miércoles, 22 de diciembre de 2010

Con su triunfo sobre los Steelers, los Jets vuelven al grupo de los equipos contendientes

Existe una tenue línea divisoria entre los contendientes y los pretendientes.

A lo largo de las dos últimas semanas, los New York Jets parecían ser un fraude. Ningún equipo tenía mejor marca a finales de noviembre. Luego, un par de derrotas preocupantes y una controversia en las laterales sacó a los Jets de su camino.

Más rápido de lo que se pueda decir "Rich Kotite", los Jets pasaron de la tranquilidad a la crisis.

"La gente pensó que nos caíamos, y que éramos un fraude", declaró el ala defensiva de los Jets, Shaun Ellis. "Al final, sólo lo dejamos atrás en medio de todo lo que pasaba".

Los Jets regresaron a las filas de los contendientes este domingo, gracias a una victoria por 22-17 sobre los Pittsburgh Steelers en un nevado Heinz Field. Los Jets están prácticamente dentro de los playoffs con su décimo triunfo y dos partidos por jugarse.

Tantas cosas salieron tan bien para los Jets (10-4), que su actuación prácticamente sirvió para borrar las dos semanas anteriores.

El criticado coordinador ofensivo, Brian Schottenheimer, mandó un efectivo plan de juego ante la defensiva Nº 4 de la NFL. El inoperante ataque terrestre de los Jets encontró nueva vida. Al atormentado mariscal de campo Mark Sanchez fue preciso y eficiente, liderando a los Jets a su primer touchdown ofensivo en 12 periodos. Sus escandalosos equipos especiales produjeron un touchdown en la primer jugada. Su defensiva negó a Ben Roethlisberger en la serie final.

"Ustedes se cansan de ello, y no me importa", sentenció el entrenador en jefe de los Jets, Rex Ryan. "Se trata de un equipo de fútbol americano que no se da por vencido. Enfrentamos algo de adversidad, obviamente, pero estamos lidiando con ello. Nuestro equipo respondió.

"Los mismos Jets de siempre vinieron a Pittsburgh y obtuvieron un triunfo".

El comentario de Ryan fue una bofetada al refrán que los aficionados de los Jets han escuchado y recitado por años: justo cuando parece que harán algo especial...

Obviamente, no fueron los Jets de siempre, que nunca habían ganado un partido en el estado de Pennsylvania --ya ni hablemos de Pittsburgh (10-4)-- en la historia de la franquicia.

De haber perdido estos Jets en Pittsburgh, existía la posibilidad de que el descenso hubiera alcanzado velocidad terminal. Los Jets hubieran llevado una racha perdedora de tres partidos a su cita contra los Chicago Bears en Soldier Field. Entonces, hubiera restado la posibilidad de que los Jets llegaran a su enfrentamiento ante los Buffalo Bills, para cerrar la temporada regular, requiriendo un triunfo para meterse a los playoffs.

Los atletas no deben pensar en estos términos. Están entrenados para compartimentalizar --olvidar el último resultado y pensar sólo en el juego que viene-- sin pensar más allá.

Pero son seres humanos. Las mentes de los Jets se estaban divagando a lugares oscuros.

"Es natural", aceptó Ellis. "No queríamos ir por esa senda".

En lugar de eso, los Jets dieron una vuelta en "U".

Estaban conmocionados después de un par de derrotas ante rivales divisionales. Los New England Patriots los aplastaron 45 a 3 en la Semana 14. Los Miami Dolphins los vencieron por 10 a 6 en los Meadowlands en la Semana 15, siendo el tercer encuentro de los Jets sin un touchdown en su nueva casa de 1.6 millardos de dólares.

Luego estuvo el espectáculo creado por el entrenador de fuerza y acondicionamiento Sal Alosi en las laterales. Los Jets recibieron la visita de directivos de la NFL por tercera ocasión en la temporada, quizás una estadística en la que lideran al resto de la liga, porque Alosi formó un muro con jugadores desactivados y tropezó al jugador de los Dolphins, Nolan Carroll. ¿Pero cuánto sabía de ello el coordinador de equipos especiales Mike Westhoff? ¿ Cuándo se enteró?

"Había tantas razones", declaró el apoyador externo de los Jets, Jason Taylor, "por las que necesitábamos volver a ganar".

Brad Smith do a los Jets una chispa cuando devolvió la patada de salida inicial 97 yardas hasta el touchdown. Eso ciertamente ayudó a borrar la tensión.

En retrospectiva, quizás los titulares sobre Alosi quitaron algo de presión sobre Sanchez y Schottenheimer.

El receptor abierto de los Jets, Jerricho Cotchery, se maravilló de la ofensiva este domingo. Dijo que él y el guardia derecho Brandon Moore se miraron en algún momento en la reunión previa a la jugada, sorprendidos por las jugadas que estaba ordenando Schottenheimer y los paquetes de personal que estaba insertando. Había un ritmo palpable en la ofensiva, notó Cotchery.

"Fue el 'Show de Seis y Schotty'", declaró Cotchery. Sanchez porta el Nº 6.

Sanchez completó 19 de sus 29 intentos de pase para 170 yardas, números modestos. Pero corrió para anotación desde 7 yardas afuera, y administró una ofensiva que no cometió entregas de balón.

Sanchez conectó con Braylon Edwards ocho veces para 100 yardas, incluyendo un pase de 38 yardas por la línea de banda derecha que preparó un gol de campo de Nick Folk en el segundo periodo.

LaDainian Tomlinson y Shonn Greene se combinaron para 89 yardas en 23 acarreos, lo que fue suficiente para mantener a la defensiva terrestre Nº 1 de los Steelers honesta. Los Steelers habían permitido apenas 60.1 yardas por tierra entrando al partido del domingo.

Sanchez completó seis de sus siete pases con engaño de carrera, para 84 yardas.

"Fue una actuación tan valiente como la que sea que hallen", declaró Ryan de Sanchez. "Fue absolutamente sobresaliente. Sabía que respondería. Es más duro que los clavos".

Los Jets abordaron su vuelo charter de regreso a New Jersey de mucho mejor humor de lo que han vuelto a casa en semanas pasadas. El lastre se aligeró considerablemente. Ese codiciado boleto al torneo de la AFC está en su alcance nuevamente.

Los Jets, por esta semana, son contendientes otra vez.

"Fue un partido obligado para nosotros", aceptó Ellis. "Fue grandioso poder sacar este encuentro.

"¿Pero quién sabe qué sucederá ahora?".

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