Hay maderitas que nunca agarran barniz. Otras que se pulen con el tiempo. Y aunque del tropiezo se aprende mucho, también hay ocasiones en los que los equipos de fútbol tienen poco tiempo para redimirse.
La MLS sigue y suma. Mientras la expectativa crece por el enfrentamiento entre el Real Salt Lake y el Monterrey en el juego de ida de la final de la Concachampions, otros equipos aprovecharon para extender sus rachas positivas y negativas.
Ha pasado ya un buen tiempo desde que D.C. United (1998) y el L.A. Galaxy (2000) se hicieran sentir ganando los títulos de la Concacaf.
El cuadro capitalino supo refrendar el buen momento del futbol de los Estados Unidos venciendo al poderoso Toluca 1-0 en la final de Concacaf, para posteriormente hacerse con la Copa Interamericana, mientras que los galácticos obtuvieron su pase al Mundial de Clubes de 2001 (que finalmente no se efectuó), venciendo al Olimpia 3-2 en el Coliseo de los Ángeles.
El nuevo formato de Concachampions ha significado una hegemonía de clubes mexicanos, que nuevamente llegan enrachados a la final con un Monterrey en horas altas.
Este Salt Lake tiene con qué hacerle frente a los Rayados y sabe que el juego de ida en la Sultana del Norte debe ser vital para tratar de rematar la serie en el estadio Rio Tinto. El Mundial de Clubes es un objetivo vigente para una franquicia en el 2004, era únicamente un proyecto.
Desde hace tiempo que dos equipos de México y Estados Unidos no llegan tan parejos a una final de la Concacaf. Los de Utah llegan a este duelo como líderes del Oeste y con la etiqueta de ser los únicos invictos del torneo.
Pero en cuanto a los resultados domésticos, el Chicago Fire parece un fuego en extinción. Dos derrotas sucesivas, una de visita y la otra de local, ponen de manifiesto que los hombres de Carlos de los Cobos necesitan correctivos urgentes para superar esta crisis.
Lo único bueno para el Fire, es que están siendo portadores de buenas noticias para otros equipos. Parece sarcástico, pero es muy cierto. Ante ellos, el Portland sumó su primera victoria del torneo, y ahora permitieron que un Galaxy plagado de bajas pudiera redimirse luego de dos empates en fila.
Sin Landon Donovan ni David Beckham, los galácticos sumaron ante un rival que no pudo hacerse sentir en casa.
Para los hombres de Carlos de los Cobos, la única palabra que debe predominar es una: recuperación. Y como los Timbers están de moda, no se puede dejar por un lado el hecho que luego de bautizarse con su primer triunfo, lograron sumar otra victoria esta vez frente a un descafeinado FC Dallas.
Los retornos están mejor que nunca en la liga. Charlie Davies sigue retomando el ritmo que lo hizo famoso en el 2009. Davies complementó un resultado que Chris Pontius supo encaminar con un doblete, para terminar de enderezar el camino capitalino frente al Toronto FC (3-0).
Pero el que sí terminó con una extensa maldición sin superar el arco contrario fue el francés Thierry Henry, que consiguió concretar frente a los Terremotos de San José. Tití sabe que aunque su deuda moral no está saldada del todo, ya ganó de comprensión con esta anotación. Al fin de cuentas, goles son amores.
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