En el último cuarto del partido del sábado ante Denver, el Heat estaba arriba por 84-80 y necesitaba algunos puntos para estirar la ventaja.
LeBron James lleva la pelota al ataque y ve a Chris Bosh posteando al más pequeño Wilson Chandler en el bloque izquierdo. James decide que necesita darle la pelota a su alero fuerte estelar. James lanza prontamente la bola a Dwyane Wade, quien está plantado en el rincón izquierdo, para trabajar en un mejor ángulo para un pase de entrada a su jugador grande. Wade deja el balón en manos de Bosh en el bloque bajo, para que luego éste haga retroceder a Chandler y gire su hombro izquierdo para un típico tiro de arriba pasando por abajo. Chandler cae en la trampa de este falso pase. Lo mismo le pasa a Danilo Gallinari. Lo mismo le sucede a Chris Andersen. Los tres castigan a Bosh cuando éste intenta hacer su tiro pero el silbato suena y Bosh va a la línea para hacer algunos tiros libres.
Misión cumplida.
Esta es la versión agresiva de Bosh, anclada en el bloqueo y el ataque. Esta es la versión agresiva de Bosh que el Heat esperaba cuando lo firmaron este verano por un total de $110 millones.
En otras palabras, éste es el nuevo y mejorado Bosh.
Cuando Bosh se abrió y lanzó un ataque a los medios después de perder ante Portland, él prometió pasarse más tiempo en el bloqueo y menos en el perímetro. A juzgar por su nuevo juego, ciertamente ha cumplido con esa promesa.
En sus últimos siete juegos, Bosh ha anotado seis dobles-dobles. El único juego en el que no llegó a un doble-doble fue cuando anotó 24 puntos y nueve rebotes ante la enorme línea delantera de los Lakers. En total, desde que Bosh insistiera en hacerse más agresivo, él está promediando 21.3 puntos y 10.5 rebotes con una efectividad del 54 por ciento.
Bosh declaró el lunes que está jugando el mejor básquet de la temporada.
"Estoy tratando de tomar ventaja de lo que puedo hacer", dijo Bosh después de su práctica. "Solamente estoy tratando de ser realmente agresivo con mis compañeros de equipo en la cancha y tratando lo mejor posible de ayudar a este equipo".
Después de escuchar a Bosh confesando que no estuvo en su mejor zona de confort luego del partido ante Portland, el entrenador del Heat Erik Spoelstra armó un plan de ataque. En un pick-and-roll, Spoelstra le aconsejó a Bosh concentrarse más en la parte del "roll" de la ecuación.
"El entrenador vino a traerme la idea de concentrarme en el roll", dijo Bosh. "Él mira millones de horas de películas por día. Él dijo que debería comenzar a explorar el roll bajo la canasta. Él dijo que somos efectivos cuando yo hago eso. Por eso estoy tratando de asegurarme de que lo hago y de que termino bien mis tiros cuando llego a esos pases bajos y pases de rebote cuando voy hacia la canasta".
Spoelstra finalmente hizo el ajuste al juego de Bosh, pero ya estaba muy atrasado. Parecía ser un cambio sutil, pero considerando lo desparejo que se había transformado el juego de Bosh, esto ha producido enormes resultados. A lo largo del partido de Portland, Bosh atropelló hacia el aro con apenas 10 por ciento de sus pantallas sobre la bola según Synergy Sports Technology, un servicio de análisis de video. Eso cayó desde un 46 por ciento en la temporada pasada en Toronto, una caída muy precipitada.
"Hemos puesto un énfasis mucho mayor en su roll", dijo Spoelstra. "Nos caímos un poco con eso porque su pick-and-flare había sido muy exitoso. Pero eso es parte de la evolución de tu equipo".
Spoelstra está en lo cierto. El pick-and-flare (o pick-and-pop, como se lo conoce comúnmente) era efectivo por sí solo. Bosh es uno de los mejores de la NBA en el juego de pick-and-pop. Pero el techo de su efectividad es mucho más bajo que si él hace rolls. Sinergy nos dice que Bosh promedia .81 puntos cada vez que lanza un tiro en salto después de un pick-and-pop. Cuando hace un roll hacia la canasta, esa eficiencia se eleva a 1.3 puntos por jugada, que es alrededor de un 60 por ciento más productivo para la ofensiva. Piensen en esos números cada vez que vean a Bosh pivotear hacia el perímetro en lugar de lanzarse hacia el aro después de hacerle una pantalla al jugador con el balón en sus manos.
Después de la práctica del lunes, Bosh admitió que era fácil ponerse cómodo en su tiro de medio rango.
"Podría sentarme en el banco y lanzar tiros en salto toda la noche si quisiera", dijo Bosh. "Eso es lo más fácil de hacer".
Armado con un suave tiro en salto, Bosh ha peleado con la tentación de hacer ese tiro todo el tiempo. Pero Spoelstra no quiere que Bosh abandone totalmente el tiro en salto de rango medio. Él necesita tenerlo en su bolsillo trasero para atraer a los defensores.
"Él tiene un tremendo nivel de habilidad que le permite poner el balón en la cancha y tiene un gran ecualizador: él tira muy bien desde afuera", dijo Spoelstra. "Tienes que inclinarte hacia su tiro y él tiene la habilidad de poner la bola en la cancha dos o tres veces. Muchos aleros fuertes no tienen eso en su juego".
Con su ligero marco físico, Bosh nunca superará a su defensor en potencia. Pero su rapidez, su manejo de la bola y su habilidad para atraer contacto físico es igual de devastador para la defensa enemiga. Mientras que jugadores como Amare Stoudemire y Blake Griffin atropellan hacia el aro, Bosh atrae el contacto desde el dribble y llega a la línea de tiros libres casi rutinariamente. Puede no ser lindo de ver, pero es muy efectivo.
¿Qué tan bueno es atrayendo faltas desde su dribble? Según Synergy, Bosh está en un grupo de 48 jugadores que han logrado 150 ó más jugadas de aislamiento esta temporada. Bosh se ha ganado un viaje a la línea de tiros libres en el 23 por ciento de sus ataques, y entre esos 48 jugadores solamente dos han frecuentado la línea más todavía: Kevin Martin y Chauncey Billups. De hecho, Bosh es el único jugador grande entre los mejores 20 en la categoría de tiros libres. En general, Bosh clasifica como el sexto mejor jugador de aislamiento en la NBA, principalmente porque él puede lograr que canten la falta casi sin esfuerzo.
"Él es agresivo y no tiene miedo al contacto", dijo Spoelstra. "Él chocaría contra una multitud de gente con sus ojos centrados en el aro para atraer faltas. En estos últimos juegos en los que ha enfatizado eso ha cambiado su ofensiva".
Cuando un jugador hace una promesa pública de cambiar su juego, rara vez lo hace en realidad en el campo de juego. Pero Bosh ciertamente ha cumplido con su palabra. Con un retoque por parte de Spoelstra, los tiros en salto de Bosh han bajado, sus rebotes han subido, y no es coincidencia que la ofensiva del Heat esté floreciendo.
Cuando Bosh está rodando, también lo hace la ofensiva del Heat.
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