Carlos Boozer anotó 23 puntos y Derrick Rose aportó 12 asistencias para guiar el jueves a los Chicago Bulls a una paliza de 93-73 sobre los Atlanta Hawks para imponerse en el sexto partido de la serie semifinal y alcanzar la final en la Conferencia del Este.
La victoria por 4-2 en la serie le permite a los Bulls disputar su primera final de conferencia desde 1998, cuando Michael Jordan y Scottie Pippen se encaminaban a su segundo tricampeonato.
Los Bulls cayeron en desgracia después de esa época gloriosa, incluyendo tres temporadas seguidas con 60 derrotas, pero ahora lograron armar un talentoso equipo que ganó más partidos que cualquier otro en la campaña regular.
Así es, incluso más que el sonado Heat de Miami, que con su trío de LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh aguarda en la siguiente ronda en la que está en juego un boleto a la final de la NBA. El primer partido será el domingo en Chicago.
Rose, el Jugador Más Valioso de la liga, fue el eje. Anotó 19 puntos y llevó la batuta.
Pero sus compañeros lo arroparon con un excelente desempeño, en que cada uno estuvo satisfecho ofreciéndole apoyo y haciendo el trabajo sucio en la defensa.
La cifra más impresionante: Chicago tuvo asistencias en todas salvo siete de sus 31 canastas. O, viéndolo de otra manera, tal vez la estadística más significativa podría ser la siguiente: los Hawks acertaron únicamente el 37% de sus tiros (27 de 74) y en raras ocasiones tuvieron el panorama despejado.
Ese no fue el caso de Boozer. Anduvo paseándose con la pelota sin nadie cerca y encestando volcadas. Metió 10 en 16 intentos, atrapó 10 rebotes y repartió cinco asistencias.
Luol Deng consiguió algunas canastas formidables en los primeros momentos del partido y finalizó con 13 puntos; Joakim Noah anotó 11 y contuvo a los Hawks con tres bloqueos, y Omer Asik colaboró con dos atajadas. Keith Bogans hizo una sola canasta, pero fue un grandioso triple que ayudó a los Bulls a alejarse en el marcador en el tercer período.
Atlanta tenía la esperanza de llevar la serie al séptimo partido al considerar que la presión recaería totalmente en los Bulls si el desenlace hubiera dependido del último encuentro. Pero Chicago pulverizó ese anhelo desde el mismo principio. Los Bulls nunca vieron hacia atrás, y al terminar el primer cuarto ya tenían 10 unidades de ventaja.
Joe Johnson encabezó a los Hawks con 19 puntos. Josh Smith fue el otro único jugador con al menos 10 unidades al sumar 18. El dominicano Al Horford anotó siete puntos con cuatro rebotes.
Los Hawks convirtieron 1 de 11 intentos de triple.
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