Michael Sam, estrella del equipo de fútbol americano de la Universidad de Missouri, reveló que es gay, por lo que podría convertirse pronto en el primer jugador de la NFL abiertamente homosexual.
"Les miré a los ojos (a sus compañeros) y agitaron la cabeza como diciendo: 'Finalmente ha salido del armario'", dijo Sam en una entrevista publicada por "The New York Times", la primera en la que habla públicamente de una orientación sexual, revelada a su equipo hace varios meses.
Sam fue considerado mejor jugador defensivo de la Conferencia del Sureste, la de mayor nivel del fútbol universitario, y sus compañeros lo designaron como jugador más valioso (MVP) de Missouri.
La revelación de Sam, de 24 años, llega antes de que en mayo se celebre el draft de la liga profesional (NFL), donde se espera que sea un jugador cotizado y elegido en las primeras rondas.
En el fútbol americano, considerado el gran "deporte de machos", no hay ningún jugador abiertamente homosexual entre los 1.600 profesionales y las polémicas por comentarios homófobos son habituales.
Pese a los avances en la sociedad estadounidense, no hay ningún jugador públicamente gay en ninguna de las cuatro grandes ligas profesionales: NFL (fútbol americano), NBA (baloncesto), NHL (hockey hielo) y MLB (béisbol). Sam podría convertirse pronto en un símbolo.
Jason Collins admitió ser gay en abril del año pasado y aunque no está retirado, no ha encontrado hueco en ningún equipo de la NBA. El futbolista Robbie Rogers, exinternacional estadounidense, reveló que era homosexual y anunció que dejaba el deporte, pero a los pocos meses cambió de idea y ahora juega para Los Angeles Galaxy de la MLS (Major League Soccer).
"No soy ingenuo, sé que esto es un gran tema y sé lo importante que es", dijo Sam, preocupado por el impacto que pueda tener en su futura carrera.
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