Nelson Cruz está abanicando de nuevo su gran escopeta en octubre para los Vigilantes de Texas, que están a un triunfo de su segundo boleto consecutivo a la Serie Mundial.
Hace apenas tres años y medio, el dominicano fue dado de baja y colocado en el mercado de peloteros al concluir los entrenamientos de pretemporada, pero nadie solicitó sus servicios y fue enviado a las ligas menores. El suyo ha sido un repunte bastante notable.
"En ese período en la vida de Nelson, él aún no había llegado (hasta donde está). Todos tenemos que experimentar ciertas cosas antes de que finalmente nos abramos paso hasta donde queremos estar", dijo el viernes el manager Ron Washington.
Cruz está jugando a la altura de su apodo de que posee una escopeta, el cual se popularizó después de que promocionó el videojuego MLB 2K10 en el 2010. La temporada anterior se había ubicado en segundo lugar en el derbi de jonrones.
Ya tiene cinco cuadrangulares --un récord en la serie por el campeonato de la Liga Americana-- antes del sábado por la noche, cuando los Vigilantes reciban a Detroit con una ventaja de 3-2 en la serie a ganar cuatro partidos de siete.
"Uno sólo sigue diciendo: 'Guau, este señor es realmente bueno'", dijo David Murphy, que como octavo en el orden suele estar a la espera de su turno cuando Cruz batea.
Cruz puso punto final al segundo partido de la serie con el primer grand slam que finaliza un encuentro en la historia de la postemporada. Y en el cuarto juego, el caribeño pegó otro cuadrangular que le dio el triunfo a los Vigilantes, esta vez en el undécimo inning en Detroit, al remolcar tres carreras.
A pesar de ello, Cruz es séptimo en el orden al bate de Texas, detrás de Josh Hamilton, Michael Young, el dominicano Adrián Beltré y Mike Napoli.
"Cuando está encarrilado es tan bueno como cualquier bateador de poder en el juego", dijo Young. "Tiene ese don para producir carreras en momentos clave, y uno definitivamente necesita a ese tipo de señores en su equipo".
Frente a los Tigres, Cruz empató el segundo partido cuando abrió la séptima entrada con un cuadrangular solitario que sacó a Max Scherzer del montículo. El abridor de Detroit había retirado a 12 en fila tras un doble de Cruz, que fue golpeado por un lanzamiento cerca de su muñeca en el noveno capítulo y luego conectó su batazo con la casa llena.
Cruz también envió a Justin Verlander a las regaderas en el quinto partido al mandar una pelota que venía a 100 millas por hora al poste del jardín izquierdo, exactamente igual que su vuelacercas ante Scherzer.
"Es muy gratificante, satisfactorio, todo lo anterior, simplemente porque necesitamos a Nelson. Es una parte muy importante de nuestro equipo", dijo Washington. "No sólo en el aspecto ofensivo, en el defensivo, en el dugout, en la energía que trae & todo eso entra en juego".
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