"Sí, por supuesto, así los niños ven que los hispanos también podemos jugar en la NFL, y en cualquier posición, en la línea ofensiva o como mariscal", respondió Roberto Garza, guardia de los Bears, cuando le preguntaron si le gustaría encontrarse en el próximo Super Bowl con los Jets y su mariscal Mark Sánchez.
Roberto Garza
Getty Images"Fue muy importante para mí volver al lado derecho", dice Garza
Hace un par de décadas, Garza era uno de esos niños.
Nacido hace 31 años en Río Hondo, Texas, hijo de inmigrantes mexicanos, Garza soñaba con jugar fútbol americano.
Un reclutador de la Marina de los Estados Unidos intentó convencerlo de alistarse en esa rama del ejército, y ridiculizó el anhelo de Garza.
"Los mexicanos no juegan en la NFL", sentenció el militar.
Pero Garza siguió alimentando su sueño como universitario en Texas A&M-Kingsville, y en el draft del 2011 fue seleccionado en la cuarta ronda por los Falcons.
En el 2005 se mudó a Chicago, ciudad que inmediatamente fue testigo del incasable trabajo comunitario que realiza Garza.
Río Hondo nombró una calle en su nombre, por todo lo que el jugador ha aportado allí, y apenas en su segundo año en Chicago fue elegido por la NFL como uno de los cuatro "Campeones Fuera del Campo" de toda la liga.
La posibilidad de que Garza y Sánchez se encuentren en el Super Bowl está a sólo un domingo de distancia. Pero es una distancia larga.
Los Bears reciben a los Packers, y los Jets visitan a los Steelers, en las Finales de Conferencia.
Si Chicago quiere tener alguna posibilidad frente a Green Bay, será fundamental que Garza y sus compañeros de línea ofensiva protejan al mariscal Jay Cutler ante la presión de los Packers.
Esa protección ha mejorado recientemente, tras haber sido una clara debilidad de los Bears a mitad de temporada.
Uno de los principales factores en la mejora del rendimiento de la línea ofensiva de Chicago, desde aquellos flojos partidos a mediados de temporada, fue el regreso de Garza a su posición natural de guardia derecho.
Después de haber iniciado 64 partidos consecutivos como guardia derecho, los Bears lo movieron al lado izquierdo al comenzar esta temporada.
Allí jugó cinco partidos, antes de sufrir una lesión de rodilla que lo obligó a someterse a una cirugía de limpieza de cartílago.
Se perdió dos juego tras la operación, pero cuando regresó, lo hizo en el puesto de guardia derecho.
"Fue muy importante para mí volver al lado derecho", declaró Garza. "Pero lo más importante es que desde entonces hemos estado jugando los mismos cinco titulares, y ahora nuestra comunicación es mejor. Y además conocemos mejor la ofensiva del coordinador Mike Martz. Era una ofensiva nueva para nosotros, y nos llevó un tiempo aprenderla".
A pesar del notable progreso de la línea ofensiva, y pese a que Chicago es el sembrado N° 2 de la NFC y Green Bay el N° 6, los Packers son favoritos para el duelo del fin de semana en Soldier Field.
"Estamos acostumbrados a eso", dijo Garza. "No hemos sido favoritos desde el principio de la temporada. Nadie esperaba que llegáramos adonde llegamos. Pero nosotros no pensamos en eso. Sabemos que somos un buen equipo. El entrenador en jefe Lovie Smith nos dijo antes de la campaña que éramos un buen equipo. Luego pudimos crecer dentro del a ofensiva de Martz, y avanzar hasta esta instancia".
Así que no intenten decirle a Garza que los Bears no pueden llegar al Super Bowl, porque él probablemente recordará cuando le dijeron que los hijos de mexicanos no pueden llegar a la NFL.
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