Abogados de los Dodgers de Los Angeles y de Fox Sports manifestaron el miércoles en un tribunal sus discrepancias sobre los planes del club, que busca vender los derechos de transmisión de los juegos a partir del 2014, como parte de un proyecto para salir de la quiebra.
Los Dodgers han pedido a un juez federal de bancarrotas en Delaware la aprobación de un proceso para vender los derechos televisivos de futuros encuentros, como parte de un arreglo con las Grandes Ligas, el cual contempla también la venta del club y del Dodger Stadium.
Fox, cuya filial Prime Ticket posee el contrato televisivo actual con los Dodgers, ha impugnado la propuesta de venta, al considerar que infringiría sus derechos, contemplados en el convenio existente. Ese contrato confiere a Fox un periodo de 45 días, a partir de octubre del 2012, para negociar en forma exclusiva un nuevo acuerdo de transmisión, y prohibe a los Dodgers hablar con otra empresa antes del 30 de noviembre del año próximo.
Los Dodgers señalan que una venta de los derechos de transmisión constituye la mejor forma de generar el máximo valor posible para los acreedores del club y para salir de la quiebra en forma oportuna.
"Se trata de una fuente evidente para buscar liquidez y estabilidad a largo plazo para la compañía", dijo Tim Coleman, director administrativo de Blackstone Advisory Partners, quien funge como asesor financiero de los Dodgers.
Pero Fox sostiene que la venta de los derechos de transmisión derivaría en que los Dodgers violen su contrato existente con la compañía, lo que expondría al equipo frente a potenciales reclamos legales que podrían reducir el precio que algún comprador potencial estaría dispuesto a pagar por el club.
Coleman se mostró en desacuerdo y testificó que incluso si Fox pierde la puja por los derechos futuros, ello no podría acarrear un reclamo de indemnización a los Dodgers o al nuevo propietario. Señaló que Fox contaría virtualmente con los mismos derechos que tiene ahora bajo la propuesta de venta, incluido un periodo de negociaciones exclusivas por 45 días, con la única diferencia de que tendría que alcanzar un acuerdo 10 meses y medio antes.
El arreglo con las Grandes Ligas contempla que la venta del club y de sus activos, incluidos los derechos televisivos, se complete para el 30 de abril.
"Los procedimientos son esencialmente los mismos que Fox tiene hoy, salvo por las fechas", destacó Coleman.
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