Existen equipos de los que se dice que sufren el Virus de Campeón, que es la justificación que se le impone al fracaso cuando un club que alzó la copa la temporada anterior, a la siguiente es una decepción para su hinchada. La verdad que este ejemplo no es el que se pueda atribuir al Colorado Rapids, pues el campeón de la MLS Cup 2010 ha demostrado que sin tener un plantel de los llamados de ensueño y que con figuras menos mediáticas pero más efectivas a la hora de jugar los partidos han logrado hasta ahora sacar tres victorias en las primeras tres presentaciones de la temporada.
Pensar que muchos creímos que verlos en la final del año pasado era una verdadera sorpesa, porque no estaban los grandes fichajes que hicieron otros clubes del torneo y porque su campaña discreta nos les hacía lucir como un equipo para dar la vuelta. Pero todas aquellas suposiciones se vienen abajo cuando vemos lo que sucede en el día a día con el equipo de Gary Smith. La verdad es que el inglés ha sabido llevar a cabo una filosofía de juego que es respetada en todas sus líneas, donde se aprecia el orden, la disciplina y la efectividad.
Su propuesta de juego se basa en lo seguro, desde armar el equipo en defensa con una sólida línea de cuatro hombres que entienden la manera correcta de hacer los relevos cuando se desdoblan los laterales. La idea es bastante coherente para las características particulares que hay en su plantel. Utiliza el doble pivote con función mixta para dar salida en velocidad y jugar con criterio cuando se recupera el balón. Es justo desde la ubicación de Mastroeni, un mundialista con experiencia de mil batallas que se construye un equipo que nunca revienta la pelota desde la zona ancha y que por el contrario motvia la tenencia y la administración del juego. La dupla con Larentowicz permite que sea rápida la transición en el traslado de pelota para llevarla hasta la definición donde se mueven Casey o Cummings que van dispuestos a guardarla cada vez que van por ella.
Tal vez Rapids no sea de esos equipos que suenan fuerte por sus refuerzos o por lo mediático de sus jugadores altamente valorados y reconocidos en el fútbol, pero la verdad es que en Colorado se trabaja con garra, con fe y amor por la camiseta. Nadie puede asegurar si estarán para repetir el título, pues la temporada apenas ha comenzado; pero lo que si es seguro es que ellos no creen en historias que les vengan a contar. Rapids va escribiendo su historia, de apoco, tal cual como hace un año y llegaron a la final y se titularon entre las sorpresas de muchos. Definitivamente ellos lo saben trabajar bien, porque mientras muchos le subestiman, ellos siguen ganado y avanzando.
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