El propietario de los Dallas Cowboys, Jerry Jones, esperaba buenas noticias, como un nuevo récord de asistencia para un Super Bowl este domingo, por la noche. Tendrá que conformarse con el segundo lugar.
Un total de 103,219 estuvieron presentes en el Cowboys Stadium para observar a los Pittsburgh Steelers y Green Bay Packers, quedándose a 766 del récord.
La colocación de asientos temporales no se completó a tiempo para el juego, resultando en el reacomodo de 850 aficionados y reembolsos para otros 400 que no pudieron ser acomodados en el inmueble.
El vocero de la NFL, Brian McCarthy, confirmó que los asientos perdidos antes del partido fueron la razón por la que no se impuso la nueva marca.
El total del domingo fue el segundo mayor para un Super Bowl, y el segundo mayor para un partido de la NFL en Cowboys Stadium, que abrió sus puertas en el 2009.
La asistencia anunciada incluyó a 91,060 aficionados --incluyendo a 3,000 que compraron boletos para mirar el juego en pantallas de alta definición afuera del estadio-- y 12,159 miembros autorizados de los medios y personal de la liga y los equipos.
El récord previo de 103,985 asistentes se impuso en el Super Bowl XIV entre los Steelers y Los Angeles Rams el 20 de enero de 1980, en el Rose Bowl.
La mayor multitud para cualquier partido de la NFL se presentó cuando los Dallas Cowboys enfrentaron a los Houston Oilers frente a 112,376 aficionados en un partido de pretemporada en 1994, en el Estadio Azteca de la Ciudad de México.
Jones esperaba que su magnífico edificio de 1.2 mil millones de dólares impusiera un nuevo récord de todos los tiempos. Jones y la NFL llenaron las zonas abiertas detrás de las diagonales, normalmente vendidas como zonas para estar de pie, con gradas.
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