El debut oficial del base español Ricky Rubio con los Minnesota Timberwolves se acerca, pues el sábado jugará su primer partido en la NBA cuando su equipo se enfrente en encuentro de la pretemporada a los Milwaukee Bucks en el Target Center de Minneapolis.
Rubio después de ser elegido por los Timberwolves con el número cinco en la primera ronda del sorteo universitario del 2009 decidió quedarse dos años más en España con el Regal Barcelona hasta que decidió que había llegado la hora de dar el salto al baloncesto profesional.
Su llegada a los Timberwolves ha servido para que el equipo ya tenga vendidas más de 13.000 entradas para el partido de exhibición contra los Bucks cuando la pasada temporada en los dos primeros de pretemporada no llegaron a las 20.000.
Pero quizás los más importante para Rubio es que su adaptación a la ciudad y a su nuevo equipo ha sido muy positiva, tanto que en el campo ya ejerce el liderazgo en la manera como dirige el juego y tiene el respeto de los compañeros.
"No es demasiado difícil para mi dirigir el juego ya que lo llevo haciendo desde los 15 años como profesional y en Europa también se manejan un gran cantidad de sistemas cuando estás en el campo", comentó Rubio. "Aquí es algo diferente, pero al final el base siempre es el que tiene que llevar el balón y debe saber como hacerlo".
Rubio se ha encontrado no sólo con nuevos compañeros sino también con un entrenador, el veterano Rick Adelman, que se hizo cargo del equipo el pasado verano por lo que todos dentro del equipo han tenido que aprender un sistema distinto al que tuvieron la pasada temporada bajo la dirección de Kurt Rambis.
Adelman no tiene duda alguna de las cualidades que posee el jugador español, aunque es consciente que como cualquier novato tendrá que cometer errores mientras crece como profesional, pero al final considera que llegará lejos.
"El partido del sábado será especial para él porque es su debut, pero como es lógico tendrá encuentros en los que podrá perder balones como cualquier otro jugador que posee creatividad y es agresivo", comentó Adelman. "Mientras que esos fallos le sirvan para aprender todo será perfecto".
Adelman reconoció que Rubio es un base natural que sabe perfectamente todo lo que sucede en cada jugada y lo asume con gran naturalidad.
Precisamente para que el crecimiento de Rubio sea más positivo y rápido, los Timberwolves le han puesto a su lado al base puertorriqueño José Juan Barea, un hombre que con cinco años en la NBA ayudó a los Mavericks de Dallas a ser campeones de liga.
La figura del equipo, el ala-pívot Kevin Love, reconoció que Rubio podría tener el periodo de crecimiento como jugador en el que perderá balones por su estilo, pero al final todo será positivo.
"No tengo ninguna duda de que va a progresar de forma brillante y todos aquí nos sentimos muy felices y contentos de que se haya integrado con el equipo", destacó Love.
La primera prueba de fuego de Rubio a nivel individual la va a tener con Brandon Jennings, el base estrella de los Bucks, que también fue seleccionado como él en el sorteo del 2009, pero en el puesto número 10.
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