminación.
Entones Hamels completó la obra.
Reconocido como el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 2008, Hamels mejoró su foja a 7-0 en ocho aperturas en su carrera ante los Rojos de Cincinnati, y en 11 partidos de postemorada ostenta un balance de 6-3.
Hamels sólo permitió que dos corredores de los Rojos llegaran hasta la segunda base, pero ninguno de ellos pisó la antesala.
Por los Filis, el dominicano Plácido Polanco de 4-1, una anotada. El panameño Carlos Ruiz de 4-2.
Por los Rojos, los venezolanos Ramón Hernández de 3-1 y Miguel Cairo de 1-0. El colombiano Orlando Cabrera de 3-0. El dominicano Johnny Cueto, con el bate, de 1-0
Giants 3 Bravos 2
Los Gigantes ganaron otro partido emotivo, de nuevo con ayuda de una endeble defensiva de los Bravos, y San Francisco llegó a la serie de campeonato de la Liga Nacional por primera vez desde el 2002.
Para el piloto de los Bravos, Bobby Cox, ya no habrá más partidos.
Cody Ross conectó de jonrón y empujó la carrera decisiva con un sencillo en la séptima entrada para guiar el lunes a los Gigantes a la victoria por 3-2 en el cuarto partido de la serie, y para terminar con una serie divisional que fue cerrada y tensa hasta el último out.
Cada encuentro fue decidido por una carrera, pero los Gigantes ganaron tres de los cinco posibles y consiguieron la posibilidad de enfrentar a Filadelfia, el dos veces campeón defensor de la Nacional. El primer partido es el sábado en Filadelfia.
Luego de que el dominicano Melky Cabrera, con dos corredores a bordo, bateó un rodado para el out que puso fin a la serie y a la carrera de Cox, los aficionados exclamaron "Bobby! Bobby! Bobby!"
El manager, que se retira esta temporada, salió por fin de la caseta y saludó con la mano en la gorra. Incluso los Gigantes detuvieron por un momento la celebración para aplaudirle a Cox y saludarlo tocándose la guerra con la mano desde el lado de los triunfadores en el terreno de juego.
"Gracias, Bobby Cox", se leía en una pantalla gigante mientras en el estadio resonaba la melodía de "Georgia On My Mind".
Cox se conmovió al mencionar que por última vez se quitaría su uniforme con el número 6.
"Ya no me lo pondré", dijo.
Cuando le preguntaron si le había hablado a sus jugadores, dijo con la voz entrecortada: "Lo hice lo mejor que pude. Les dije que estaba muy orgulloso de ellos".
El abridor Derek Lowe de Atlanta tuvo un intento de partido sin hit hasta la sexta entrada, pero no fue suficiente.
Los Bravos no han conocido la victoria en el Turner Field con una serie de por medio, pues perdieron por octava vez consecutiva en esa situación desde que el estadio fue inaugurado para el béisbol en 1997. Cox ya no tendrá la posibilidad de acabar con ese maleficio debido a que hace más de un año decidió suspender su carrera a los 69 años.
Ahora se dirige al retiro como el cuarto manager con más triunfos en la historia de las mayores (2.504 victorias en temporada regular), lo que seguramente lo llevara al Salón de la Fama de Cooperstown, pese a una deficiencia significativa: en 16 viajes a la postemporada --uno con Toronto, 15 con los Bravos-- los equipos de Cox capturaron sólo un título de Serie Mundial, en 1995.
Un aficionado de los Bravos sostenía un cartel implorando al equipo "Gánenlo por Bobby", pero Ross y los Gigantes no andaban de ánimo para sentimentalismos. Ni siquiera con la conveniencia de saber que el quinto juego regresaría a San Francisco y que el astro Tim Lincecum estaba descansado y preparado para trabajar después de un desempeño de dos imparables y 14 ponches en el primer juego.
Ahora, Lincecum está listo para abrir el primer juego de la serie de campeonato de la Nacional contra Roy Halladay, quien lanzó un juego sin hit la semana pasada en su debut en postemporada. Filis y Gigantes dividieron honores en seis juegos esta temporada.
Los Bravos no pudieron culpar de esta derrota a Brooks Conrad. El campocorto venezolano Alex González tuvo dos errores, incluyendo un lanzamiento alto en la decisiva séptima que le permitió a Ross anotar con dos outs. Ross conectó por la izquierda un sencillo con la casa llena que remolcó la carrera del desempate.
Conrad no jugó como titular después de cometer tres errores en el juego tres, en el que los Bravos estuvieron a un out de ganar para tomar la delantera en la serie.
Los Gigantes resistieron luego de estar dos veces abajo en el cuarto partido, con su novato Madison Bumgarner en la lomita. El zurdo, de 21 años, lanzó como un veterano, al tolerar seis imparables y dos carreras en seis entradas.
Por los Gigantes, el puertorriqueño Andrés Torres de 4-0. El dominicano Juan Uribe de 3-0 con una carrera producida. El colombiano Edgar Rentería de 1-1.
Por los Bravos, los venezolanos Omar Infante de 5-1 con una carrera anotada; y Alex González de 4-1. Los dominicanos Melky Cabrera de 2-0; y Diory Hernández de 1-0.
Para el piloto de los Bravos, Bobby Cox, ya no habrá más partidos.
Cody Ross conectó de jonrón y empujó la carrera decisiva con un sencillo en la séptima entrada para guiar el lunes a los Gigantes a la victoria por 3-2 en el cuarto partido de la serie, y para terminar con una serie divisional que fue cerrada y tensa hasta el último out.
Cada encuentro fue decidido por una carrera, pero los Gigantes ganaron tres de los cinco posibles y consiguieron la posibilidad de enfrentar a Filadelfia, el dos veces campeón defensor de la Nacional. El primer partido es el sábado en Filadelfia.
Luego de que el dominicano Melky Cabrera, con dos corredores a bordo, bateó un rodado para el out que puso fin a la serie y a la carrera de Cox, los aficionados exclamaron "Bobby! Bobby! Bobby!"
El manager, que se retira esta temporada, salió por fin de la caseta y saludó con la mano en la gorra. Incluso los Gigantes detuvieron por un momento la celebración para aplaudirle a Cox y saludarlo tocándose la guerra con la mano desde el lado de los triunfadores en el terreno de juego.
"Gracias, Bobby Cox", se leía en una pantalla gigante mientras en el estadio resonaba la melodía de "Georgia On My Mind".
Cox se conmovió al mencionar que por última vez se quitaría su uniforme con el número 6.
"Ya no me lo pondré", dijo.
Cuando le preguntaron si le había hablado a sus jugadores, dijo con la voz entrecortada: "Lo hice lo mejor que pude. Les dije que estaba muy orgulloso de ellos".
El abridor Derek Lowe de Atlanta tuvo un intento de partido sin hit hasta la sexta entrada, pero no fue suficiente.
Los Bravos no han conocido la victoria en el Turner Field con una serie de por medio, pues perdieron por octava vez consecutiva en esa situación desde que el estadio fue inaugurado para el béisbol en 1997. Cox ya no tendrá la posibilidad de acabar con ese maleficio debido a que hace más de un año decidió suspender su carrera a los 69 años.
Ahora se dirige al retiro como el cuarto manager con más triunfos en la historia de las mayores (2.504 victorias en temporada regular), lo que seguramente lo llevara al Salón de la Fama de Cooperstown, pese a una deficiencia significativa: en 16 viajes a la postemporada --uno con Toronto, 15 con los Bravos-- los equipos de Cox capturaron sólo un título de Serie Mundial, en 1995.
Un aficionado de los Bravos sostenía un cartel implorando al equipo "Gánenlo por Bobby", pero Ross y los Gigantes no andaban de ánimo para sentimentalismos. Ni siquiera con la conveniencia de saber que el quinto juego regresaría a San Francisco y que el astro Tim Lincecum estaba descansado y preparado para trabajar después de un desempeño de dos imparables y 14 ponches en el primer juego.
Ahora, Lincecum está listo para abrir el primer juego de la serie de campeonato de la Nacional contra Roy Halladay, quien lanzó un juego sin hit la semana pasada en su debut en postemporada. Filis y Gigantes dividieron honores en seis juegos esta temporada.
Los Bravos no pudieron culpar de esta derrota a Brooks Conrad. El campocorto venezolano Alex González tuvo dos errores, incluyendo un lanzamiento alto en la decisiva séptima que le permitió a Ross anotar con dos outs. Ross conectó por la izquierda un sencillo con la casa llena que remolcó la carrera del desempate.
Conrad no jugó como titular después de cometer tres errores en el juego tres, en el que los Bravos estuvieron a un out de ganar para tomar la delantera en la serie.
Los Gigantes resistieron luego de estar dos veces abajo en el cuarto partido, con su novato Madison Bumgarner en la lomita. El zurdo, de 21 años, lanzó como un veterano, al tolerar seis imparables y dos carreras en seis entradas.
Por los Gigantes, el puertorriqueño Andrés Torres de 4-0. El dominicano Juan Uribe de 3-0 con una carrera producida. El colombiano Edgar Rentería de 1-1.
Por los Bravos, los venezolanos Omar Infante de 5-1 con una carrera anotada; y Alex González de 4-1. Los dominicanos Melky Cabrera de 2-0; y Diory Hernández de 1-0.
domingo, 10 de octubre de 2010
David Moss Lo acusan de violación
Una azafata de vuelo ha presentado una denuncia por violación contra el jugador de baloncesto estadounidense David Moss, alero del Montepaschi Mens Sana de Siena.
El Mens Sana ha informado, a través de un comunicado, que conoció la noticia de la denuncia a través del propio jugador, que ha manifestado su "sorpresa" por lo sucedido.
La noticia de la denuncia fue publicada ayer por el diario italiano "La Nazione", que revela que los hechos tuvieron lugar el pasado 5 de octubre.
Ambos, según la azafata, se conocieron en un vuelo de regreso a Italia desde Polonia, en el que Moss la invitó a salir.
La joven asegura que durante la cita, Moss la obligó a mantener relaciones sexuales en su coche, mientras que el jugador dice que las relaciones fueron consentidas.
El Mens Sana ha informado, a través de un comunicado, que conoció la noticia de la denuncia a través del propio jugador, que ha manifestado su "sorpresa" por lo sucedido.
La noticia de la denuncia fue publicada ayer por el diario italiano "La Nazione", que revela que los hechos tuvieron lugar el pasado 5 de octubre.
Ambos, según la azafata, se conocieron en un vuelo de regreso a Italia desde Polonia, en el que Moss la invitó a salir.
La joven asegura que durante la cita, Moss la obligó a mantener relaciones sexuales en su coche, mientras que el jugador dice que las relaciones fueron consentidas.
viernes, 8 de octubre de 2010
Moss vuelve a los Vikings como el gran "deseado"
El receptor abierto Randy Moss nunca se pudo imaginar que después de haber sido traspasado hace cinco años por los Vikings de Minnesota, ahora esté de nuevo con el equipo que comenzó su brillante carrera en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Pero no sólo que haya vuelto sino que además lo haga como el gran "deseado" por aficionados, jugadores, entrenadores, directivos y dueños del equipo.
Moss dijo que el traspaso que le permitió dejar a los Patriots de Nueva Inglaterra para volver a Minnesota también le ha dado la oportunidad única de sentirse de nuevo como en su casa.
"Soy muy afortunado por volver a casa, donde todo empezó", declaró Moss, que se refirió a Minnesota como su hogar en siete ocasiones distintas durante la rueda de prensa de su presentación oficial. "Las últimas 48 horas han sido agitadas. No sabía qué esperar. Estoy de regreso en casa".
Después de cumplir con la presentación llegó la hora del primer entrenamiento y Moss llevó puesta la camiseta morada con el número 84, el mismo que siempre tuvo en la etapa inicial de su carrera.
Los Vikings tienen todas las esperanzas que con la llegada de Moss el equipo recupere el potencial de estar entre los que pueden aspirar al título del Super Bowl.
"A todos los aficionados de los Vikings que vayan al Metrodome les digo que se pongan el jersey con el 84", pidió Moss. "Creo que esto será divertido".
Mientras los dueños de los Vikings, Zygi y Mark Wilf, observaban desde un costado del campo de entrenamiento como Moss completaba las primeras atrapadas de pases que le había enviado el veterano mariscal de campo Brett Favre.
Luego también habló con el coordinador ofensivo Darrell Bevell para preparar al máximo todo lo relacionado con su integración en el equipo y el que pueda debutar el lunes cuando los Vikings (1-2) se enfrenten a los Jets de Nueva York (3-1).
Favre ha sido el más beneficiado con la llegada de un receptor abierto estelar de la clase y trayectoria de Moss, de ahí, que el veterano mariscal de campo no pudiese evitar la expresión de "¿Quién lo hubiera pensado?".
Moss pasó sus primeras siete temporadas en Minnesota, donde se reveló como una amenaza para las defensivas secundarias de la liga, en uno de los ataques más poderosos que se hayan integrado jamás.
Pero el comportamiento y la actitud del receptor abierto no fue siempre la mejor y los Vikings decidieron traspasarlo a los Raiders de Oakland en el 2005, donde jugó dos años sin tener a penas protagonismo, por el contrario, perdió presencia en la NFL.
Sin embargo, los Patriots y en especial Bellichick confiaron en su clase y junto con el mariscal de campo Tom Brady vio renacer su carrera para conseguir ganar un Super Bowl, objetivo que también quiere alcanzar con los Vikings.
"La gente con la que hablo me recuerda con la camiseta morada y con el número 84", admitió Moss. "Todavía amo a los Vikings. Afortunadamente me traspasaron aquí. Aun no sé por qué razón. Pero estoy de regreso y ahora eso es lo único que importa".
Los Vikings esperan ver triunfar de nuevo al receptor, el primero es el entrenador en jefe de los Vikings, Brad Childress, que junto a otro mariscal legendario como Favre, considera que va a seguir siendo un receptor productivo y espectacular.
"Lo mejor de este deporte es que uno juega cada semana", comentó Childress, nada más conocer el traspaso. "Si cualquiera dice algo malo de Randy Moss, él tiene la oportunidad de demostrar que ese alguien está equivocado y eso es lo mejor que le puede pasar a un profesional con clase".
Moss se convirtió en una estrella en el fútbol colegial, donde terminó jugando en Marshall, después de que una serie de problemas extradeportivos le costó perder una beca que le había concedido el prestigioso programa de la Universidad de Nostre Dame.
El receptor estelar de los Vikings jugó dos temporadas brillantes con el equipo de Marshall, pero sólo pudo conseguir que los Vikings lo seleccionasen con el número 21 en el sorteo universitario de 1998, ante las dudas que había sobre su carácter.
Moss ha aprendido las lecciones que le ha dado la vida y a sus 33 años ha conseguido que los antes tenían dudas ahora lo consideren un "salvador".
Pero no sólo que haya vuelto sino que además lo haga como el gran "deseado" por aficionados, jugadores, entrenadores, directivos y dueños del equipo.
Moss dijo que el traspaso que le permitió dejar a los Patriots de Nueva Inglaterra para volver a Minnesota también le ha dado la oportunidad única de sentirse de nuevo como en su casa.
"Soy muy afortunado por volver a casa, donde todo empezó", declaró Moss, que se refirió a Minnesota como su hogar en siete ocasiones distintas durante la rueda de prensa de su presentación oficial. "Las últimas 48 horas han sido agitadas. No sabía qué esperar. Estoy de regreso en casa".
Después de cumplir con la presentación llegó la hora del primer entrenamiento y Moss llevó puesta la camiseta morada con el número 84, el mismo que siempre tuvo en la etapa inicial de su carrera.
Los Vikings tienen todas las esperanzas que con la llegada de Moss el equipo recupere el potencial de estar entre los que pueden aspirar al título del Super Bowl.
"A todos los aficionados de los Vikings que vayan al Metrodome les digo que se pongan el jersey con el 84", pidió Moss. "Creo que esto será divertido".
Mientras los dueños de los Vikings, Zygi y Mark Wilf, observaban desde un costado del campo de entrenamiento como Moss completaba las primeras atrapadas de pases que le había enviado el veterano mariscal de campo Brett Favre.
Luego también habló con el coordinador ofensivo Darrell Bevell para preparar al máximo todo lo relacionado con su integración en el equipo y el que pueda debutar el lunes cuando los Vikings (1-2) se enfrenten a los Jets de Nueva York (3-1).
Favre ha sido el más beneficiado con la llegada de un receptor abierto estelar de la clase y trayectoria de Moss, de ahí, que el veterano mariscal de campo no pudiese evitar la expresión de "¿Quién lo hubiera pensado?".
Moss pasó sus primeras siete temporadas en Minnesota, donde se reveló como una amenaza para las defensivas secundarias de la liga, en uno de los ataques más poderosos que se hayan integrado jamás.
Pero el comportamiento y la actitud del receptor abierto no fue siempre la mejor y los Vikings decidieron traspasarlo a los Raiders de Oakland en el 2005, donde jugó dos años sin tener a penas protagonismo, por el contrario, perdió presencia en la NFL.
Sin embargo, los Patriots y en especial Bellichick confiaron en su clase y junto con el mariscal de campo Tom Brady vio renacer su carrera para conseguir ganar un Super Bowl, objetivo que también quiere alcanzar con los Vikings.
"La gente con la que hablo me recuerda con la camiseta morada y con el número 84", admitió Moss. "Todavía amo a los Vikings. Afortunadamente me traspasaron aquí. Aun no sé por qué razón. Pero estoy de regreso y ahora eso es lo único que importa".
Los Vikings esperan ver triunfar de nuevo al receptor, el primero es el entrenador en jefe de los Vikings, Brad Childress, que junto a otro mariscal legendario como Favre, considera que va a seguir siendo un receptor productivo y espectacular.
"Lo mejor de este deporte es que uno juega cada semana", comentó Childress, nada más conocer el traspaso. "Si cualquiera dice algo malo de Randy Moss, él tiene la oportunidad de demostrar que ese alguien está equivocado y eso es lo mejor que le puede pasar a un profesional con clase".
Moss se convirtió en una estrella en el fútbol colegial, donde terminó jugando en Marshall, después de que una serie de problemas extradeportivos le costó perder una beca que le había concedido el prestigioso programa de la Universidad de Nostre Dame.
El receptor estelar de los Vikings jugó dos temporadas brillantes con el equipo de Marshall, pero sólo pudo conseguir que los Vikings lo seleccionasen con el número 21 en el sorteo universitario de 1998, ante las dudas que había sobre su carácter.
Moss ha aprendido las lecciones que le ha dado la vida y a sus 33 años ha conseguido que los antes tenían dudas ahora lo consideren un "salvador".
miércoles, 6 de octubre de 2010
Los Lakers ante el Regal Barça
En tres días, la maquinaria publicitaria de la NBA, con su máximo estandarte, Los Ángeles Lakers, el actual campeón, se pondrá a la máxima potencia en Barcelona, donde los angelinos se medirán al Regal Barça en el segundo partido del equipo de Pau Gasol en la pretemporada europea.
El partido será de alto riesgo para los norteamericanos, faltos de rodaje y con su principal estrella (Kobe Bryant) en plena recuperación de una operación de rodilla a la que se sometió al término de la pasada temporada.
En Londres, los Lakers perdieron ante Minesota Timberwolves (111-92) y el jueves, los de Xavi Pascual, actuales campeones europeos, tienen una buena oportunidad para derrotar a los angelinos.
De hecho, el Barça es uno de los pocos equipos europeos que han conseguido ganar a un conjunto de la NBA. Lo consiguieron el 5 de octubre de 2006, cuando ganaron a Filadelfia 76ers. en el Palau Sant Jordi (104-99).
Con el partido como excusa, la NBA organizará diferentes actos en Barcelona, el más atractivo un concurso de lanzadores en una pista callejera que ha sido tuneada específicamente para el acto en el barrio del Raval.
Kobe Bryant y Pau Gasol, por un lado; y Ricky Rubio y Juan Carlos Navarro, por el otro, harán de maestros de ceremonias en un concurso de baloncesto callejero que tendrá lugar hoy, miércoles.
Participarán ocho parejas y las dos finalistas serán entrenados por los cuatro jugadores profesionales, quienes ofrecerán un cursillo a los presentes.
Desde hoy también estará abierta una 'Fan zone' en la Avenida Reina María Cristina. Se trata de un festival gratuito para aficionados, por el que pasarán los jugadores de los Lakers, viejas glorias como James Worthy y Robert Horry. El trofeo Larry O'Brien, que recibe el campeón de la NBA, presidirá los diferentes actos.
El partido será de alto riesgo para los norteamericanos, faltos de rodaje y con su principal estrella (Kobe Bryant) en plena recuperación de una operación de rodilla a la que se sometió al término de la pasada temporada.
En Londres, los Lakers perdieron ante Minesota Timberwolves (111-92) y el jueves, los de Xavi Pascual, actuales campeones europeos, tienen una buena oportunidad para derrotar a los angelinos.
De hecho, el Barça es uno de los pocos equipos europeos que han conseguido ganar a un conjunto de la NBA. Lo consiguieron el 5 de octubre de 2006, cuando ganaron a Filadelfia 76ers. en el Palau Sant Jordi (104-99).
Con el partido como excusa, la NBA organizará diferentes actos en Barcelona, el más atractivo un concurso de lanzadores en una pista callejera que ha sido tuneada específicamente para el acto en el barrio del Raval.
Kobe Bryant y Pau Gasol, por un lado; y Ricky Rubio y Juan Carlos Navarro, por el otro, harán de maestros de ceremonias en un concurso de baloncesto callejero que tendrá lugar hoy, miércoles.
Participarán ocho parejas y las dos finalistas serán entrenados por los cuatro jugadores profesionales, quienes ofrecerán un cursillo a los presentes.
Desde hoy también estará abierta una 'Fan zone' en la Avenida Reina María Cristina. Se trata de un festival gratuito para aficionados, por el que pasarán los jugadores de los Lakers, viejas glorias como James Worthy y Robert Horry. El trofeo Larry O'Brien, que recibe el campeón de la NBA, presidirá los diferentes actos.
sábado, 2 de octubre de 2010
Jugadores de la NBA con militares
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