Uno de estos días, cuando el acuerdo de Carl Crawford sea oficial y se selle el contrato de Cliff Lee e incluso cuando Willie Bloomquist encuentre hogar, habrá un juego de tira y afloja contractual que dejará huella en este deporte:
Albert Pujols y los Cardenales.
Su agente, Dan Lozano, se reunió con el gerente general de los Cardenales de San Luis John Mozeliak el miércoles para hablar sobre el Caballero Albert. Fue su primera conversación sobre el Mejor Jugador Vivo en más de un año, aunque no lo crean. Pero según dicen todos, ellos no hablaron de negocios serios -- e incluso nunca programaron un plazo para iniciar las negociaciones por una de las extensiones de contrato más importantes de los últimos tiempos.
Seamos francos. Albert Pujols es los Cardenales. Ellos no solo le dan empleo. Ellos han construido la franquicia en torno a él.
Ya de paso que pongan su cara sobre ese pequeño cardenal rojo que le cosen a cada uniforme, porque el Caballero Albert encarna a este equipo más que cualquier logo, más que cualquier campaña publicitaria, más que los otros 24 jugadores en su plantilla combinados.
Así que traten de imaginarse la vida en las reuniones invernales de aquí a un año si los Cardenales no cuadran esta extensión antes de que Pujols pueda ir a la ventanilla del cajero de la agencia libre la próxima temporada muerta. Solo inténtenlo.
Sería el circo de negociaciones de Derek Jeter, Jayson Werth, Carl Crawford y Cliff Lee todo en uno -- multiplicado por mil, estimamos. Pero la verdad es: Ésa es una escena que es casi imposible de imaginar, porque el pensar que Pujols se está acercando tanto a abandonar a San Luis es prácticamente incomprensible.
Claro, podría suceder. De hecho se acerca más y se vuelve más factible con cada día que pasa sin que los Cardenales se encarguen de que Pujols sea un Cardenal por el resto de su carrera. Pero eso no lo hace menos inconcebible.
Se siente la presencia de Albert Pujols palpitando a través de esta franquicia cada minuto de cada día de cada año. Y eso es cierto hasta para la gente que mayormente observa a los Cardenales de lejos. Para la gente que vive dentro del círculo íntimo de los Cardenales, es aún más cierto.
"Digo esto literalmente", su manager, Tony La Russa, dijo el miércoles. "Aquellos de nosotros que lo vemos a diario, nadie que trabaja con el club de grandes ligas en nuestra organización, nunca, hemos tenido un día en que no apreciamos la bendición que es Albert".
Le pregunté al manager si pensaba que Pujols había alcanzado la etapa en que es, para esta generación de Cardenales, lo que Stan Musial alguna vez fue para su generación.
"Casi", La Russa respondió.
Pero entonces puso esa respuesta en perspectiva asombrosa, contando una historia que reveló todo lo que usted necesita saber sobre Pujols el ser humano -- y su conciencia sobre no tan solo su propio lugar en el universo de los Cardenales, sino en el lugar mucho más inmenso que ocupa Musial, un ícono cuya carrera terminó hace casi medio siglo.
Hace unos cuantos años, La Russa recordó, la gente en San Luis comenzó a llamar a Pujols "El Hombre", así en español. Para la mayoría de los jugadores, ése hubiera sido el tipo de apodo suave, pegajoso, ultrareverente que les hubiera honrado llamar suyo.
No el Caballero Albert.
"Albert es el que dijo, 'Por favor no me llamen así'," La Russa reportó. "Y lo decía por respeto a Stan".
¿Por qué? Porque ¿cuál es la traducción de "El Hombre"? Es "The Man". Solo para asegurarme que lo había escuchado correctamente, que Pujols de veras rechazó su propio apodo, le pregunté a La Russa: "¿De verdad? ¿Él específicamente dijo eso?"
“"Absolutamente", La Russa dijo. "A él no le gusta que lo llames 'El Hombre', porque Stan es 'The Man'. Y [Albert] no es Stan the Man. Él es Albert. "Eso, para mí, es clásico", el manager prosiguió. "Albert tiene sus prioridades bien ubicadas. Él tiene el sentido de perspectiva sobre la historia. Él conoce a Stan. Y Albert ha tenido 10 años. Stan tuvo 22 o algo así, tú sabes. Así que él no es Stan todavía.Él es Albert Pujols. Ellos tienen que firmarlo. Y le tienen que pagar.
” -- Un oficial anónimo de un equipo
"Sin embargo, va por buen camino", incluso La Russa tuvo que admitir. "Y está en la conversación con los grandes".
Así que obviamente, eso significa que los Cardenales no tienen opción. Ahora le tienen que pagar a él como uno de los grandes. Pero eso, por supuesto, es donde este trato comienza a ponerse muy complicado para ellos.
¿Cuánto vale un jugador como Albert Pujols? Todos conocemos la respuesta. Y si él fuera miembro de los Yankees o los Medias Rojas, o incluso los Cachorros o los Mets, no habría duda sobre qué dirección tomarían sus negociaciones.
Pero los Cardenales quieren creer que sus jugadores sienten tanta honra y humildad por el privilegio de ser un Cardenal que debería haber algún tipo de descuento que refleja ese honor.
Excepto que en este caso, con este jugador, no estén tan seguros que ese descuento se aplicará en la caja registradora al momento de pagar.
"Yo pienso que esto tiene que irse al nivel de A-Rod", dijo un oficial de un equipo que está mirando este baile detenidamente. "Yo pienso que los Cardenales esperan que no hayan otros interesados en esa área para que puedan mantener el precio bajo. Pero él es Albert Pujols. Ellos tienen que firmarlo. Y le tienen que pagar".
Suena lo suficientemente lógico. Pero los Cardenales ya parecen estar enviando señales de que si Pujols espera que le paguen dinero al estilo A-Rod, es posible que ellos no lo podrían costear.
"Cada equipo tiene limitaciones financieras", dijo el presidente de los Cardenales Bill DeWitt al periódico St. Louis Post Dispatch esta semana. "No me importa cuál equipo nombres. Todos las tienen. Es un proceso en el cual tienes que evaluar el valor de un jugador dada la capacidad de seguir alineando un club efectivo, competitivo.
"Ésas son siempre las concesiones", DeWitt continuó. "No es, 'No quiero darte X cantidad de dólares porque no te lo mereces'. Es, 'Tengo tanto dinero que puedo pagar para tener un equipo competitivo'. Y tienes que juntar todas esas piezas".
Construir ese rompecabezas claramente representa un reto financiero difícil para los Cardenales. Nadie lo niega.
Ellos ya saben que estarán comprometidos por aproximadamente $68.4 millones, por tan solo seis jugadores, en el 2012, asumiendo que ejecuten opciones para los casi igualmente indispensables Chris Carpenter, Adam Wainwright y Yadier Molina. Ahora si añades otros $30 millones para Pujols, estarían acercándose a $100 millones por apenas el 28 por ciento de su plantilla -- y esto para un equipo que tuvo una nómina de $113 millones la última temporada.
Por tanto, pagarle a Pujols lo que vale significa que no será fácil para ellos que le alcanze dinero para rodearlo de grandes jugadores, y mantener a Carpenter y Wainwright a largo plazo, a menos que la nómina crezca considerablemente. Y obviamente, ellos preferirían no subir su nómina tan considerablemente.
Está bien, todos entendemos eso. Y la gente de San Luis entiende eso. Excepto por una cosa:
Así que mientras más se reflexiona sobre esto, más difícil es creer que este equipo ha permitido que está situación quede suspendida, inexplorada, por tanto tiempo. ¿Cómo es posible que los Cardenales hayan dejado que Pujols se acerque tanto a la agencia libre sin hacer un esfuerzo mayor por sellar este trato ya?
Tal vez están de acuerdo con dejar que Pujols juegue el año completo como lo hizo Derek Jeter y dar su mejor esfuerzo por firmarlo después de la temporada. Pero ése es un método muy peligroso -- porque ellos no pueden canjearlo a mitad de temporada (ya que él tiene derechos 10-y-5 a vetar cualquier canje) y, en especial, porque Pujols ha dejado en claro que no le pondrá atención a ninguna propuesta de contrato una vez que llegue a los entrenamientos de primavera. Punto. Y los Cardenales claramente han recibido ese memorándum.
"Yo conozco a Albert lo suficientemente bien para saber que una vez él se mete en los entrenamientos de primavera, no le gustan las distracciones", La Russa dijo el miércoles. "Yo simplemente sé dónde [están] el corazón y la cabeza del equipo y el jugador. Ellos quieren llegar a un acuerdo. Ellos trabajarán hacia esa meta, y veremos qué sucede. Una vez nos preparemos oficialmente para el 2011, Albert es el más fuerte entre las orejas que hallarás, y nada se interpondrá en su camino".
Así que es así de fijo y definido. Los Cardenales tienen menos de 10 semanas para concretar esto -- o Albert Pujols sí se convertirá en agente libre.
Y entonces todos tendremos que abrir nuestras mentes como mejor podamos a lo inimaginable -- la imagen de Pujols y Lozano arrasando por las reuniones invernales del año siguiente solicitando una oferta histórica tras otra.
Ésa no es La Noticia esta semana, claro, porque es demasiado temprano para contemplar la locura de las reuniones invernales del 2011 mientras todavía estamos intentando sobrevivir la locura de las reuniones invernales del 2010. Pero recuerden, esto es más que solo un relato para el próximo diciembre. Éste más bien es un relato para las próximas diez semanas.
Solo 10 semanas. Ésa es la cantidad de tiempo que tienen los Cardenales para hacer de todo esto un punto muerto. Si todavía estamos preguntando, de aquí a 10 semanas, cuál es el valor de Albert Pujols, significa que lo incomprensible podría convertirse en hecho en un chasquido de dedos:
El Caballero Albert de veras podría pasar el resto de su carrera de Salón de la Fama sin un arco gigante en un radio de mil millas.
Eso nunca le sucedió a Stan the Man. Pero actualmente podría sucederle a un hombre que no dejó que le llamaran El Hombre. ¿Quién lo hubiera pensado?
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