Será agente libre al fin de la temporada de 2011-12 y todos en el estado de Utah quieren saber si Deron Williams extiende su acuerdo con el Jazz o los abandona.
Todo apunta a que la renuncia/retiro de Jerry Sloan del Jazz se produjo como resultado de un cálculo del director técnico de las próximas jugadas en el tablero de ajedrez de la franquicia.
Desde la prohibición de cintas para el sudor en la cabeza y de bandas elásticas en las muñecas, la rigidez en los sistemas ofensivos, la predilección por veteranos más lentos y no por jóvenes más dispuestos a contragolpear, hasta la petición de sostener sesiones de análisis de video colectivas, en vez de individuales, las diferencias de criterio entre Williams y Sloan no eran rescatables, según Mitch Lawrence del diario New York Daily News.
Lawrence cita a fuentes anónimas que insisten que Williams llegó a pedir que lo traspasasen a otro equipo.
En los 23 años como director técnico del Jazz, el criterio de Sloan no se debatía. Sloan colocaba siempre el bien colectivo sobre agendas y preferencias individuales y lo hacía con una franqueza que muchos consideraban brusca. Quien no entendiese la manera de pensar del técnico era desterrado más temprano que tarde. El armador puertorriqueño Carlos Arroyo vivió este fenómeno. Justo cuando se estableció como el armador de Utah post-Stockton, con un contrato por cuatro temporadas y $16 millones, tuvo diferencias con Sloan que no pudo eliminar y fue traspasado a Detroit sin reparos.
Williams es un talento extraordinario en la NBA, de los que quizás nunca antes Utah ha visto desfilar por su banquillo. No implico que John Stockton y Karl Malone no sean los mejores jugadores en la historia de la franquicia, pero Williams está, junto a "Pistol" Pete Maravich, entre los jugadores con más talento y potencial en el albor de su carrera con la franquicia.
El egresado de la secundaria The Colony en Dallas con la cual por poco gana el campeonato estatal de Clase 5A es inteligente, pero no capta o acepta el espíritu de sumisión que exige Sloan. Por más inteligente que sea, no entiende que por más acertadas que sean sus observaciones y conclusiones de lo que le conviene al equipo, Sloan tiene un historial largo de éxito comprobado.
Curiosamente, Jeff Fogel, un analista estadístico de la NBA, sacó cuentas esta semana de la secuencia de circunstancias que puede haber desembocado en el choque entre el armador y su técnico.
A mediados de enero, Utah comenzó una mini-gira por el Este de los Estados Unidos. El día feriado de Martin Luther King, hijo, perdieron en Washington ante los Wizards por siete tantos. Dos días después cayeron por ocho ante los Nets en Newark. 48 horas más tarde los Celtics los apabullaron por 24 en el TD Garden. La noche siguiente cayeron en Philadelphia por nueve puntos. Luego viajaron a Staples y perdieron por 29 tantos ante los Lakers. Finalmente cayeron ante San Antonio de vuelta a casa por siete.
La defensiva, carta de presentación de un equipo de Sloan, se desinfló. Fogel presenta los puntos por 100 posesiones que absorbió el Jazz en esta serie de partidos, tomando en cuenta que Cleveland, el equipo con la peor eficiencia defensiva en la NBA promedia 109.8 puntos permitidos por cada 100 posesiones del rival:
Puntos permitidos por cada 100 posesiones
Defensiva del Utah Jazz
116.1 vs. Washington
114.4 vs. New Jersey
119.6 vs. Boston
103.2 vs. Philadelphia
125.0 vs. LA Lakers
115.5 vs. San Antonio
Promedio: 115.6
Fogel señala que Williams se lesionó en el partido ante San Antonio y no jugó en los próximos tres partidos del Jazz. Ante su ausencia, la defensiva del Jazz mejoró radicalmente, si tomamos en cuenta que Chicago posee la mejor eficiencia defensiva de la liga al permitir 97.2 puntos por 100 posesiones del contrario:
Puntos permitidos por cada 100 posesiones
Defensiva del Utah Jazz
99.0 vs. Minnesota
104.3 vs. Golden State
86.7 vs. Charlotte Promedio: 96.7
Utah jugó su mejor defensiva ante la ausencia de Williams. Con Williams en sus últimos partidos antes de la renuncia/retiro de Sloan, Utah jugó su peor defensiva de la temporada, con la única ausencia notable de Mehmet Okur.
El cálculo de Sloan fue muy sencillo: si obligo al gerente general Kevin O'Connor a que traspase a Williams en algún momento en la próxima temporada y media, no lo reemplazaremos con un jugador equivalente. Por lo tanto, tendremos que reconstruir a esta franquicia una vez más a través del Sorteo y ese proceso tomará años. Estoy muy viejo para llevar a cabo otro ciclo de reconstrucción en Utah. Especulo que O'Connor captó esa manera de pensar de Sloan y por primera vez, no respaldó incondicionalmente al legendario director técnico en su disputa con su jugador estrella. Imagino que esa fue la gota que colmó el vaso.
Sería otro ejemplo de su enfoque férreo en el bien del equipo el pensar que si Sloan se convertiría en la razón por la cual Williams abandonaría al Jazz, Jerry decidió separarse del equipo para darle la oportunidad al Jazz de retener un jugador excepcional cuya carrera trascendería la de Sloan.
El oprobio de la afición del Jazz y de leyendas del equipo leales a Sloan fue instantáneo. Malone visitó el EnergySolutions Arena para defender la honra de su mentor: "Cambiaron el parquet a un diseño a la antigua. Cambiaron los uniformes a la antigua. Alguien tiene que informar a estos malditos jugadores que deben jugar también a la antigua. Hablo a calzón quitado. Eres un profesional - no necesitas que analice el video contigo. Si quieres frenar defensivamente a quien te toca marcar, te pagan millones de dólares. Consíguete una pantalla de televisión y analiza al jugador por tu cuenta".
Los abucheos en casa han sacudido a Williams: "No me gusta está bajo la lupa. Coloca mucha tensión sobre mí y eso no me gusta. Estoy fatigado". Williams insiste que él no forzó la salida de Sloan, añadiendo que "Dios sabe lo que pasó".
Si Williams ve a un equipo del Jazz a la deriva, con una afición que lo culpa de haber forzado el despido/retiro prematuro de su querido y legendario director técnico, considerará aún más abandonar él mismo la franquicia a través de la agencia libre.
La especulación de la prensa especializada lo ata a su Dallas natal. Tiene su residencia entre temporadas en Carrollton, un suburbio del Metroplex de Dallas-Fort Worth y en el partido de estrellas en 2010 en Dallas no escondió su placer al jugar en casa.
Dos obstáculos empañan la visión de Williams como armador titular de los Mavericks: ¿querrá Dallas retener a Jason Kidd, cuyo contrato expira, como el de Williams, a fines de la temporada 2011-12? Kidd ha dicho que quiere seguir jugando, preferiblemente en Dallas. ¿Está dispuesto el dueño Mark Cuban a descartar a Kidd? Descartó a Steve Nash por un armador más joven de menos quilates previamente.
El segundo obstáculo sería la nómina de los Mavs si re-contratan a Jason Terry y a Tyson Chandler. Fichar a Williams en lo que sería un contrato máximo requeriría que Dallas sobrepasase el tope salarial y pagase un impuesto de lujo como quizás nunca lo han hecho. Cuban demuestra que esta dispuesto a pagar un impuesto de lujo, pero ¿hasta qué punto?
Los New York Knicks y Los Angeles Clippers estarán buscando un armador titular para su ofensiva en ese verano septentrional. Para entonces, Williams dejará claro sus intenciones.
Lo triste del caso del Jazz, es que el resultado de esta riña entre director técnico y estrella, la franquicia puede quedarse sin la chicha ni la limoná.
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