Esta época del año siempre me provoca una sensación agridulce.
Por un lado, estamos a punto de vivir el partido más importante del año. Y por el otro está a punto de terminar una nueva temporada, lo cual significa que la columna del Gurú ingresa en un parate de unos seis meses.
Todos ya estamos cruzando los dedos para que no haya huelga.
Yo soy de esos que dicen que siempre hay que celebrar los buenos momentos, por lo cual aprovecho esta última columna de la campaña como siempre para agradecerles por el seguimiento.
Nos insultamos, discutimos, nos reímos y siempre nos acompañamos; realmente disfruto escribir para ustedes semana tras semana.
Estaba al borde de las lágrimas, pero repentinamente se me vino una imágen a la cabeza que me generó mucha alegría.
Acabo de recordar una vez más que al menos esta temporada no tendremos que vivir otra telenovela de Brett Favre.
Uno de los más grandes en el campo de juego, pero si gana Aaron Rodgers, seguramente lo empezaremos a escuchar intentando tomar protagonismo.
Cuando uno es adicto a la adrenalina y a la competencia, los primeros años son los más difíciles.
Fue un año que exhibió algunas reglas ridículas, y aunque fue en la primera semana, todavía tengo la imagen vívida del touchdown que le anularon a Calvin Johnson "por no mantener posesión tras impactar contra el suelo".
Los referís no se equivocaron, pero la regla simplemente es mala. Si alguien agarra el balón, es pase completado; no le busquemos la quinta pata al gato (otra que la tuck rule).
Terminó la era Chad Ocho Cinco, quien volverá a ser Chad Johnson otra vez.
Pero habría que avisarle al receptor abierto de los Bengals, que el apellido difícilmente cambie su producción. Quizás sería mejor admitir que ya no es el de antes.
Stevie Johnson tuvo un año de despegue, pero desafortunadamente para él, la mayoría lo recordará por ese pase sencillo que dejó caer en la zona de anotación.
Si lo pensamos bien, de ganar Buffalo ese partido, Pittsburgh probablemente no ganaba la decisión y quizás había otro equipo en Dallas.
Pienso cada vez más lo sucedido en Washington este año, pero sigo sin encontrar explicación lógica.
Llegó Mike Shanahan, se peleó con Albert Haynesworth, sentó a Donovan McNabb porque "Rex Grossman maneja mejor la ofensiva de dos minutos", y el equipo siguió acumulando derrotas.
Sólo espero por los fans de los Redskins, que no esté haciendo la gran Josh McDaniels, porque de lo contrario no durará mucho en D.C.
Debutó Tim Tebow, Kyle Orton es ahora una comodidad caliente y aprendimos la lección más importante de todas: NUNCA TENGAS A TODD COLLINS EN TU EQUIPO.
Brad Childress hizo posiblemente el peor movimiento del año al desperdiciar una selección de draft en Randy Moss, lo de Dallas fue un papelón teniendo en cuenta su talento y Mike Singletary resultó ser el hombre que más habló y menos produjo.
Mientras tanto Larry Fitzgerald se sigue rascando la cabeza. Se dio cuenta que no importa el talento que tengas, no puedes producir si nadie te lanza el balón.
El rumor es que ya han llegado a 100 el número de cartas que le envió a Kurt Warner para que vuelva. Suerte con eso...
Carolina resultó ser un equipo muy consistente a la ofensiva, no produce por tierra y tampoco por aire.
Y para colmo, Andrew Luck decidió quedarse en la Universidad de Stanford. Cuando las cosas salen mal, salen mal en serio.
Tuvimos un pase de Ave María de los Jacksonville Jaguars, y en honor a esa jugada, los dejo con 10 ATRAPADAS LOCAS.
El Gurú se transforma en Clark "Sebas Martínez" Kent durante los próximos seis meses para luego volver a ser Superman.
Hasta ese entonces les digo adiós al grito de "Cutler, quiero ver otra expresión" o en su defecto "Raro que lo critiques tu Maurice Jones-Drew que no jugaste en los dos partidos más importantes de la temporada".
Señores y señoras, los quiero y gracias por disfrutar junto a mí una nueva temporada; ya van ocho.
Como siempre, ha sido un placer.
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