jueves, 28 de marzo de 2013

NBA Heat 97 Bulls 101

La racha de triunfos consecutivos del Heat quedó cortada el miércoles en un total de 27, luego que Miami cayó por 101-97 ante los Bulls de Chicago, pese a un intento desesperado de LeBron James y compañía por remontar el marcador.

El Heat se quedó a seis partidos del récord impuesto por los Lakers de Los Angeles en la temporada 1971-72.

Luol Deng anotó 28 puntos, Carlos Boozer agregó 21 unidades y 17 rebotes, y los Bulls detuvieron el intento del Heat de hacer historia en la NBA.

El súper astro de Miami hizo todo lo que pudo para mantener la racha, anotando 32 unidades e incluso recibiendo una falta flagrante durante unos minutos finales de mucho contacto físico.

El Heat no había perdido desde que los Pacers los derrotaron en Indianápolis el 1 de febrero. Pero después de conseguir recientemente algunas victorias muy reñidas, incluido un repunte de una desventaja de 27 puntos en Cleveland, nadie los daba por derrotados hasta que sonara el final del juego.

Durante la mejor parte de dos meses, fueron los reyes de la recuperación en la NBA. Borraron desventajas de dos dígitos en siete ocasiones durante su cadena de triunfos consecutivos. En 11 ocasiones se encontraron con desventaja en el cuarto período, y ganaron.

No el miércoles.

Y cuando salieron de la cancha en Chicago, los rostros lucían estoicos mientras los jugadores del Heat caminaban lentamente hacia los vestidores. James volteó y miró enojado a un aficionado que lo toco en la cabeza.

Los Bulls, entretanto, gritaban de alegría y daban palmadas en las manos a cualquiera que estuviera al alcance.

La marca de victorias seguidas del Heat queda registrada como la segunda más larga en la historia de los deportes profesionales de Estados Unidos.

La racha ganadora inició el domingo del Super Bowl en Toronto, un día en que los jugadores del Heat estaban ligeramente molestos por tener que perderse el juego por el título de la NFL. Cuando San Francisco y Baltimore iban a jugar, el Heat tenía que volar a casa para para un juego la siguiente noche.

Entonces directivos del equipo cambiaron la agenda sorpresivamente.

Miami derrotó a Toronto esa tarde, luego permanecieron en la ciudad varias horas más para mirar el Super Bowl juntos, un acontecimiento acentuado por un discurso no planificado de Shane Battier sobre valorar pequeños momentos como un equipo.

Por alguna razón, el Heat se mantuvo invicto durante casi los siguientes dos meses.

-- AP

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