Moisés Alou está convencido que la pelota era suya, que la iba a atrapar.
El retirado jardinero aparece cerca del final de Catching Hell, el nuevo documental de Alex Gibney que fue estrenado el sábado en el Festival de Cine de Tribeca, sobre el aficionado de los Cachorros de Chicago que tuvo la mala fortuna de querer extender el brazo para alcanzar una pelota de foul en la serie de campeonato de la Liga Nacional de 2003.
"Estoy convencido 100% que tenía la pelota. Recuerdo bien ese día, todo lo hice perfecto. Sabía que la tenía", dice Alou al ser entrevistado en su natal República Dominicana, donde ahora es gerente de los Leones del Escogido de la liga profesional.
Indirectamente, sobre Alou recae la culpa que Steve Bartman se convirtiera en un villano para los aficionados de los Cachorros. Su furibunda reacción, azotando su guante, instigó a los fanáticos que apuntaron a Bartman como el culpable de que eventualmente no pudiesen avanzar a la Serie Mundial.
Moises Alou
APSteve Bartman le quita el out a Moisés Alou
¿Y por qué tanto trauma? Sencillo: los Cachorros no ganan el campeonato del béisbol de Grandes Ligas desde 1908 y en ese 14 de octubre de 2003 estaban a cinco outs de clasificarse al Clásico de Otoño, hasta ese tristemente célebre batazo de foul de Luis Castillo de los Marlins de la Florida en el Wrigley Field de Chicago.
El documental de Gibney, parte de una serie de ESPN, narra en detalles lo ocurrido esa noche y arroja perlas nuevas al abordar a los fanáticos que estaban al lado de Bartman, reconocido por su gorro de los Cachorros y audífonos.
Una impresión generalizada era que se creía que Bartman fue solo al juego, pero ahora se ve que fue acompañado por un amigo y la novia de éste.
No fue hasta salir del estadio cuando Bartman se percató de la magnitud de lo ocurrido cuando vio las imágenes desde la casa.
El documental también emplea el video para medir la trayectoria de la pelota y eliminar los brazos de los fanáticos para determinar que Alou sí estaba en condiciones de hacer la atrapada.
Recalca la secuencia posterior, en la que los Marlins anotaron ocho veces para ganar el juego, empatar la serie y luego conquistar la Serie Mundial frente a los Yankees de Nueva York. Una jugada en particular que pocos toman en cuenta fue el rodado de Miguel Cabrera y que el torpedero Alex González no supo fildear. Fue la oportunidad perfecta para sacar una doble matanza y terminar la entrada con una ventaja 3-1 a favor de los Cachorros.
Alou dijo que en ese momento "no tenía idea" de lo que podía pasar después con Bartman y comenta que cuando viaja a Estados Unidos siempre le preguntan si hubiese podido atrapar la pelota.
Una traducción literal de Catching Hell es "atrapar un infierno", que fue lo que le pasó a Bartman al ser objeto de amenazas de muerte en Chicago.
Pero el aspecto más llamativo del documental, por parte de un cineasta que ha hecho trabajos sobre el fraude de Enron, el escándalo de Eliot Spitzer y las guerras en Afganistán e Irak, es que Bartman no da su versión. Nunca aparece frente a las cámaras.
Amén de un escueto comunicado en el que ofreció disculpas tras el partido, Bartman nunca se ha referido a lo ocurrido. No ha dado entrevistas a nadie y ha rechazado ofertas de dinero para hacer presentaciones.
En una era en la que cualquiera exprime al máximo sus llamados "15 minutos de fama", Bartman ha preferido mantener su privacidad a toda costa.
"Es lo más admirable de todo", dijo Gibney. "Hicimos un esfuerzo enorme, hasta le mandamos el documental terminado, pero nada. Ha decidido que no hablará más sobre el tema, lo olvidó y ha seguido adelante con su vida. Eso hay que respetarlo".
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