Por más de un mes, la línea defensiva de los New York Red Bulls ha sido víctima de su propia inhabilidad de defender opciones de pelota quieta, algo que salió a relucir plenamente el jueves en la noche en la derrota del cuadro capitalino ante los Seattle Sounders por 4-2. Los tres primeros goles de Seattle llegaron por la vía del tiro de esquina.
Desde el pasado 7 de mayo, los Red Bulls han venido sufriendo defensivamente, lo cual es el factor principal detrás de la falta de victorias que ha sumado el equipo desde esa fecha. Las preocupaciones son notables, más aun así se toma en cuenta a estadística que los taurinos han cedido 18 goles en nueve partidos. De esos 18 goles, 13 han llegado de pelota quieta.
Ante los pobres resultados, el equipo decidió cambiar su estrategia ante los Sounders, algo que obviamente no funcionó.
“Estábamos tratando de hacer algo diferente porque hemos cedido demasiados goles en tiros libres”, dijo el defensa Jan Gunnar Solli.
“Tuvimos mala suerte de ceder goles nuevamente”, agregó.
Los Sounders anotaron dos goles en los primeros 13 minutos de juego, ambos originando desde un cobro de esquina. En el segundo tiempo, Roger Levesque marcó el tercer gol de Seattle también aprovechando un tiro de esquina. Aun peor, el único gol que no fue de pelota quieta fue el último, pero este también se dio por un error defensivo, esta vez por parte del portero Greg Sutton.
“El balón parado es nuestra debilidad. Estábamos jugando bien, especialmente después de empatar”, dijo Solli. “Cuando íbamos 2-2 sentimos que éramos el equipo que tenía el control”.
No obstante, los Red Bulls se van de Seattle decepcionados y con la preocupación de que a pesar de jugar bien, sus problemas defensivos pueden ser un importante talón de Aquiles que otros equipos pueden aprovechar.
“Pienso que salimos jugando bien y que controlamos el partido después del empate”, dijo Solli. “Pero eso no es suficiente”.
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