El centrocampista internacional inglés David Beckham reconoció que se sentía reivindicado después de ver como su equipo del Galaxy de Los Ángeles venció por 1-0 al Dynamo de Houston en la final de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS) para conseguir el título de campeones.
"Deseaba ser un ganador con el Galaxy durante los cinco años que llevo en Los Ángeles y lo he conseguido", declaró Beckham tras concluir el partido que se disputó en el Home Depot Center, de Carson (California), el campo de su equipo y ante 30.281 espectadores que vitorearon su nombre y le pidieron que siguiese.
Beckham, de 36 años, que cumplió con el contrato que había firmado por cinco temporadas y 32,5 millones de dólares, no quiso hablar del futuro, aunque muy bien podría haber disputado el último partido con el Galaxy y más después de conseguir el título.
"No es el momento de hablar de ese asunto, ahora lo que tengo que hacer es descansar y luego veremos a ver cual es la mejor decisión para mí y mi familia", comentó Beckham, que al concluir el partido recorrió el campo con sus hijos.
Beckham, que llegó en el 2007 al Galaxy para ser la primera gran estrella que llegaba a la MLS procedente de Europa, jugó su mejor temporada con el Galaxy lo que hizo que el equipo angelino, que tiene la plantilla más cara de la liga, junto a la de los Red Bulls de Nueva York, lo demostrasen en el campo.
Galaxy fue de principio a fin el mejor equipo de la MLS y más después que llegó también como refuerzo el delantero irlandés Robbie Keane, que fue el que le dio el pase a Landon Donovan, el autor del único gol del partido.
Beckahm contribuyó con 15 asistencias para concluir segundo de la liga durante la temporada regular y si no brilló más en el partido de la final ante el Dynamo fue porque salió al campo sin estar recuperado de un tirón muscular que sufrió durante un entrenamiento al comienzo de la semana.
El jugador internacional inglés no quiso decir nada, pero al concluir el partido, Donovan y el entrenador del Galaxy, Bruce Arena, confirmaron que durante las últimas semanas no había estado bien por varias lesiones.
"Este año ha sido el que más he disfrutado de mi estancia en Estados Unidos como profesional y el haber conseguido el título es el cierre perfecto", declaró Beckham, que se fundió en un gran abrazo durante cerca de un minuto con Donovan para dejar atrás también toda la polémica que surgió en su relación profesional.
El internacional inglés no quiso hablar del interés que tiene el equipo francés del Paris Saint-German por conseguir sus servicios, además de otros clubes ingleses para este invierno.
"Como lo he dicho antes, necesito sentarme y disfrutar de este momento y luego pensaré que es lo que voy a hacer el próximo año", reiteró Beckham. "El hecho que haya podido haber algo de tensión en el pasado, no significa que vaya a dejar Los Ángeles, donde he vivido cinco años maravillosos".
Beckham reconoció que el título tenía un doble valor para él ya que muchas personas habían asegurado que una derrota ante el Dynamo hubiese significado que su presencia con el Galaxy fue un "fracaso".
"Es algo especial y agradable el poder mantener la boca cerrada a las personas que pensaban de esa manera", comentó Beckham. "Me siento realizado como futbolista y profesional".
Por su parte, Arena, el entrenador del Galaxy que ganó su tercer título de liga de la MLS, definió a Beckham como un "campeón" y un deportista único en todos los aspectos, pero sobre todo en la manera como compite y motiva a sus compañeros, además de ser un gran persona fuera y dentro del campo.
"Allí, en el país que ha jugado, siempre ha sido un ganador y sin lugar a dudas con el título de esta noche también hizo mejor a la organización del Galaxy y al fútbol de la MLS", agregó Arena, que fue el que dio a conocer que Beckham había jugado lesionado.
Beckham quiso restarle importancia al hecho de la lesión y dijo que con la copa de champán y la cerveza que se había tomado para celebrar el título ya no sentía ningún dolor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario