Los Pittsburgh Steelers jugaron como lo que son, el equipo que más veces ha ganado el Super Bowl y terminaron con el sueño de los New York Jets al derrotarlos 24 a 19 y llevarse el trofeo Lamar Hunt.
La defensiva de los Jets, que hasta ahora había lucido formidable en los Playoffs, fue vulnerada desde temprano por los Steelers usando una herramienta que los dos rivales anteriores, Indianapolis Colts y New England Patriots, nunca pudieron: el juego terrestre. De hecho, Rashard Mendenhall terminó el partido con 121 yardas terrestres.
Pittsburgh no perdió tiempo en mostrar sus intenciones. Ben Roethlisberger completó 3 pases y Mendenhall corrió en ocho ocasiones, la última de ellas de una yarda para el primer touchdown de la tarde.
Los Jets no pudieron responder contundentemente en la primera mitad a pesar de algunos errores de Steelers. Roethlisberger no tuvo un buen día en cuanto a estadísticas, entregando la primera de sus intercepciones al inicio del segundo cuarto cuando Pittsburgh amenazaba en la yarda 34 de New York. Pero Mark Sánchez y la ofensiva de la ‘Gang Green’ no encontró su ritmo sino hasta que Steelers ya había conseguido un gol de campo, y había marchado en la espalda de Mendenhall para que Roethlisberger mostrara su movilidad consiguiendo un touchdown en carrera de dos yardas.
El hoyo en el que se encontraban los Jets se hizo un poco más profundo solo tres jugadas después cuando Ike Taylor golpeó fuertemente a Sánchez por la espalda haciéndolo soltar el balón mientras intentaba lanzar un pase. William Gay recogió el ovoide y lo llevo a las diagonales para el 24-0.
Los visitantes empezaron a dar señales de vida al final de la primera mitad cuando consiguieron un gol de campo, y confirmaron su resurgimiento al inicio de la segunda mitad cuando Sánchez recuperó la confianza y conectó con el ex Steeler Santonio Holmes en pase de 45 yardas. Pittsburgh tuvo oportunidad de ahogar el regreso de New York pero el ‘Big Ben’ regaló su segunda intercepción a Brodney Pool cuando su equipo se encontraba en la yarda 37 de la visita.
Con la espalda contra la pared Sánchez y los Jets sacaron su mejor versión. El último cuarto inició con una larguísima serie ofensiva de New York en la que mostraron de que estaban hechos convirtiendo una cuarta oportunidad en el camino a poner el balón en la yarda uno de los Steelers. La ‘Cortina de Acero’ contuvo a los Jets en cuarta y una, pero un mal centro en la primera oportunidad de los locales llevó a un safety a favor de Jets, que aún tenía vida.
Los Jets recibieron el balón necesitando desesperadamente un touchdown y Sánchez no decepcionó, completando siete de siete en un avance de 58 yardas, culminando una serie brillante con un pase de cuatro yardas a Jerricho Cotchery para imbuir al final del partido de drama.
Todo se reducía a si los Steelers podía consumir el reloj ante una de las mejores defensivas de la NFL. Roethlisberger completó en dos ocasiones mostrando como, hasta en sus peores días, su capacidad para responder en los momentos clave no falla, una característica que ha marcado su carrera.
Pittsburgh logró ahogar lo que parecía un espectacular regreso del joven Mark Sánchez quien, junto con Rex Ryan, se quedó una vez más a la orilla del gran juego, prometiendo mucho para el futuro, pero el presente pertenece definitivamente a los Steelers de Mike Tomlin que irán a Dallas a medirse con los Green Bay Packers en el Super Bowl XLV.
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