En sus 50 años de experiencia en la evaluación de talento, personal, y eventualmente en los medios, Gil Brandt ha visto ir y venir a las dinastías en la NFL.
A los ojos de Brandt, este actual grupo de los Pittsburgh Steelers puede poner su nombre en esa categoría de élite con un tercer campeonato en seis campañas.
"Debes de decir que sí", explicó el ex ejecutivo de personal de los Dallas Cowboys sobre considerar a Pittsburgh una dinastía. "Hemos visto a algunos equipos que han estado en la NFL por 45 años y aún no ganan un Super Bowl".
Los Steelers tienen mucho en juego este domingo en el Super Bowl XLV ante los Green Bay Packers. No solamente Pittsburgh está jugando por otro Trofeo Lombardi, sino que la franquicia puede solidificar sus argumentos para ser considera la más reciente dinastía de la NFL, un término que sólo se aplica a los equipos que ganan títulos múltiples en un periodo corto.
Pittsburgh tiene todos los ingredientes para el éxito sostenido: buenos entrenadores, una defensiva estelar, un mariscal de campo franquicia y futuros miembros del Salón de la Fama. Son muchos de los mismos atributos de dinastías del pasado, tal como los Steelers de los 1970s, los San Francisco 49ers de los 1980s, los Cowboys de lo los 1990s y, más recientemente, los New England Patriots de la década pasada.
¿Dónde acomodaríamos a Pittsburgh?
"Pienso que si ganamos este Super Bowl, tendrías que poner a esta organización como una de las dinastías de los 2000s", declaró el receptor abierto veterano de 13 campañas de los Steelers, Hines Ward. "Sabemos lo que está en juego. Para nosotros, es otra oportunidad para ganar un Super Bowl. Estamos 2-0 en Super Bowls y no queremos experimentar el otro lado".
¿Qué define a una dinastía en la NFL actual, y qué tanto ha cambiado esa definición?
Aquí hay algunas decisiones interesantes: desde el inicio de la agencia libre moderna en la primavera de 1993, solamente dos equipos (los Denver Broncos y Patriots) han ganado Super Bowls consecutivos. Los títulos de los Cowboys fueron el puente a la agencia moderna. Ganaron el Super Bowl XXVII para marcar el fin de la campaña del 1992. Después de que la era moderna de la agencia libre iniciara con la salida de Reggie White de los Philadelphia Eagles para unirse a los Packers en abril de 1993, los Cowboys aún consiguieron ganar el Trofeo Lombardi de esa temporada. Aunque los 49ers obtuvieron el título de la campaña de 1994, Dallas cimentaría su status como dinastía ganando un tercer campeonato durante la temporada de 1995.
El panorama de la NFL ha cambiado dramáticamente en los últimos 15 años, donde los jugadores rara vez juegan para sólo un equipo. Eso dificulta mantenerse en la cima consistentemente.
"Pienso que si puedes ganar tres en una década, esos equipos pueden considerarse dinastías", declaró el profundo de los Steelers, Ryan Clark. "Así que pienso que si conseguimos tres títulos en seis años, debemos ser considerados".
Aún si Pittsburgh gana el domingo, la mayor crítica hacia los Steelers sería que este grupo nunca ganó títulos de manera consecutiva. Pero esta liga es una donde rige la paridad. Ocho equipos diferentes han representado a la NFC en el Super Bowl en las últimas ocho campañas.
"Títulos consecutivos son obviamente importantes, porque para mí eso es lo más difícil de conseguir", declaró el ex corredor campeón de Super Bowl, Ricky Watters, de los Niners. "Pero mantenerse allí arriba es difícil, también. Vemos a equipos que llegan allí y luego desparecen. Luego podrían regresar, pero desaparecen de nuevo. Así que creo que la capacidad de mantenerse es importante".
Los Steelers no han ganado títulos de manera consecutiva en las seis campañas pasadas, pero tampoco han sufrido una temporada perdedora. incluyendo los playoffs, Pittsburgh tiene una marca de 71-35 a lo largo de ese periodo.
"Bueno, no sé si sea necesario porque realmente es difícil ganar títulos consecutivos", explicó Brandt. "La razón por la que es tan difícil ganar en esta liga es porque el balance competitivo es tan bueno".
Ahora, más que nunca, la NFL se ha convertido en una liga de entrenadores y mariscales de campo. Es una de las razones principales por las que Pittsburgh ha sido capaz de mantener su éxito.
El mariscal de campo Ben Roethlisberger no logra números exorbitantes, pero podría ser considerado el mejor pasador en momentos críticos en la NFL. Tiene registro de 10-2 en los playoffs y tiene la oportunidad de mejorar su marca a 3-0 en Super Bowls este domingo.
El entrenador en jefe de los Steelers, Mike Tomlin, tiene la oportunidad de ganar su segundo Super Bowl en apenas su cuarta campaña. Tomlin podría superar a su predecesor, Bill Cowher, quien ganó uno en 15 temporadas al frente de Pittsburgh.
Ambos son jóvenes para sus respectivas posiciones. Roethlisberger, 28, y Tomlin, 38, serán pilares en Pittsburgh por muchos años, con la oportunidad de ganar títulos múltiples juntos.
"Tenemos una gran relación. Es n entrenador de jugadores, y me gusta jugar para él", declaró Roethlisberger esta semana sobre Tomlin. "Es una de las razones por las que queremos ganar partidos. Somos bendecidos de contar con él como entrenador".
Pittsburgh no tiene que buscar lejos su motivación. Quizás la dinastía más dominante de todos los tiempos sean los Steelers de los 1970s que ganaron cuatro Super Bowls en un lapso de seis campañas. Aquella dinastía tuvo dos instancias en las que ganaron títulos consecutivos.
Esta semana, varios veteranos de Pittsburgh dirán que intentan cumplir con aquel estándar. En camino a sus reuniones en el complejo de Pittsburgh, los jugadores y entrenadores de Steelers deben caminar por un lado de sus seis trofeos Lombardi, incluyendo cuatro obtenidos por Terry Bradshaw, Jack Lambert, Lynn Swann y Cía.
"Tenemos algo que no se puede comprar, que es un legado", dijo Tomlin. "Es un estándar increíble y una gran expectativa, todo eso".
Ninguna dinastía dura para siempre. Por eso es importante para este orgulloso grupo de veteranos de los Steelers aprovechar el momento.
Habrá veteranos de más de 30 como Ward, James Farrior, Casey Hampton y Brett Keisel en busca de su tercer anillo, y no hay garantías de que alguno de estos Steelers disfrute otra oportunidad de ganar otro Super Bowl.
"No nos preocupamos por lo que suceda después. Será algo mucho más grande que nosotros después de este partido", declaró Ward sobre la posibilidad de hacer historia. "¿Es la última oportunidad? ¿Por qué sería la última oportunidad? Tenemos la posibilidad de ganar nuestro tercer Super Bowl, e intentamos llegar acá y aprovecharla al máximo y ver si podemos ganar nuestro séptimo Super Bowl para Pittsburgh".
Cuando se trata de dinastías, consideren al Super Bowl XLV un juego crítico para los Steelers.
Si vencen a los favorecidos Packers en Cowboys Stadium, este grupo de los Steelers por siempre estará en la discusión de las dinastías. Pero si pierden ante Green Bay, esa conversación termina abruptamente.
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