Los dueños y jugadores de la NFL se reunieron por segundo día consecutivo cerca de Boston, en busca de avanzar en las negociaciones de un nuevo contrato colectivo.
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Jonathan Colter, gerente general del complejo de playa Nantasket, dijo a The Associated Press que algunos participantes seguían ahí, en la sala de conferencias, el martes al atardecer. El centro turístico se encuentra en Hull, Massachusetts, unos 30 kilómetros (18 millas) al sur de Boston.
Sin embargo, ninguno de los dueños o jugadores tenía previsto pasar la noche del jueves en el complejo, lo que significaría que esta ronda de conversaciones ha concluido. Según fuentes, las pláticas continuarían la próxima semana.
Entre los asistentes estuvo el comisionado de la NFL, Roger Goodell; miembros de su comité laboral; el líder del sindicato de jugadores DeMaurice Smith, y varios deportistas agremiados.
"Nos honró el ser anfitriones de los dueños y de la asociación de jugadores de la NFL durante los últimos días", dijo Colter.
Ambas partes han intercambiado propuestas sobre una gran variedad de temas, después de las reuniones realizadas durante las últimas tres semanas en los suburbios de Chicago, Nueva York y en la costa de Maryland. El tópico principal ha sido la forma de dividir los ingresos de la liga, que sumaron 9,300 millones de dólares el año pasado, y los dueños de los equipos fueron informados esta semana sobre un plan que daría a los jugadores poco menos del 50 por ciento de las percepciones totales.
Se eliminaría una deducción de gastos por unos 1,000 millones de dólares, que los dueños se embolsaban antes de compartir los ingresos.
Logrado cierto avance en la discusión sobre el reparto de ingresos, se procedió también a tratar otros temas, como el escalafón salarial para los novatos y una tabulación más específica de las prestaciones para jugadores retirados.
También se habló de que un contrato colectivo de vigencia larga ---por ejemplo entre seis y ocho años-- permitiría que la liga negociara convenios más lucrativos con las empresas de televisión.
Un concepto que ha recibido el apoyo de los jugadores es el de reestablecer un "piso salarial", que obligaría a los equipos a pagar sueldos que sumen al menos el 90 por ciento del tope. Recientemente, sobre todo en el 2010, cuando no hubo tope ni piso salarial, varios equipos cuyos ingresos no se acercan a los que obtienen las organizaciones más adineradas, quedaron muy por debajo del gasto de estas últimas en salarios.
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