La querella afirma que los dueños de los Mets dependían tanto de las ganancias increíbles para ser verdaderas que les ofrecía el financista caído en desgracia que "enfrentaron una grave e inmediata crisis de liquidez" cuando los crímenes de Madoff fueron reveladas en el 2009.
Las duras críticas fueron formuladas por Irving Picard, el fideicomisario nombrado para recuperar fondos para los inversionistas engañados por el esquema de Madoff. La demanda fue presentada por Picard en una corte federal de bancarrotas en Manhattan donde se nombra a la firma Sterling Equitis, así como a sus socios y a sus familiares entre quienes están el dueño de los Mets, Fred Wilpon, el presidente del equipo Saul Katz, y el gerente ejecutivo Jeff Wilpon e hijo del propietario. Picard asegura que la firma dispuso de 94 millones de dólares en ganancias ficticias de las cuentas que tenían los Mets con Madoff.
"Debido a la dependencia que tenía Sterling sobre Madoff, no resulta ninguna sorpresa que sus socios decidieron con toda razón no querer ver las señales de fraude que los acechaban", indicó Fernando A. Bohorquez hijo, un abogado que representa a Picard.
La demanda fue presentada bajo reserva en diciembre en momentos en que las partes intentaban llegar a un acuerdo. Sin embargo, los abogados de ambas partes indicaron esta semana que las negociaciones se derrumbaron y estuvieron de acuerdo en hacer pública la demanda.
En su andanada inicial de acusaciones, Picard afirma que "Hay miles de víctimas en el enorme esquema piramidal organizado por Madoff, pero Saúl Katz no fue uno de ellos. Tampoco lo fue Fred Wilpon".
La demanda alega que la sociedad "recibió aproximadamente 300 millones de dólares en ganancias ficticias" de cientos de cuentas abiertas por la empresa de Madoff. De ellas, agrega la demanda 90 millones de dólares "de dinero de otras personas" fueron utilizadas para cubrir las operaciones diarias de los Mets.
Wilpon y Katz respondieron el viernes con un comunicado calificando la demanda como "un esfuerzo vergonzoso de fuerza para obligar a alcanzar un acuerdo mediante amenazas de arruinar las reputaciones y las empresas que hemos construido en los últimos 50 años".
Wilpon y Katz calificaron las acusaciones como "un abuso, injustas y falsas" e insistieron que fueron víctimas del esquema fraudulenta.
"No seremos víctimas en dos ocasiones: la primera a manos de Madoff y la segunda a manos del fideicomisario", agregaron.
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