martes, 28 de mayo de 2013

Las derrotas sacan lo mejor del Miami Heat

Cuando eran niños, los miembros del Miami Heat claramente eran del tipo que debían ser regañados antes de limpiar su habitación.

El núcleo de este grupo está ahora en su décima primera serie de playoffs juntos, y su personalidad ha comenzado a ser predecible. Nada convence al Heat de que no pueden ser derrotados, hasta que los derrotan. Pero luego, tengan cuidado.

El domingo, ellos retomaron el control en la Final de la Conferencia Este, con una victoria 114-96 en el tercer partido ante los Indiana Pacers.

Fue un recordatorio de dos estadísticas asombrosas que son parte de la razón por la que el Heat ha sido campeón y ahora es favorito al título. Ellos no han perdido dos partidos consecutivos en 4 meses y medio, desde la segunda semana de enero, para ser precisos. Y desde su fracaso en las Finales NBA 2011, marchan 13-0 cuando han estado en desventaja en una serie.

Ellos no estuvieron abajo en la serie contra los Pacers, pero la premisa es la misma. Iniciando cuando ellos arrancaron su travesía con un inicio de 9-8 para comenzar la temporada 2010-11, el Heat batalló para encontrar motivación total hasta que los sacudiera.

Considerando su talento y las innumerables lesiones que han afectado a la liga esta temporada, este equipo del Heat tenía los recursos para retar el récord en más victorias en una campaña en poder de los Chicago Bulls, con 72 triunfos. Pero marchaban 23-11 a mediados de enero y jugaban sin mucho esfuerzo, hasta que fueron avergonzados al iniciar 1-3 una gira por la Costa Oeste, que los obligó a comportarse serios. Terminaron la campaña 43-5.

Ellos perdieron el primer partido en la ronda previa ante los Bulls. Luego, ganaron los siguientes cuatro por 73 puntos combinados.

Luego que los Pacers ganaron el segundo desafío ante el Heat de manera emocionante, tras perder por muy poco el primer juego, ellos llegaron a casa pensando que quizá habían obtenido un poco de equilibrio. No, los Pacers de hecho hicieron lo peor que podían haber hecho. Ganaron.

El Heat les anotó 70 puntos en la primera mitad el domingo, en un periodo de 24 minutos donde ellos metieron 17 encestes a 10 pies de distancia o menos del aro, acertaron 63 por ciento de tiros en total y cometieron exactamente una entrega de balón. En su primer duelo en casa ante los New York Knicks la ronda previa, los Pacers, el equipo mejor clasificado a la defensiva durante la temporada regular, permitió 71 puntos en 48 minutos.

"Las derrotas tienen una propiedad sorprendente para nosotros", dijo Shane Battier, el filósofo residente del Heat. "Nos limpia la cerilla de los oídos".

La temporada anterior, el Heat se convirtió en el primer equipo en la historia que remontó para ganar tres series en su camino al título. El mejor juego sin duda en la carrera de LeBron James, su arrolladora actuación con 45 puntos ante los Boston Celtics en el sexto juego de la Final del Este 2012, solamente se dio cuando el Heat enfrentaba la eliminación por primera vez.

Parece que esto es un complejo gigante pasivo-agresivo. El Heat ama cuando la gente duda de ellos, y parecen disfrutar la satisfacción de enviar a sus críticos de nuevo a la obscuridad. Pero también parecen hacerlo únicamente cuando ellos lo provocan.

Eso, o quizá una dosis de masoquismo les gusta tocar la estufa para ver qué tan caliente puede estar.

"Quiero decir, 'No, eso no es cierto, pero sí'", dijo Chris Bosh, que tuvo 15 puntos en el tercer desafío. "A veces, debes saber que te pueden ganar. Nunca queremos perder en una serie, o perder la ventaja de campo, pero a veces, eso es lo que necesitamos".

No todo es actitud. Hay mucho más que eso. El coach del Heat, Erik Spoelstra, ha mostrado de forma rutinaria que puede ejecutar ajustes efectivos con un poco de video y tiempo de práctica. Él dominó a varios coaches rivales con modificaciones a mitad de la serie.

La mayor de esas en el tercer partido llegó cuando el Heat parecía ir contra el genio defensivo de los Pacers, Paul George, por obligarlo a lidiar con James en el poste.

En la ronda previa, George fue fantástico al lidiar con Carmelo Anthony, pero Anthony encontró cierto éxito empujando a un George más liviano en la parte interna. James le bajó los humos a George con una serie de movimientos constantes en el poste, destacando una secuencia de ganchos con la mano izquierda.

El Heat también jugó con un renovado enfoque ofensivo. Luego de cometer 36 entregas de balón en los primeros dos partidos, ellos impusieron un récord para la franquicia con solamente cinco en el tercer desafío. Esto no se esperaba, en un ambiente donde los Pacers han sido dominantes en la postemporada y dejaron a Miami sintiéndose muy fuertes acerca de sus posibilidades.

No es la manera más sólida para hacer negocios. El Heat podría tener mejores resultados si no necesitara que lo provocaran primero. Es un hábito peligroso, podríamos estar de acuerdo.

Pero también parece un lujo que este grupo puede darse y que lo disfruta.

"Nos gusta el hecho de que ellos nos quitaran la ventaja de campo", dijo James, quien tuvo 22 puntos. "Somos un equipo que se recupera de la adversidad. Sabemos de qué estamos hechos".

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