jueves, 21 de febrero de 2013

Los Medias Rojas intentan curar su depresión

En un proceso de desintoxicación tras un par de campañas de recriminaciones, escándalos y muchas derrotas, los Medias Rojas de Boston realmente están convencidos que la "buena química" resolverá su males.

John Farrell
AP Photo/Chris O'MearaFarrell es el tercer manager de los Medias Rojas en las últimas tres temporadas.
En todo caso, los Medias Rojas debe darle gracias eternas a los Dodgers de Los Angeles por hacerles el enorme favor de quitarles la losa de más 250 millones de dólares, al llevarse los indeseables contratos de Adrian Gonzalez, Carl Crawford y Josh Beckett.

Con luz verde para renovar la nómina, el gerente Ben Cherington se enfocó en jugadores cuyo distintivo común es que gozan de reputaciones de buena disposición, efusivos y optimistas. Para explicarlo mejor, jugadores que no se pongan a tomar cerveza y comer pollo frito durante el transcurso de un partido.

Se contrató a una media docena de agentes libres para una inversión total de 100 millones de dólares y a nadie se le dio un pacto que pasara de los tres años. El jardinero derecho Shane Victorino fue el único con un contrato de tres años por 39 millones de dólares.

Ninguna de las adquisiciones provocan el tipo de reacción que deja a uno con la boca abierta, pero se cubrieron necesidades en todos los renglones.

Está Ryan Dempster para la rotación; Jonny Gomes como jardinero izquierdo; Mike Napoli a la inicial; David Ross en la receptoría; Stephen Drew de campocorto; y Koji Uehara de refuerzo en el bullpen.

El puñado de prospectos que se obtuvo en el megacanje con los Dodgers fueron empleados después para negociar un cambio con los Piratas de Pittsburgh por el estelar cerrador Joel Hanrahan.

Pero la adquisición más importante del invierno fue la del nuevo manager John Farrell, quien fue el coach de pitcheo de los Medias Rojas entre 2007-10 y que con más pena que gloria dirigió a los Azulejos de Toronto en las dos campañas previas.

A Farrell le toca hacer la limpieza de los escombros dejados de Bobby Valentine, quien en su única temporada se convirtió en un generador de conflictos sin cesar con sus jugadores y lo que derivó en el peor registro de ganados y perdidos (69-93) de los Medias Rojas desde 1965. Perdieron nueve de sus últimos 10 juegos para hundirse en el fondo de la división Este de la Liga Americana, a 26 juegos de los campeones Yanquis de Nueva York.

Hasta el bateador designado David Ortiz, último eslabón que queda del equipo que ganó la Serie Mundial de 2004 y uno de los escasos defensores que tenía Valentine, acabó peleado con el defenestrado dirigente cuando éste señaló que el dominicano _que se perdió 35 juegos por una dolencia en el talón de Aquiles_ tiró la toalla al final.

"No es secreto que muchos jugadores tuvieron muchos problemas con nuestro manager", dijo Ortiz. "Ahora tenemos a un nuevo manager, alguien familiarizado con la organización, alguien al que conocemos. Un equipo es como el cuerpo humano. Si la cabeza está bien, el cuerpo responde bien. Si la cabeza anda mal, el cuerpo hace lo que quiere".

"Creo que la directiva ha hecho lo correcto. Es como un nuevo amanecer. Con un manager como John, volvemos a los principios básicos de los Medias Rojas", añadió.

Y para volver a ser candidatos dentro de una división muy fuerte, en la que Toronto, Baltimore, Tampa Bay y los Yanquis les sacan distancia al inicio del año, van a necesitar que su rotación de lanzadores responda.

Jon Lester (9-14, 4.82 de efectividad) y Clay Buchholz (11-8, 4.56) podrían beneficiarse con el retorno de Farrell, aunque las funciones de coach de pitcheo están en manos del puertorriqueño Juan Nieves. También esperan que el zurdo venezolano Félix Doubront mantenga el buen nivel en su segundo año completo y que John Lackey pueda brillar tras perderse todo 2012 por una cirugía en el codo.

El bullpen es el punto fuerte. La adquisición de Hanrahan (76 rescates y 2.24 en los últimos dos años) implica que Andrew Bailey pasa a la asignación de preparador.

Farrell no debe complicarse para confeccionar la alineación diaria. El jardinero central Jacoby Ellsbury, quien será agente libre al final de la campaña, será el primero al bate, seguido por Victorino y el segunda base Dustin Pedroia. Ortiz y Napoli conformarán un combo de zurdo y derecho en la parte medular del orden ofensivo, complementados por el ascendente antesalista Will Middlebrooks, Gomes, el catcher Jarrod Saltalamacchia y Stephen Drew.

"La verdad es que no se puede borrar lo ocurrido", dijo Farrell, tercer piloto de Boston en tres años tras Valentine y Terry Francona. "Es vital que se reconozca".

"Lo más importante es que nos tengamos confianza y a partir de eso tener un estilo de juego con el que los aficionados puedan identificarse", añadió.

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