Olvídese del frío. Va a hacer un calor abrasador en los playoffs de la Conferencia Americana este fin de semana.
Suggs
Suggs
Nadie está intentando minimizar la acción en la Conferencia Nacional, pero los comentarios previos a los partidos entre los Ravens y los Steelers el sábado y el de los Jets y los Patriots el domingo han alcanzado niveles sísmicos.
El esquinero Antonio Cromartie, de los Jets, insultó a Tom Brady, y luego desafió al estelar mariscal de los Patriots a hacerlo blanco de sus ataques en el partido divisional en Foxborough, Massachusetts.
El apoyador Terrell Suggs, de los Ravens, se puso una camiseta que traía impreso un insulto, y luego dijo que el partido del sábado en el Heinz Field será la "Tercera Guerra Mundial".
Como si estos oponentes no tuvieran ya suficientes rivales en sus respectivas divisiones.
No hay nada tan explosivo en la Conferencia Nacional, donde ambos partidos también son revanchas. Ni el encuentro de los Packers en casa de los Falcons el sábado ni el de los Seahawks en el estadio de los Bears el domingo han estado acompañados de tantas bravatas y acusaciones.
No es que uno espere que todo el mundo se lleve magníficamente bien en momentos en que ambas partes buscan un boleto a los partidos por el título de las conferencias.
"En estos momentos a uno no debe de gustarle el rival que le toca enfrentar", dijo Rex Ryan, entrenador en jefe de los Jets, a quien difícilmente se le podría llamar tímido. "Estos son los playoffs. Puedo decirles que todo nuestro equipo respeta a Brady y a los Patriots. Pero, ey, en estos momentos no nos caen bien. Danny Woodhead (ex corredor de los Jets) es un gran chico, pero ahora no puedo soportar a Danny Woodhead".
"Creo que es simplemente parte de ello (la tensión previa al juego), y créanme, es un sentimiento mutuo", agregó.
¿Esa afirmación es correcta, Terrell?
"Esperamos entrar al Heinz Field con cierto pavoneo", dijo Suggs.
Es posible que no traiga puesta la playera que dice la frase "EY, PITTSBURGH" acompañada por la imagen de un cuervo color púrpura y una mano con el dedo medio extendido.
"No hay ningún mensaje (en ella)", insistió. "Esta playera, como siempre digo, sólo me la pongo por mi ciudad. Ellos representan a su ciudad, y yo estoy representando a la mía. Así que aquí vamos".
Ruidosamente.
SÁBADO
Ravens (13-4) visitan a los Steelers (12-4).
Cada equipo ganó un excelente juego defensivo en la casa del rival, lo cual debería darle algo de confianza a Baltimore. Pero los Ravens nunca se han llevado un partido de playoffs en Pittsburgh.
Además, cuando los Ravens los vencieron el 3 de octubre, el mariscal Ben Roethlisberger, de los Steelers, no participó porque cumplía el último partido de una suspensión.
Los que podrían definir el encuentro en este playoff son señores como Suggs, Ed Reed y Ray Lewis para Baltimore; Troy Polamalu, James Harrison y LaMarr Woodley por Pittsburgh. Todos son defensas.
"Se puede hablar sobre la ofensiva, pero estas son las dos mejores defensivas", dijo Roethlisberger. "Son grandes defensivas, con muchas cargas exóticas y esquemas exóticos. Ambos grupos son veteranos, así que todo gira en torno a la ofensiva que cometa la menor cantidad de errores. Creo que por eso siempre tenemos resultados apretados. Uno nunca quiere cometer un error, especialmente en los playoffs, porque todo se pone un poco más apretado. Con una defensiva como esa, uno está aún más bajo el microscopio".
Packers (11-6) visitan a los Falcons (13-3).
Green Bay está enrachado, tras ganar sus últimos tres partidos, en los que una derrota habría puesto fin a su campaña. La victoria de 21-16 en Philadelphia fue la primera de Aaron Rodgers en la postemporada como mariscal de los Packers, y se desempeñó en forma soberbia en una derrota por 20-17 en el Georgia Dome el 28 de noviembre.
En ese partido también perdió el balón cerca de la línea de gol de Atlanta, algo que él parece recordar más que el haber tenido 26 pases completos en 35 intentos para 344 yardas, con un touchdown y ninguna intercepción.
Los Falcons tenían marca de 7-1 en casa, donde no han tenido un partido de playoffs desde la temporada del 2004, cuando arrollaron 47-17 a los Rams en la ronda divisional. Enfrentarán a una ofensiva que repentinamente se volvió versátil cuando el novato James Starks acarreó el balón 123 yardas en Philadelphia.
Atlanta ya tiene esa variedad ofensiva con Matt Ryan lanzándole a Roddy White y a Tony Gonzalez, y Michael Turner corriendo con el balón.
"Esto es lo que creo que los hará aún más peligrosos", dijo el entrenador en jefe de los Falcons, Mike Smith, en alusión a los Packers. "Con la forma en que están acarreando el balón, tienen una oportunidad de ser más multidimensionales".
DOMINGO
Seahawks (8-9) visitan a los Bears (11-5).
¿Cómo puede un equipo con marca perdedora colocarse a un paso del partido por el título de la conferencia? Bueno, ganando una división con equipos débiles (el Oeste de la Conferencia Nacional, en la que Seattle se ubicó al frente con 7-9, el primer ganador de una división con récord perdedor). Y luego desempeñándose en forma inspirada con muchas grandes jugadas frente a un rival diezmado, sin importar que fuese el actual campeón del Super Bowl.
Ahora los Seahawks regresan a Chicago, donde ganaron 23-20 en octubre, su mejor partido de la temporada regular, y si lo vuelven a hacer, la NFL tiene un club con foja de 9-9 a un triunfo de llegar al Super Bowl.
Seattle rebosa confianza, tras haber derrotado a New Orleans. Chicago tiene menos lesionados que los Saints, cuenta con una defensiva mucho mejor, y ha mejorado significativamente desde que sucumbió ante los Seahawks, en especial en su juego por tierra con Matt Forte.
Forte corrió para 717 yardas en los últimos nueve partidos de la temporada, con un promedio de 4.9 yardas por acarreo. Espera tener mucho trabajo el domingo.
"No creo que tengamos opción", afirmó Forte. "Tenemos que tener una ofensiva equilibrada".
Jets (12-5) visitan a los Patriots (14-2).
Estos enemigos de la Conferencia Americana dividieron dos partidos, con los Jets controlando la segunda mitad del que ganaron 28-14 en casa en la segunda semana de la campaña, y luego los Patriots dominando desde el principio de la súper paliza de 45-3 que le recetaron a New York la noche del lunes 6 de diciembre. New England ganó ocho encuentros consecutivos para cerrar la temporada, y Brady ha triunfado en 28 partidos seguidos en los que ha salido como titular en casa, un récord de la NFL.
Además tiene marca de 8-1 en partidos de playoff en su estadio, pero el año pasado sufrió una derrota frente a Baltimore en la ronda de los equipos de Comodines.
Brady hizo notar que ha recibido insultos peores que el que le mandó Cromartie, y el mariscal de New England tiene antecedentes de enviar muchos pases --pases completos, varios para touchdown--a quienquiera que lo insulte a él o a su equipo. ¿Recuerdan cuando Anthony Smith, de Pittsburgh, le lanzó bravuconadas a los Patriots hace tres años, y luego Brady lo humilló una y otra vez?
"(El entrenador Bill) Belichick me ha dicho eso (el mismo insulto que le dijo Cromartie); nuestro coordinador ofensivo me lo ha dicho", afirmó Brady. "Sé que les caigo bien a ellos (los entrenadores), así que tal vez a él (Cromartie) realmente le caiga bien, porque hay gente que me ha dicho eso (el insulto) algunas veces".
Dejando de lado las críticas y las bravuconadas, los Jets deben encontrar la forma de lanzar muchos pases completos, y necesitan conservar el balón en sus ofensivas para tener alguna oportunidad de obtener un cuarto triunfo como visitantes en playoffs en cinco intentos bajo el mando de Ryan. Y necesitan un arranque rápido en el marcador.
"Fue la tormenta perfecta", dijo Mark Sánchez, quien está en su segundo año como mariscal de los Jets, sobre la paliza que les propinaron en el estadio Gillette. "Jugamos muy mal. Comenzamos muy lento. Ellos arrancaron rápido. Seguían avanzando y nosotros no repuntamos. Cuando caes así (en el marcador), entonces comienzas a intentar acarreos por el centro, empiezas a lanzar para intercepción y simplemente acabas sepultado".
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