Como estaba previsto, la última ronda de negociaciones antes de que expire el actual convenio de la NBA ha terminado sin acuerdo. Jugadores y propietarios no han salvado las grandes diferencias que les separan y la próxima temporada, que debería empezar en octubre, parece abocada a sufrir un retraso. Los dueños han comunicado a los jugadores que a partir de esta noche se hará oficial el cierre patronal. Aunque las negociaciones continuarán, parece muy difícil que se limen las diferencias lo suficientemente pronto como para empezar la competición a tiempo.
Los propietarios de los equipos de la NBA han tratado de que los jugadores acepten un nuevo convenio que incluiría numerosos recortes. Los dueños aseguran que esta última temporada han perdido más de 200 millones de euros y que 22 de las 30 franquicias han acabado en números rojos el año.
El nuevo convenio que han planteado impondría un límite salarial más rígido en sustitución del actual, cuya flexibilidad permite a los jugadores conseguir mejores contratos. También quieren rebajar el porcentaje que los baloncestistas tienen asegurados sobre el total de los ingresos de la Liga -el 57%, lo que ha supuesto 1.500 millones este año-. Su propuesta quería limitar el montante a 1.300 millones durante los próximos 10 años, una rebaja de 2.000 millones, además de dejarles fuera de los aumentos en los ingresos durante este tiempo. Por último, los equipos también solicitan unos contratos más cortos, para poder deshacerse con mayor facilidad de ellos.
Durante todos los meses que han durado las negociaciones las posturas de unos y otros han estado muy separadas. Hasta que no haya un acuerdo -o el cierre acabe en los tribunales, como ha sucedido con la liga norteamericana de hockey-, no volverá a haber NBA, lo que podría llevar meses. En el último precedente, durante la campaña 1998/1999, la temporada regular pasó de 82 partidos a 50.
Fuente: www.elpais.com
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